Luego de las subas de tarifas que se aplicaron durante el último año y de la segmentación de los usuarios, para los usuarios del Nivel 2 (ingresos bajos) el peso de los servicios energéticos en el pico de invierno representará un 7,4% de sus ingresos. Mientras que para los usuarios del Nivel 1 (ingresos altos) representará el 2,2% y para los del Nivel 3 representarán el 3,1 por ciento.
Los datos corresponden al último informe de Observatorio de tarifas y subsidios IIEP (UBA-CONICET). “Existen dos particularidades. En primer lugar, durante el pico de consumo invernal los usuarios de menores ingresos del AMBA tendrán una carga en el salario más elevada que los restantes, esto es hasta 3,3 veces más que los usuarios de altos ingresos y hasta 2,4 veces más que los usuarios de ingresos medios”, detalló el trabajo.
“En segundo lugar, pasado el pico de invierno el peso de los servicios energéticos cae debido a un menor consumo estacional y al aumento nominal estimado de los salarios”, advirtieron.
Las diferencias tarifarias entre las distintas zonas del país
El informe advierte que el servicio de gas natural por redes se encuentra bajo jurisdicción nacional en todo el país por lo tanto no presenta una gran dispersión regulatoria; sin embargo, hay grandes diferencias por las particularidades de los subsidios otorgados y los consumos máximos (para la tarifa subsidiada) que varían entre regiones debido a la extensión territorial, las diferencias de temperatura y, por lo tanto, a la intensidad del uso del gas.
“Además, las distribuidoras cobran a sus usuarios distintos precios del gas que se explican por diferencias por región, por inclusión en el régimen de zona fría, por segmentación de subsidios y en concepto de tarifa social. Esta particularidad, en conjunto con el consumo promedio de la categoría, hacen que la composición entre cargo fijo y cargo variable, para iguales usuarios sea, significativamente diferente entre provincias y subzonas”, aclaró el informe.
La factura promedio del país para un usuario N 1 (correspondiente a hogares de ingresos altos), con datos disponibles a junio de 2023, es de $6.794 por mes. En este segmento, la factura más elevada -provincia de Buenos Aires- es 4,2 veces mayor a la más baja -en La Puna- y responde a las diferencias en el consumo máximo de la categoría.
A su vez, la factura promedio del país para un usuario N 2 (hogares de bajos ingresos) es de $3.131. En este segmento, la factura más elevada -provincia de Buenos Aires- es 3,7 veces superior a la de la zona de La Puna y también responde a las diferencias en el consumo promedio de la categoría.
De la misma forma, la factura promedio del país para un usuario N 3 (hogares de ingresos medios) es de $3.626. En este segmento, la factura más elevada es 3,7 veces superior y también responde a las diferencias en el consumo promedio de la categoría.
Por último, un análisis transversal de facturas promedio muestra que el segmento N 1 paga una factura 1,8 veces superior al segmento N3 y 2,1 veces mayor al segmento N 2.
Para el servicio de energía eléctrica, la comparación de los cuadros tarifarios entre jurisdicciones indica que, ante igual consumo, las facturas finales más bajas se encuentran en La Rioja (N1 y N2) y Santiago del Estero (N3) y las más altas en Neuquén para cualquier nivel de ingreso.
Sin embargo, el informe advierte que algunas distribuidoras aun no trasladaron los nuevos precios de la energía. A su vez, la factura promedio del país es de $8.861 para un hogar de altos ingresos, $3.991 para un hogar de ingresos medios (N3) y $3.712 para un hogar de ingresos bajos (N2).
Con todo, una comparación transversal muestra que la factura final promedio de un hogar de altos ingresos es 2,4 y 2,2 veces superior respecto de la factura de un hogar N2 y N3 respectivamente.
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