Menos de la mitad de los argentinos tiene depositadas expectativas de una mejora económica tras el período electoral de este año. Así lo refleja un estudio de una universidad privada que reveló que apenas 4 de cada 10 personas prevé un mejor clima económico tras las elecciones, mientra que el 60% restante se reparte entre quienes creen que no habrá ningún cambio y quienes prevén un empeoramiento de la situación.
Esos datos son los resultados de un nuevo estudio realizado por el centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, cuyo informe indagó sobre el impacto emocional percibido de la actual situación económica entre los argentinos y en qué medida se cree que afectan las relaciones familiares, o la percepción del futuro para las personas más jóvenes.
“Lo primero que se vislumbra es que existe un reconocimiento casi total de que la crisis económica genera un impacto emocional en cada uno de los encuestados, con el uso de términos como “frustración” o “irritabilidad”. De hecho, 8 de cada 10 confirma esta sensación”, explicó Orlando D´Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano (Copub).
Impacto familiar
El informe también revela que el efecto de la situación económica va más allá de lo individual: más del 70% señala que la crisis tiene impacto en el tejido de las relaciones familiares. “Si bien está claro que la gente se informa con los medios sobre temas vinculados a la economía, como la cotización del dólar, lo cierto es que la experiencia y vivencia cotidiana personal con el aumento de los precios tiene tanto o más peso en las percepciones públicas” explican desde la universidad.
Casi el 80% de las personas encuestadas reconoce el impacto emocional de la crisis económica, más allá de las obvias consecuencias materiales y le atribuye sensaciones de “frustración” e “irritabilidad”
“En este contexto, 41% de los consultados cree que las elecciones de este año abrirán mejores expectativas para la economía y 32% cree que sólo empeorarán, mientras que 22% considera que nada cambiará”, se detalló en la síntesis de los resultados.
Además de identificar que casi el 80% de las personas encuestadas reconoce el impacto emocional de la crisis económica, más allá de las obvias consecuencias materiales y le atribuye sensaciones de “frustración” e “irritabilidad”, la encuesta también detectó que el 60% cree que la actual generación de jóvenes enfrentará en el futuro aún peores expectativas económicas en el país.
Este dato se relaciona con la perspectiva que abre el proceso electoral. Ante la pregunta “¿Cree que las elecciones de este año abrirán mejores expectativas para la economía?”, las respuestas estuvieron bastante dividas pero lo concreto es que menos de la mitad espera buenas noticias.
Ante la pregunta “¿sigue la cotización del dólar?”, la mitad de la ciudadanía consultada admitió seguirla con atención
“Se encuentran divididas las opiniones respecto a si las elecciones de este año mejorarán las expectativas económicas, predominando un moderado optimismo”, concluyó la UB, con un 41% de respuestas que indican una mejora de las expectativas, un 32% que cree que la situación empeorará y un 22% que intuye que nada cambiará.
El dólar
La encuesta también indagó sobre la permeabilidad a las noticias económicas y, particularmente, la atención a la evolución del dólar. Ante la pregunta “¿sigue la cotización del dólar?”, la mitad de la ciudadanía consultada admitió seguirla con atención.
La experiencia y vivencia cotidiana personal con el aumento de los precios tiene tanto o más peso en las percepciones públicas que las noticias que se comunican a diario a través de los medios
Finalmente, el trabajo investigó también sobre la influencia de las medios y las noticias de economía para tomar decisiones personales. En ese caso, la pregunta fue si “sigue las noticias sobre la economía del país en los medios o se guía más por su experiencia personal para, por ejemplo, el aumento de sus gastos mensuales?”. El 54% de los encuestados admitió que toma de referencia los medios aunque de este universo mientras que el 39% aseguró que es la propia experiencia lo que manda. En cualquier caso, un 34% combinó ambas variables, es decir, la experiencia personal y el consumo de noticias.
“La experiencia y vivencia cotidiana personal con el aumento de los precios tiene tanto o más peso en las percepciones públicas que las noticias que se comunican a diario a través de los medios de comunicación”, fue una de las conclusiones finales del estudio.
Seguir leyendo: