La polémica relación de Argentina con China: deuda, mega-anuncios y un enorme déficit comercial

Desde la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el país acumuló un saldo negativo de casi USD 80.000 millones, mientras Brasil, Perú, Chile y Uruguay registran fuertes superávits, que les proveen divisas genuinas

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Alberto Fernández y Xi Jinping
Alberto Fernández y Xi Jinping

La reciente visita a China de la delegación encabezada por el ministro de Economía, Sergio Massa, logró ampliar en el equivalente a otros USD 5.000 millones el acceso al “canje de monedas” para financiar en yuanes importaciones desde el gigante asiático.

El “canje” es en verdad un descaminado eufemismo; ningún Banco Central del mundo puede tener hoy interés en tener pesos argentinos; se trata de deuda pura y dura y, como ya publicó Infobae, a un costo superior al de cualquier otra fuente oficial, de países extranjeros o entes multilaterales.

Aunque suene bíblica, la multiplicación de los yuanes tiene alto costo financiero. Mientras, por caso, China le cobra a la Argentina la tasa interbancaria de Shanghai (Shibor, que el último viernes cerró a 2,404% a 1 año) más 400 puntos básicos (4% anual), en los casos de Turquía y Mongolia el extra es de 200 puntos (2%) y en el de Corea del Sur de cero (0%). A eso debe agregarse la tasa de depreciación del yuan, que en los últimos 12 meses pasó de 6,73 a 7,14 por dólar.

Junio de 2004: Néstor Kirchner, junto a CFK, y el presidente chino, Hu Jintao, y su esposa. En noviembre Hu devolvió la visita y calificó de "espantosa" la versión -que había hecho correr el gobierno argentino- de que financiaría obras de infraestructura por USD 20.000 millones
Junio de 2004: Néstor Kirchner, junto a CFK, y el presidente chino, Hu Jintao, y su esposa. En noviembre Hu devolvió la visita y calificó de "espantosa" la versión -que había hecho correr el gobierno argentino- de que financiaría obras de infraestructura por USD 20.000 millones

Como también publicó Infobae, el Gobierno ya usó casi la mitad del primer tramo de USD 5.000 millones del “canje” con China: unos USD 2.400 millones, cuyo principal destino fueron el pago de importaciones con destino a Tierra del Fuego, sede de las plantas de ensamblado de electrónicos, abastecidas en gran medida de partes chinas.

Precisamente, fue también el gobierno de Tierra del Fuego el que en la semana ratificó, mediante un decreto provincial, la construcción de una base naval por parte de la estatal china Shaanxi Chemical Industry Group Co Ltd. Eso, a su vez, generó la reacción de la oposición, que adelantó que denunciará penalmente a los responsables del avance del puerto chino en Tierra del Fuego

Construcción de una base naval por parte de la estatal china Shaanxi Chemical Industry Group Co Ltd

China, como resalta el propio memorándum del proyecto, eligió esa locación porque “está ubicada en el extremo sur de Sudamérica, es rica en recursos de gas natural y es una de las nuevas potencias industriales” del país, en un halago excesivo a las plantas fueguinas, radicadas allí al amparo del régimen de promoción nacido hace 51 años al amparo de la doctrina de las “industrias nacientes” y que goza de una protección fiscalmente onerosa, amén de costosa para los consumidores argentinos. El proyecto del puerto a construir por China especifica que “será beneficiario de las políticas fiscales preferenciales de Tierra del Fuego”.

Más ruido que ventas

Mientras tanto, del lado comercial, principal fuente de eventual acceso a divisas “genuinas” que tiene el país, la Argentina acumula un enorme déficit bilateral en el intercambio con China.

En 2003, el año en que Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Nación, la Argentina registró un superávit bilateral de USD 1.833 millones, que se fue encogiendo hasta USD 232 millones en 2007 y se transformó en un creciente déficit a partir de 2008, primer año completo de gestión presidencial de Cristina Fernández de Kirchner (CFK).

Desde entonces y hasta abril último (el Indec no difundió aún los datos de mayo) la Argentina le exportó a China por valor de USD 85.243 millones e importó desde allí por casi el doble, USD 162.043 millones, acumulando un déficit bilateral de USD 76.800 millones. El resultado es producto de dinámicas muy divergentes: mientras en esos 15 años las exportaciones argentinas a China crecieron entre extremos un 21,6% (de USD 6.598 millones en 2008 a USD 8.022 millones en 2022) las compras al gigante asiático crecieron 145,2% (de USD 7.143 millones a USD 17.516 millones).

El intercambio en los últimos 20 años. Después de un leve saldo a favor de la Argentina hasta 2007, el déficit bilateral del país se fue ensanchando y se cuadruplicó entre 2019 y 2022
El intercambio en los últimos 20 años. Después de un leve saldo a favor de la Argentina hasta 2007, el déficit bilateral del país se fue ensanchando y se cuadruplicó entre 2019 y 2022

De proyectarse el ritmo reciente, este año las compras a China, que en términos anuales se casi duplicaron en lo que va del gobierno de Alberto Fernández y CFK, bordearían los USD 20.000 millones, el déficit (que se cuadruplicó en los últimos 3 años) superaría con holgura los USD 10.000 millones y el rojo acumulado de 2008 a la fecha superaría los USD 85.000 millones.

Defensora celosa y recalcitrante

China es celosa defensora del acceso de sus productos al mercado argentino. En las reuniones de la reciente visita de la comitiva argentina, Beijing objetó medidas e investigaciones antidumping de Buenos Aires. La respuesta fue inmediata. El martes 6, a poco de regresar, el Ministerio de Economía, a través de la resolución 1012/2023, “declaró el cierre de la investigación antidumping, sin aplicación de derechos, a las bicicletas rodado superior a 26 con y sin cambio originarias de China”, consignó en su sitio web la Comisión Nacional de Comercio Exterior, dependiente de la cartera económica. “En este caso -informó sucintamente- la autoridad competente consideró conveniente cerrar la investigación sin aplicar medidas antidumping”.

Pese a los casos locales, ninguna de las 24 investigaciones por comercio desleal iniciadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) a raíz de denuncias argentinas involucra a China: 6 son contra Chile, 6 contra la Unión Europea, 6 contra EEUU, 3 contra Perú y 1 cada uno contra Brasil, Hungría y España.

Del mismo modo, Beijing hace una defensa recalcitrante, le asista o no la razón, de la pesca de la numerosísima flota de bandera china, verdaderas “ciudades” que depredan los mares del mundo. A raíz de eso, en marzo de 2016, en un confuso episodio, en el que no hubo víctimas fatales, se produjo el hundimiento del buque Lu Yan Yuan Yu 010, luego de ser perseguido por el Guardacostas Prefecto Derbes, de Prefectura, que lo había sorprendido pescando ilegalmente en la Zona Económica Exclusiva del Mar Argentino. El buque intentó escapar y después de las señales sonoras y lumínicas para que se detenga recibió salvas de la nave argentina y se hundió.

Aunque el episodio despertó dudas acerca de la causa del hundimiento de la nave pirata, fue el primer tema que las autoridades chinas le enrostraron días después al apenas arribado embajador Diego Guelar. Y lo que todavía en 2017 funcionarios chinos siguieron planteando, con aparente indignación, a una delegación argentina en Beijing. “Cada vez que nosotros queríamos hablar de un tema que ellos buscaban evitar, ponían eso por delante”, recordó a Infobae un emisario argentino. De hecho, la Argentina no ha logrado detener la acción depredatoria de la flota pesquera china, y para Beijing es un tema que no existe, un no-issue bilateral

Entre 2008 y 2022 las exportaciones argentinas a China crecieron 21,6% y las importaciones desde China aumentaron 145,2 por ciento

El comercio no es una puja entre “ganadores” y “perdedores”. El mercantilismo es una doctrina -más política que económica- estrecha y superada. Se supone que las compras son voluntarias y responden a un cálculo de necesidad y conveniencia. Pero es llamativo que pese a tantos acuerdos, anuncios y memorándums de apertura de mercados chinos a la producción local, el país le siga vendiendo tan poco y acumule semejante déficit, mientras sus vecinos acumulan fuertes superávits, que les proveen de divisas “genuinas”, con el gigante asiático.

Superávits sudamericanos

Brasil, por ejemplo, registró en 2022 un superávit de unos USD 25.000 millones en el intercambio con China, producto de exportaciones por USD 90.000 millones e importaciones por poco más de USD 65.000 millones;

Chile le exportó al gigante asiático USD 38.500 millones, con un saldo a favor de USD 10.000 millones;

Perú le vendió por USD 18.000 millones, con un saldo a favor de USD 3.500 millones; y

Uruguay le vendió por USD 3.100 millones, con un saldo a favor de poco más de USD 700 millones.}

Sergio Massa y Miguel Pesce en una reunión en el Banco Popular Chino, en mes pasado
Sergio Massa y Miguel Pesce en una reunión en el Banco Popular Chino, en mes pasado

En los casos de Chile, Perú y Uruguay los datos corresponden a 2021. Desde 2005 en el caso chileno y desde 2009 en el peruano, ambos países tienen Acuerdos de Libre Comercio con China, mientras el gobierno de Luis Lacalle Pou en Uruguay (que desde hace algunos meses empezó a registrar déficits en el comercio con China) pretende lo mismo, pero se lo impiden las reglas del Mercosur.

La Argentina, y en particular los gobiernos kirchneristas, han planteado una relación de tipo político, supuestamente “estratégica”, que llevó a una creciente dependencia financiera y en materia de infraestructura, desaprovechando el enorme mercado chino, del que hablan más de lo que gestionan, a la vez que soslayan la región Asia-Pacífico.

La Argentina, y en particular los gobiernos kirchneristas, han planteado una relación de tipo político, supuestamente “estratégica”, que llevó a una creciente dependencia financiera y en materia de infraestructura

El jueves, durante la presentación en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) del libro “India from Latin America”, del docente e investigador Manuel Gonzalo (publicado por la prestigiosa editorial Routledge), varios expertos (como Carlos Moneta, director de la Maestría en la región Asia-Pacífico de la Universidad de Tres de Febrero, y Jorge Malena, miembro Senior y coordinador del grupo de estudios sobre Asia del CARI) coincidieron en que el foco casi exclusivo sobre China hace que la Argentina pierda de vista la región en su conjunto.

De hecho, el embajador de la India, Dinesh Bathia, dijo allí que en su país las únicas palabras que asocian a la Argentina son “Messi” y “Maradona”, y que a su vez en la Argentina hay muy poco conocimiento sobre el gigante del sur de Asia, cuya población sobrepasó a la de China, cuyo PBI es ya el quinto más grande del mundo, detrás de EEUU, China, Japón y Alemania, y cuya tasa de crecimiento es ya superior a la de China.

Bathia había acompañado el día anterior a la delegación de Hindustan Aeronautics Limited (HAL) a la reunión con el ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, para empujar la venta de 15 aviones caza supersónicos (“Tejas”) de fabricación india, en competencia con la propuesta china de aviones JF-17 Thunder, que fabrica la estatal china Catic y empuja el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja.

Contrastes

Patricio Giusto, director de la consultora Diagnóstico Político y del Observatorio Sino-Argentino, consideró paradójico que el gobierno presente como un logro haber aumentado el acceso a yuanes del “canje” en USD 5.000 millones, mientras aumentó el déficit bilateral, de USD 2.400 millones en 2019 a USD 9.500 millones el último año.

Giusto señaló a Infobae que mientras Chile ya tiene 20% del mercado chino de vinos, Argentina no tiene casi presencia allí y que Uruguay coloca más carne que la Argentina, que tiene una sola agencia de promoción comercial en todo el sur de Asia, en Shanghai (China), desatendiendo mercados de mayor crecimiento como India, Vietnam e Indonesia.

La reciente gira, subrayó Giusto, fue sobre todo política, algo que se evidenció en la delegación, que integraron Máximo Kirchner y Cecilia Moreau, pero ningún funcionario comercial de la cancillería, salvo Vaca Narvaja, embajador “político” puesto por el kirchnerismo.

El gráfico del estudio "Argentina Productiva 2030" del Ministerio de Economía, publicado en marzo de este año, muestra la pérdida de peso relativo de las ventas a China, mientras crece la importancia de otros destinos del sur de Asia
El gráfico del estudio "Argentina Productiva 2030" del Ministerio de Economía, publicado en marzo de este año, muestra la pérdida de peso relativo de las ventas a China, mientras crece la importancia de otros destinos del sur de Asia

“China se transformó en un socio comercial clave de la Argentina”, dijo Moreau, obviando que, según una reciente publicación del Ministerio de Economía, hace ya varios años que la incidencia de las exportaciones al mercado chino se estancó e incluso empezó a declinar en el total de exportaciones argentinas, a favor del creciente peso de India, Vietnam, Indonesia, Malasia, y otros mercados emergentes, como puede apreciarse en el gráfico de arriba, del documento “Argentina Productiva 2030: Plan para el Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico”, publicado en marzo de este año por el Ministerio de Economía.

Hace ya varios años que las exportaciones al mercado chino vienen perdiendo peso relativo en la canasta exportadora argentina (Economía)

El mismo estudio muestra también que las exportaciones argentinas a China están entre las de menor “contenido tecnológico”, mientras las importaciones desde ese país son en buena medida de partes de electrónica y audio, repuestos y bienes de capital, un perfil de intercambio que las lecturas en que abreva el kirchnerismo denunciarían como “coloniaje” o conceptos parecidos.

Otro gráfico del documento de Economía: muestra que las ventas a China están entre las de más bajo "contenido tecnológico" de las exportaciones argentinas
Otro gráfico del documento de Economía: muestra que las ventas a China están entre las de más bajo "contenido tecnológico" de las exportaciones argentinas

Incluso en la venta de productos de bajo “contenido tecnológico” el mercado chino es cada vez más difícil para la Argentina. La última edición del Newsletter especializado Fax Carne, que desde Uruguay se distribuye a EEUU, Europa y Asia, revela que los exportadores de carne argentina están recibiendo “ofertas ridículas” del gigante asiático, con precios hasta 15% inferiores a los ya deprimidos de fines de 2022. Los compradores chinos se dan ese lujo porque saben que su país explica entre 75% y 80% de las ventas externas de carne argentina, tienen una buena reserva de almacenamiento, atraviesan una período de demanda recesiva y disponen también de una creciente oferta de Australia y Brasil, que volvió a venderles tras un mes de cierre precautorio por un caso de “vaca loca atípico”.

Los exportadores de carne argentina están recibiendo “ofertas ridículas” de los compradores chinos,

Los pesares comerciales contrastan con la grandilocuencia con que en los últimos 20 años la Argentina encaró la relación con China. En noviembre de 2004, cuando Néstor Kirchner y el entonces presidente chino, Hu Jintao, firmaron la declaración para establecer una “Asociación Estratégica”, Hu calificó de “espantosa” la versión –que había hecho correr el propio gobierno argentino- de que Beijing proveería de inmediato USD 20.000 millones en inversiones de infraestructura. Falsos influyentes, a través del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, habían vendido humo, al punto que Kirchner llegó a creer que tras semejante operación sería comparado con San Martín.

Cristina Fernández de Kirchner y Xi Jinping elevaron a "Integral" la Asociación Estratégica firmada un año antes
Cristina Fernández de Kirchner y Xi Jinping elevaron a "Integral" la Asociación Estratégica firmada un año antes

Diez años después, CFK y el sucesor de Hu, Xi Jinping, firmaron la “Asociación Estratégica Integral”. Ese año se rubricaron los acuerdos de financiamiento para las obras del tren Belgrano Cargas y para las represas patagónicas, obra esta última que al cabo de una tercera e irregular licitación fue adjudicada a un consorcio integrado por la china Geshouba y las argentinas Hidrocuyo y Electroingeniería, estrechamente vinculada al kirchnerismo, y que, 9 años después, registra un avance de poco más del 30 por ciento.

En 2015, en otra visita a China, CFK dijo que la relación con China “no solo es una cuestión bilateral, sino de la relación de ambos países con el mundo porque compartimos posturas en reformas en seguridad y de organismos de crédito internacionales”. Y en febrero de 2022 Alberto Fernández llevó el lisonjeo a nivel personal cuando le dijo al presidente chino “: “Si usted fuera argentino, sería peronista”.

En cualquier caso, los acuerdos de obras y de financiamiento y las concesiones argentinas -como la cesión por 50 años de 200 hectáreas en Bajada del Agrio, Neuquén- para el establecimiento de una Estación de Observación Espacial China (el acuerdo se alcanzó durante el gobierno de CFK y la construcción se realizó durante el gobierno de Mauricio Macri), inversiones en la extracción y procesamiento de litio y la construcción de una cuarta central nuclear, van tejiendo relaciones de larga maduración y difíciles de desanudar, algo que probablemente soslayó Máximo Kirchner cuando dijo que China “ayuda sin presiones”. En eso, dice el analista político Rosendo Fraga, China se guía más por las enseñanzas de Confucio que por las de Carlos Marx.

China se guía más por las enseñanzas de Confucio que por las de Carlos Marx (Fraga)

Mientras, la Argentina acumula deuda con China, que a su vez acumula divisas del intercambio y activos y derechos en territorio argentino, producto –de este lado- de una subestimación del comercio como eje de un relacionamiento horizontal entre las naciones y sociedades del mundo.

Queda el turismo

El principal vector con el que la Argentina podría achicar tan desequilibrado balance de divisas es el turismo. Antes de la pandemia, el gigante asiático era el principal emisor de turistas del mundo, unos 150 millones de chinos al año.

China reabrió recientemente sus fronteras al turismo (emisor y receptor) y en lo que va 2023, precisa un informe del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, ingresaron a la Argentina 6.200 turistas chinos, apenas el 1% del total del turismo receptivo del período.

La estación espacial de China en Bajada del Agrio, Neuquén.  La Argentina le cedió al gigante asiático 200 hectáreas por 50 años. Fue un acuerdo del gobierno de CFK y se empezó a construir durante el gobierno de Macri
La estación espacial de China en Bajada del Agrio, Neuquén. La Argentina le cedió al gigante asiático 200 hectáreas por 50 años. Fue un acuerdo del gobierno de CFK y se empezó a construir durante el gobierno de Macri

Pero la cartera turística ve allí un gran potencial. “Argentina es el primer país sudamericano autorizado para recibir turismo chino. Nuestro país fue seleccionado como una de las 20 naciones habilitadas para la reanudación gradual de los viajes en grupo a través de agencias de turismo”, dice el informe, que precisa que en 2019, antes de la pandemia, habían llegado al país 76.452 turistas chinos, el décimosexto contingente extranjero más numeroso. “Se está trabajando para avanzar con el convenio que en marzo de 2021 firmaron Lammens, y la CEO de Trip.com Group, Jane Sun, con el objetivo de fortalecer el mercado de viajes pospandemia entre ambos países”, dicen en Turismo.

Nuestro objetivo es que más turistas chinos visiten nuestro país y que Argentina se establezca como la puerta de ingreso a la región sudamericana (Lammens)

“Nuestro objetivo es que más turistas chinos visiten nuestro país y que Argentina se establezca como la puerta de ingreso a la región sudamericana. Ya estamos recibiendo más turistas extranjeros que en la prepandemia de la mano del fuerte crecimiento del turismo regional, de Estados Unidos y de Europa. Ahora el gran desafío es potenciar el turismo de destinos de larga distancia como China y para eso estamos trabajando distintas alternativas tanto con Aerolíneas Argentinas como con compañías internacionales para seguir mejorando la conectividad con Asia”, dijo el ministro de Turismo y deportes, Matías Lammens, cuya cartera destacó también que la recuperación de los vuelos de Emirates y Turkish Airlines facilitará la llegada del turismo asiático.

Los datos del Ministerio precisan que los turistas chinos, cuyas principales preferencias son la Ciudad de Buenos Aires, el turismo antártico y las Cataratas del Iguazú, promedian una estadía de 15 días y gastan en promedio unos 1.860 dólares.

Cuanto más vengan a un país “regalado” por la devaluación de su moneda, más se podrá compensar el enorme déficit acumulado a base de grandilocuencia, mega-anuncios y descuido comercial.

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