Una inflación que se sostiene en torno al 8% mensual y la ausencia de certezas respecto de la política económica que llegará pasadas las elecciones resultaron inesperados catalizadores para las valuaciones de las acciones argentinas, que este año son las apuestas de inversión preferidas, dadas las bajas cotizaciones -en comparación histórica- y su uso como cobertura en medio de procesos devaluatorios.
El viernes el panel S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires superó holgadamente los 400.000 puntos y amplió a más de 100 por ciento la ganancia acumulada en lo que va de 2023.
El panel de acciones líderes ganó un 7,2% en pesos en el recorrido semanal, a un récord de 409.416 puntos (411.034 unidades intradiario), para acumular una mejora de 102,6% en pesos y de 37,6% en dólares “contado con liqui” entre enero y junio.
“El positivo clima externo junto al ‘trade electoral’ fueron los motores para impulsar la fuerte revalorización de los últimos tiempos”, resumió el economista Gustavo Ber.
“A medida que nos acercamos a las elecciones el mercado se torna más volátil y colmado de especulación. En relación con la renta variable, el sector financiero se sigue destacando sobre el resto y cierra la semana con un aumento de 14,4% para Grupo Financiero Galicia y de 11,1% para Banco Macro en su plaza en dólares. El rally electoral se mantuvo y se solidificó al final de la semana en la que, además del sector financiero, la petrolera estatal YPF vuelve a ser protagonista y aumenta 18,2% semanal en su plaza en dólares”, detalló Ayelen Romero, ejecutiva de Cuentas de Rava Bursátil.
Aportó al impulso alcista de las acciones argentinas un tono más optimista que se reflejó en los índices de Wall Street, después de que la Reserva Federal de los EEUU decidió mantener inalteradas las tasas de referencia en un rango entre el 5 y el 5,25 por ciento después de diez aumentos consecutivos desde marzo de 2022.
“Después del ciclo de subas que comenzó en marzo de 2022, la Reserva Federal ha puesto en pausa el aumento de la tasa de política monetaria. No obstante, la Fed ha indicado que podría haber dos incrementos adicionales de 25 puntos básicos en lo que queda de 2023. Aunque han surgido señales confusas, ya que (Jerome) Powell esta semana mencionó que las proyecciones no son necesariamente garantía de lo que sucederá más adelante”, definieron los analistas de Balanz Capital.
Los bonos en dólares ganaron un 1,3% en promedio, según la evolución de los Globales del canje en Wall Street, con un riesgo país que recortó siete puntos básicos en la emana, a 2.371 puntos básicos.
Subió el dólar libre
El dólar “blue” ganó nueve pesos o un 1,9% en la semana, para terminar ofrecido a $492 para la venta. La divisa anotó un máximo de $496 el miércoles, pero recortó posiciones sin poder superar el umbral de los 500 pesos.
La fuerte inflación atenta contra las pausas alcistas del billete verde y, a la vez, presiona a la suba del tipo de cambio oficial. En la semana el dólar mayorista subió 4,50 pesos o un 1,8%, a $249,45, frente al alza de 4,10 pesos (+1,7%) de aumento registrado en la semana anterior. La brecha cambiaria con el dólar libre quedó en el 97,2 por ciento.
“Tal vez los datos más relevantes de esta semana sean la desaceleración de la inflación - 7,8% para mayo frente al 8,4% en abril- y la situación de las reservas internacionales”, afirmó un reporte del Grupo IEB (Invertir en Bolsa). “En nuestra opinión esta baja puede continuar en el corto plazo con un piso del 7%. Algunas de las razones que explican este efecto son la caída que se viene registrando en los niveles de consumo -especialmente en los canales de venta tradicionales: supermercados, hipermercados, etcétera- y la desaceleración del ritmo del crawling que sirve como ‘ancla’”, añadió.
“La dinámica inflacionaria actual no solo se deriva de excesos monetarios pasados por asistencia al sector público para financiar déficit operativo, sino por comportamientos inerciales ante la ausencia de medidas concretas en un contexto de tensiones políticas, principalmente dificultades autogeneradas”, indicó el economista investigador del IAE de la Universidad Austral, Martín Calveira.
El Banco Central sacrificó reservas líquidas por USD 200 millones en la semana por sus ventas netas en el mercado de cambios, a pesar de una liquidación de divisas por “dólar agro” que alcanzó los 76,9 millones de dólares.
“No había dudas de que las compras del BCRA eran transitorias sin haber cambios sustanciales en las condiciones del MULC”, consignaron los expertos de Portfolio Personal Inversiones.
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