Daniel Artana alertó que la economía se va a resentir por la falta de dólares para importar

El economista, director de FIEL, dijo a Infobae que sin financiamiento la baja del PBI va a ser dramática. Fijó su posición entre fortalecer el peso, dolarizar o la libre circulación de monedas

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"La economía está relativamente bien en actividad, muy mal en inflación y con un riesgo alto por la escasez de reservas"
"La economía está relativamente bien en actividad, muy mal en inflación y con un riesgo alto por la escasez de reservas"

El equipo económico se muestra concentrado en obtener fuentes de financiamiento para afrontar los próximos vencimientos de deuda, y si es posible, detener la constante sangría de reservas del Banco Central que retomó impulso en la primera semana de junio, ya sin el efecto atenuante de las liquidaciones de exportaciones a un tipo de cambio preferencial para un amplio sector del agro, exclusivamente.

Por el contrario, no cambia una característica desde el inicio del gobierno de Alberto Fernández, que es intentar llevar la economía sin un plan y operar sobre las consecuencias de los crecientes desequilibrios en los frentes fiscal, monetario, cambiario, tarifario, comercial con el exterior y socioeconómico, entre otros, en lugar de atacar las causas. De ahí que los resultados que se observan en esos frentes resultan peores mes a mes.

Con ese cuadro, Daniel Artana, economista Jefe de FIEL, analizó en una entrevista con Infobae el delicado escenario actual, y sus expectativas para los próximos meses.

— ¿Cómo está la economía?

— Relativamente bien en actividad, muy mal en inflación y con un riesgo alto por la escasez de reservas. Sin embargo, la actividad se va a resentir en lo que resta del año como consecuencia de la sequía y de restricciones crecientes a los pagos por importaciones que en parte se “resolverán” con más financiamiento privado y en parte con menor volumen de producción y ventas. Aún los sectores que tienen buenos márgenes tienen dificultades para asignarlos y los pesos les queman en las manos.

“Aún los sectores que tienen buenos márgenes tienen dificultades para asignarlos y los pesos les queman en las manos”

— ¿Por qué cree que frente a ese escenario Economía destina toda su energía para obtener financiamiento y apuntalar reservas, en lugar de también trabajar en los frentes fiscal, monetario y productivo, principalmente?

— Porque sin financiamiento la caída de actividad va a ser dramática y sin dólares adicionales parece difícil sostener la pérdida de reservas post PASO. Eso ocurrió en 2019, pero también en 2015 y en aquellos años había reservas netas que hoy no hay.

— ¿Cómo se explica que pese a la aceleración de la inflación y el claro receso del consumo en cantidad y calidad la recaudación de IVA aumentó en mayo más de 40 puntos porcentuales por sobre la variación del IPC Indec en 12 meses?

— Puntualmente la suba en la recaudación del IVA puede explicarse por mayores importaciones y/o por la decisión del Gobierno de forzar a empresas a aumentar sus saldos a favor en el impuesto. Eso le permite obtener ingresos hoy, que se perderán el año próximo.

"La suba en la recaudación del IVA puede explicarse por mayores importaciones y/o por la decisión del Gobierno de forzar a empresas a aumentar sus saldos a favor"
"La suba en la recaudación del IVA puede explicarse por mayores importaciones y/o por la decisión del Gobierno de forzar a empresas a aumentar sus saldos a favor"

— Una aparente contradicción similar se advierte entre el sostenido aumento del empleo registrado que informa el Ministerio de Trabajo mes a mes y la caída de la actividad que registra FIEL, ¿Es así?

— El PBI en marzo (ajustado por estacionalidad) se encontraba 5% por encima del promedio de 2019. La industria 13% y la Construcción 7% más altos. Es natural que hubiera algún aumento en el empleo registrado, pero sobre todo la mejora se ha dado en los informales y monotributistas.

— ¿Qué escenario económico espera para el segundo semestre?

— Recesión, inflación igual o algo mayor a la actual y gran tensión financiera.

— ¿Cuánto la crítica realidad social, con más de 45% de la población en estado de pobreza condicionará las políticas del próximo gobierno para revertir el creciente atraso del tipo de cambio oficial; de las tarifas del transporte y del precio de los combustibles, entre otros?

— El ajuste fiscal es necesario para lograr estabilizar la economía. Los aumentos que menciona tendrán un efecto negativo de corto plazo en la tasa de inflación. Pero la reducción en el impuesto inflacionario es necesaria para mejorar la situación de la gente más vulnerable y, dada la dominancia fiscal, sin equilibrar las cuentas no hay estabilización posible. Hay que tener en cuenta que la economía está de hecho sobreajustada por los errores de política económica y por la sequía. Si ambos se revierten el año próximo es posible que la economía repunte a fin de 2024 o en 2025.

“Para el segundo semestre cabe esperar recesión, inflación igual o algo mayor a la actual y gran tensión financiera”

— ¿Cuál debiera ser la estrategia para revertir la acumulación de deuda remunerada por parte del Banco Central (Leliq) por parte del próximo gobierno?

— Sin equilibrio fiscal es muy difícil. Si se logra balancear las cuentas públicas la monetización que debería seguir a una reducción fuerte en la tasa de inflación reducirá el peso relativo de los pasivos remunerados del BCRA.

— Recuperación del valor del peso, dolarización y libre circulación de monedas, ocupan el centro del debate para un plan de estabilización de precios ¿Cuál prefiere y por qué?

— Preservar una moneda propia aporta dos cuestiones: el país obtiene los ingresos por señorazgo y existe la opción de acomodar shocks externos negativos que requieran un aumento en el tipo de cambio real por medio de una depreciación/devaluación en lugar de la deflación de precios y salarios. Es importante señalar que el señorazgo existe por el crecimiento de la demanda nominal de dinero que generan el crecimiento económico y la inflación internacional. La pregunta relevante es si se lo queda nuestro país, o el gobierno del país emisor de la moneda utilizada para reemplazar al peso.

"Preservar una moneda propia aporta dos cuestiones: el país obtiene los ingresos por señorazgo y existe la opción de acomodar shocks externos negativos que requieran un aumento en el tipo de cambio real por medio de una depreciación/devaluación"
"Preservar una moneda propia aporta dos cuestiones: el país obtiene los ingresos por señorazgo y existe la opción de acomodar shocks externos negativos que requieran un aumento en el tipo de cambio real por medio de una depreciación/devaluación"

En el caso del euro los países acordaron una moneda común, pero comparten el señorazgo. Además, el segundo problema es de menor magnitud porque comercian mucho entre ellos; es decir no tienen el riesgo de una devaluación de un socio comercial importante como ocurrió en 1999 con el Real Brasileño y su impacto sobre la convertibilidad argentina.

Asimismo, este problema es más relevante en economías con bajo peso de exportaciones e importaciones como es el caso de la Argentina; para un shock dado se requiere un mayor salto del tipo de cambio real para acomodar el problema. Por eso, dolarización más Nafta como sugerían algunos economistas en 2003 era más consistente que sólo dolarización.

La elección se vuelve más difícil cuando un país abusa del componente inflacionario del señorazgo y muestra una incapacidad de su dirigencia para resolver ese problema. Pero suponer que un corset estricto obliga a hacer las reformas es algo ingenuo.

Los casos de Grecia y en alguna medida España, Italia y Portugal muestran que no hay soluciones mágicas y que la dirigencia encuentra vericuetos para no avanzar en las reformas estructurales necesarias aún con moneda común y muchas más restricciones institucionales que las que existen con la dolarización. La tentación a postergar algunas reformas costosas desde lo político se puede producir también si la convergencia en la tasa de interés da lugar a un boom de consumo que aporta bienestar de corto plazo.

“Los casos de Grecia y en alguna medida España, Italia y Portugal muestran que no hay soluciones mágicas y que la dirigencia encuentra vericuetos para no avanzar en las reformas estructurales”

La libre circulación de monedas apunta más a reducir costos de transacción por restricciones legales. Pero si se la ve como un paso previo a la dolarización el riesgo es que colapse la demanda de pesos y ello produzca una dolarización desordenada a un tipo de cambio muy superior a los actuales.

— ¿Cabe esperar a partir del 10 de diciembre un nuevo debate entre gradualismo o shock, en la forma de comenzar a ordenar la economía y reabrirse al mundo, como en 2016?

— Parece haber más conciencia de que hay poco espacio para el gradualismo porque no habrá mucho financiamiento. A diferencia de aquel momento no existe la opción de arreglar con los “holdouts” para acceder al financiamiento internacional y el mercado doméstico parece bastante saturado.

En cualquier caso, la dirigencia política debe tener claro que cuánto más lento se avance en lo fiscal más lenta será la baja de la tasa de inflación. Una inconsistencia entre lo fiscal y el resto de variables económicas ni siquiera duraría varios meses como ocurrió con el Plan Austral.

"La dirigencia política debe tener claro que cuánto más lento se avance en lo fiscal más lenta será la baja de la tasa de inflación"
"La dirigencia política debe tener claro que cuánto más lento se avance en lo fiscal más lenta será la baja de la tasa de inflación"

Y cuanto más lento se avance en las reformas estructurales más se demorará la recuperación de la confianza que impulse un salto en las inversiones y promueva las mejoras de productividad que son necesarias para crecer a tasas elevadas.

— ¿Una reflexión final?

— La Argentina tiene otra vez más una enorme oportunidad de recuperar el terreno perdido. Ello requiere asegurar la solvencia fiscal, contar con un programa económico consistente y lograr un manejo profesional de la gestión estatal.

El Kirchnerismo ha sido la antítesis de estos tres puntos y la consecuencia parece ser que en el último año de su gobierno la inflación se encamina al 150% anual, la pobreza siga en niveles altísimos y todo ello ocurrió a pesar de disfrutar excelentes términos del intercambio externo luego de la pandemia.

Fotos: Gastón Taylor

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