La Reserva Federal de los EEUU (Fed) mantuvo las tasas de interés de referencia sin cambios este miércoles, en un rango de entre el 5 y el 5,25 por ciento.
Este martes se conoció que la inflación en EEUU volvió a dar indicios de moderación y el dato de mayo, de 4% anual, fue menor que el mes anterior, por debajo de lo esperado por el mercado.
“Dado que no hubo grandes sorpresas en el indicador, es de esperarse cierta prudencia por parte de la entidad monetaria -con la intención de no afectar negativamente la actividad más de lo necesario-, y que, por lo tanto, opte por una pausa en la suba de tasas, la primera en más de un año”, indicó Porfolio Personal Inversiones.
La desaceleración de la inflación permitió a la Reserva Federal una pausa en los incrementos de la tasa de referencia
Para la reunión de julio, el mercado de futuros de tipos viene descontando, de todos modos, una probabilidad superior al 60% de una nueva subida de 25 puntos básicos.
“Los datos de hoy mantienen el status quo y le dan espacio a la Reserva Federal a hacer una pausa en su decisión, la primera después de que el ciclo se haya iniciado en marzo del año pasado. Esto no significa que la Fed no vaya a subir su tasa de política monetaria en julio. De hecho, creemos que es el escenario más probable dado que el mercado laboral se encuentra todavía muy ajustado y que la inflación está descendiendo, pero a una velocidad menor a la deseada”, indicaron los expertos de Balanz Capital.
¿Cómo afecta a la Argentina?
Todo indica que el sendero alcista para las tasas de interés en los EEUU está “testeando” su techo y de esto puede hacerse una lectura positiva para la Argentina.
1) Mejoran las proyecciones de crecimiento. Las tasas altas absorben fondos, que se quedan dentro del sistema financiero en provecho de esa rentabilidad, y le quitan fuerza a la inversión en la economía real. También encarecen el crédito, imprescindible para el crecimiento económico. Si las tasas dejan de subir, se interrumpe ese efecto contractivo para la actividad económica. Por el peso específico de la economía norteamericana en el mundo, mejores perspectivas de crecimiento ayudarán a sostener la demanda internacional, algo beneficioso para Argentina.
2) Un freno para el “súper dólar”. Tasas más altas en los EEUU repercuten en el fortalecimiento del dólar respecto del resto de las monedas, justamente porque las tasas altas atraen fondos globales que se redireccionan a los EEUU, con efecto en la apreciación del tipo de cambio. El Estado argentino está muy endeudado en dólares: si éste se encarece y las tasas para acceder al crédito permanecen altas, se compromete la solvencia para honrar esos pasivos.
3) Mejora la expectativa exportadora. Una demanda firme desde los EEUU y un freno para el “súper dólar” contribuyen a apuntalar las proyecciones de exportaciones argentinas, tanto en cantidades como en precios. En este último caso es sabido que si el dólar se encarecen, caen los precios de los bienes transables cotizados en esa moneda. En este sentido, la mitad de las exportaciones argentinas son commodities agrícolas.
4) Impulso alcista para acciones y bonos. Los analistas del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) observaron que “el mantenimiento de la proyección de tasas por parte de la Reserva Federal podría comenzar a establecer un contexto más constructivo para la renta fija e incluso poder asumir más duration en los portafolios”, en un escenario donde “la economía (de EEUU) ha demostrado resiliencia al endurecimiento monetario y ha perdido probabilidad de ocurrencia el escenario de una mild recession en favor de un soft landing”.
En el Grupo IEB precisaron que “el índice S&P 500 ha recuperado los valores registrados en agosto del año pasado, desde los cuales se desmoronó hasta la zona de 3.500/3.600 debido al duro discurso emitido en su momento por Jerome Powell, anunciando que el mercado debía sufrir algún dolor como consecuencia del endurecimiento monetario que debía realizar la Fed, debido a que la inflación no había sido controlada”.
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