Tras haber mostrado una leve tendencia a la baja en los primeros días del mes -algo que ya parece habitual- el dólar libre cotizó ayer al alza durante toda la jornada. El cierre fue al valor más alto del día, a $ 489, algo que se esperaba teniendo en cuenta que el contado con liquidación ya venía rozando los $ 500 aunque ayer terminó en baja a $ 492.
Sergio Massa logró contener a los dólares financieros desde principios de mayo, influyendo también sobre el tipo de cambio libre. El ministro de Economía profundizó las intervenciones a través del mercado de bonos y usando reservas de manera paralela. El resultado fue un período de 45 días aproximadamente de calma cambiaria, que nadie está seguro que se pueda mantener por mucho tiempo más.
La estabilidad del dólar a lo largo de mayo fue fundamental para que el índice de inflación del mes pasado no llegara a los dos dígitos. Hoy el INDEC divulgará el dato de mayo, que con un alto grado de probabilidad se ubicará por debajo del 9%. En el equipo económico tienen las expectativa incluso de perforar el nivel de 8,4% registrado en abril, en lo que fue el nivel más alto de los últimos 30 años.
Considerando un arranque algo más tranquilo de los precios de los alimentos en junio, es posible incluso que la inflación de este mes se ubique en niveles más cercanos al 7%. Pero en buena medida esto dependerá de mantener la mayor estabilidad posible de los tipos de cambio. Esto implica, entre otras cuestiones, que la brecha cambiaria no se escape del nivel actual de 100%.
El dólar libre avisó ayer que salió de la siesta, trepando 1%. No se trata de una suba significativa, pero empieza a recuperar terreno luego de dos meses de inflación cercana al 8%.
Además ejercicios teóricos que realizan sociedades de Bolsa como PPI o IEB llegan a la conclusión que el tipo de cambio debería ubicarse entre los $ 540 y los $ 560. A este cálculo llegan tomando en cuenta los agregados monetarios en relación al nivel de reservas y las tenencias de bonos en dólares del Central. Esto implica que el eventual “atraso” de los dólares financieros y del libre no resulta significativo.
El dólar “de equilibrio” que calculan varias sociedades de Bolsa se acerca a los $ 550, por lo que el valor actual no está tan lejos. Se toma en cuenta para esa estimación la evolución de los agregados monetarios en pesos versus el nivel de reservas y los bonos en dólares en poder del Central
El pago del medio aguinaldo puede efectivamente transformarse en otro elemento que agregue presión sobre el tipo de cambio después del feriado largo que se avecina. Se trata de una inyección importante de pesos, que en alguna proporción podría tener como destino la compra de dólares. No se trata de algo generalizado: la mayoría seguramente utilizará esos pesos extra para pagar deudas, ponerse al día con impuestos o mejorar el poder de compra al menos momentáneamente.
Por otro lado, el propio calendario electoral también es un factor que tiene incidencia sobre el tipo de cambio. Es un clásico que aumente la presión sobre el dólar en la previa a las elecciones, pero es posible que esto ocurra en las semanas previas a las PASO, que serán el 13 de agosto.
En el mercado se nota con claridad este fenómeno, por ejemplo con fuerte demanda por bonos ajustados al dólar que emiten las empresas. Incluso muchos de ellos tienen tasa negativa ante la fuerte demanda recibida. En la misma línea, la suba de bonos como el AL30 también reflejan en parte esta mayor tendencia a la dolarización.
Con cepo cambiario, a las empresas les resulta complicado cubrirse en un contexto de alta incertidumbre, por lo que termina privilegiando activos como acciones y bonos.
Seguir leyendo: