Para poner en práctica un proyecto de dolarización de la economía argentina, tal como se debate en la campaña electoral, hace falta implementar las mismas reformas que para “sanear la moneda” y hacer que el peso salga de la inflación, según la visión de Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), que reúne a las entidades financieras privadas de capital nacional.
“Los argentinos podemos y debemos tener una moneda estable. Dolarizar sería resignarse a que como país y sociedad no podemos hacer las cosas bien, para lograr tener una moneda confiable. Los esfuerzos necesarios para implementar una dolarización exitosa, son los mismos que se necesitaran para contar con una moneda estable. Los países que alcanzaron el desarrollo se caracterizan por tener una moneda propia y estable”, explicó Bolzico en un agasajo realizado por Adeba para celebrar el Día del Periodista.
En ese contexto, el titular de la entidad resumió cuáles serían las condiciones para que la Argentina pueda recuperar el crédito cuyo nivel está entre los más bajos de la región. El indicador crédito/PBI en la actualidad llega al 8% en el país, mientras que el promedio en América Latina es del 50%.
Consideró que en solamente dos años ese nivel de crédito podría duplicarse si se dan una serie de condiciones, entre las que destacó la estabilidad macroeconómica que permita “bajar el gasto a los niveles históricos que permita reconstituir la solvencia fiscal y contar con una moneda estable y cierta previsibilidad de las principales variables económicas”. En ese terreno criticó la posibilidad de dolarizar la economía, algo a lo que el país no debe resignarse, según consideró.
“Aumentar el nivel de la bancarización significa créditos, ahorro productivo, servicios financieros, proyectos, casas, emprendimientos y mejor calidad de vida. Se puede empezar hoy mismo y los bancos están preparados” (Javier Bolzico)
También pidió “la eliminación de los impuestos distorsivos que afectan a la actividad y reducción de las retenciones y percepciones”, entre los que mencionó al “impuesto al cheque”, que “es para el sistema financiero lo mismo que las retenciones para el campo”, Ingresos Brutos y tasas municipales. “Cuando una empresa o una persona toma un crédito, la mitad del costo financiero que paga corresponden a impuestos”, dijo Bolzico.
En el mismo sentido, reclamó “el desmantelamiento de las tasas máximas y mínimas que limitan a la canalización del ahorro de la sociedad hacia crédito a empresas y personas, existe una sobrerregulación que condiciona el desarrollo del sector y genera distorsiones”, entre las que citó las tasas máximas para el financiamiento y los depósitos, y “la prohibición de prestar a ciertos sectores en ciertas condiciones y obligación de prestar a otros”.
Bolzico pidió “promover la seguridad jurídica y que el Congreso no intervenga en contratos entre privados”, en referencia a la aprobación parlamentaria de un dictamen que crea una nueva contribución sobre los depósitos y “altera los contratos hipotecarios en UVA”, entre otras medidas. “Cabe señalar que unas 100.000 personas accedieron a estos créditos y los mismos tienen el índice de irregularidad más bajo del sistema. Por otro lado, las familias con problemas habitacionales ascienden a 3.000.000. De transformarse en el referido dictamen, limitará el desarrollo del un mercado hipotecario para la vivienda robusto,” explicó.
En el terreno de los medios de pago, y como parte de la propuesta de los bancos de capital local para revitalizar el crédito, Bolzico pidió que se deje de “subsidiar el dinero en efectivo y penalizar el dinero digital”. Al mismo tiempo, pidió “continuar con la revolución digital de los medios de pagos que están llevando adelante las entidades financieras”.
“Aumentar el nivel de la bancarización es al mismo tiempo nuestro desafío y gran oportunidad. Significa: créditos, ahorro productivo, servicios financieros, proyectos, casas, emprendimientos y mejor calidad de vida. Se puede empezar hoy mismo y los bancos están preparados”, afirmó Bolzico.
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