Los salarios registrados volvieron a perder la carrera contra la inflación en marzo y, con ello, en el primer trimestre del año según surge de las últimas estadísticas publicadas del Sistema de Integración Previsional Argentino (SIPA). Según esta serie, que releva la evolución del empleo formal en la Argentina, tanto público como privado e independiente y también de las remuneraciones, en marzo los salarios en su conjunto anotaron un avance de 6,6%, lo que los ubicó más de un punto por debajo de la inflación del mes, de 7,7% para el tercer mes del año. Con esa cifra, el empleo formal percibió, en promedio, un aumento de 17,7% contra una inflación de 21,7% en el trimestre, es decir 4 puntos porcentuales por debajo de la inflación.
Lo curioso es que esa medición oficial contrasta con otros datos, también oficiales, que indican un buen inicio de año para los salarios formales. Por caso, el índice de salarios del INDEC y también el índice RIPTE, que mide la “remuneración imponible promedio de los trabajadores estables”, sujeta a aportes al sistema previsional. Es el indicador, por caso, que compone 50% de la fórmula de movilidad de las jubilaciones.
Según ese índice, los salarios le ganaron por 2 puntos a la inflación, con una evolución de 23,5% en los primeros tres meses del año. “Por el lado de los salarios, en marzo el incremento relevado por el SIPA fue del 6,6%, un punto por debajo de la inflación. En el primer trimestre el aumento fue del 17,7% contra un IPC del 21,7%, un comportamiento bien distinto al que surge de la serie del RIPTE”, señaló el economista Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA - Autónoma. La explicación a esta fuerte disparidad que también remarcaron otros informes privados como el de la consultora Econviews, se debe a los diferentes conceptos incluidos en la medición, como los bonos y beneficios no remunerativos.
En cualquier caso, la consultora destacó que los “según los índices de salarios del Ministerio de Trabajo (RIPTE) y del INDEC, el estancamiento de los salarios en 2022 no se revirtió en los primeros tres meses de 2023, con una caída del poder adquisitivo entre 0 y 0,7 por ciento”, lo que no alcanza para revertir el deterioro de los últimos 5 años ya que “el salario promedio se encuentra 16% debajo del nivel de fines de 2015″.
Sin embargo, explicó el informe, esa evolución reciente de los salarios “ayuda a entender cómo el consumo se sostiene a pesar de la aceleración inflacionaria”, aún cuando también las mediciones de consumo reflejan un cierto deterioro.
Los últimos datos conocidos del SIPA también registraron la caída de la categoría más dinámica en la creación de empleo. Según la estadística, en términos interanuales, el empleo formal creció 4,3% pero lo hizo apenas 0,3% respecto del mes anterior, impulsado de manera pareja tanto por el sector privado como público. Sin embargo, en el desglose de la categoría de empleo privado, que mantuvo una variación positiva de 0,6%, los monotributistas absorbieron el enfriamiento de la actividad desde fines de 2022, con una retracción de 0,8% desde que empezó el año.
En cambio, aunque a un ritmo menor, en el mercado de trabajo en el sector privado, el empleo resistió mejor durante los primeros meses del año. “En el universo de asalariados privados, los sectores de mayor expansión son la construcción (1.9% trimestral), hoteles y restaurantes (2.0%) y minería que incluye petróleo y gas (1.6%); los tres a una tasa más baja que en el último trimestre de 2022″, apuntó Econviews, que resaltó que los sectores más grandes en términos de empleo, industria (0,7%) y comercio (1.2%), mantuvieron una tasa constante.
La nota positiva, afirmó, provino del sector agropecuario que rebotó después de seis trimestres de caída, aunque en términos absolutos la cantidad de empleados es el segundo peor registro de los últimos 14 años. “Esto tiene un impacto negativo sobre otros sectores como transporte y comunicación donde el empleo no creció el primer trimestre. En total 13 de los 15 sectores agregaron personal en el primer trimestre. Enseñanza e intermediación financiera fueron los que redujeron”, sintetizó la consultora.
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