El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó hoy que trabaja con el Gobierno para adoptar medidas que reduzcan la alta inflación, a través de una mejora en las reservas internacionales y del frente fiscal, pero no brindó detalles sobre la posibilidad de girar desembolsos adelantados como pretende la Argentina para las próximas semanas.
Con su habitual prudencia extrema, en una conferencia de prensa realizada desde Washington, la vocera del organismo, Julie Kozack, informó el estado de las negociaciones con el país, frente a la ansiedad del gobierno argentino:
-“Quiero decir que los equipos han estado trabajando muchísimo; la situación económica es muy difícil y ha sido exacerbada por la sequía histórica; el 31 de marzo se completó la cuarta revisión del programa de servicio ampliado con un desembolso de 5400 millones de dólares que se aprobó en el directorio”.
-“Trabajamos muy de cerca con las autoridades argentinas para abordar esta situación compleja”.
-“El foco de las conversaciones para la quinta revisión es ver las alternativas para reconocer el impacto de la sequía, mejorar la sustentabilidad fiscal y fortalecer las reservas, que son esenciales para reducir la inflación y proteger a los más vulnerables en la sociedad que suelen ser los más afectados, entre otros ejes”, indicó en referencia a la demorada negociación con el Ministerio de Economía.
-“Los equipos trabajan constructivamente. Vamos a comunicarles cuando haya más detalles”.
-”Sobre el canje de la deuda que impulsa el gobierno, celebramos los esfuerzos de las autoridades para reducir los riesgos de renovación de la deuda externa y al mismo tiempo asegurando que estas operaciones que se llevan a cabo protejan la sustentabilidad de la deuda y que no contribuya a vulnerabilidades en el futuro. Son parte de nuestras conversaciones con las autoridades”.
Kozack también se refirió a la propuesta de un grupo de economistas, entre ellos los argentinos Pablo Guidotti y Guillermo Calvo, para que los países como la Argentina -que incumplen en forma sistemática sus programas- no firmen un nuevo acuerdo, sino que se les posterguen los vencimientos con una tasa mayor que al resto de los países.
“La estamos analizando, pero en general cuando pensamos en la situación reciente y las dificultades de los últimos años el FMI, respondió de la manea ágil. De hecho, aprobamos 300 mil millones de dólares en financiamiento para nuestros países miembros”, indicó, al descartarla en forma bastante contundente.
“Llevamos a cabo diferentes mecanismos, la asignación de DEGS, programas de emergencia por la pandemia que brindaron gran liquidez, el fondo fiduciario para la resiliencia, creamos el mecanismo para las crisis alimentarias que se dio por la invasión rusa a Ucrania y permitimos más agilidad en los programas. Fuimos muy ágiles y esa es la metodología que vamos a mantener”, explicó.
La visión del Gobierno
Ayer, se informó en Buenos Aires que el ministro Sergio Massa analiza un pago parcial antes del vencimiento y espera llegar a un acuerdo técnico antes de fin de mes; el envío de una parte de los recursos antes de la fecha sería un gesto hacia el organismo mientras continúa la negociación. El ministro de Economía viajará en la semana del 19 de junio a Washington para darle forma final al consenso con el staff, según indicaron en Economía.
Faltan dos semanas de los vencimientos por casi USD 2700 millones. Una opción, dada la proximidad de esa obligación, es que el Banco Central anticipe, como gesto positivo en la negociación, anticipar una parte de ese giro antes del 21 y 22 de junio.
Es una chance que, potencialmente, el Gobierno podría hacer con un remanente de Derechos Especiales de Giro (DEG) que permanecen en el Banco Central, aunque desde el Palacio de Hacienda eligieron no anticipar qué porción de esos USD 2700 millones podrían ser cancelados en los próximos días, como una gesto mientras finaliza la etapa de tira y afloje con el staff. Según estimaciones privadas, habría aún en las arcas de la autoridad monetaria unos 1900 millones de DEGs.
Otra posibilidad es posponer los pagos, previstos para el 21 y 22 de junio, hasta fin de mes, una experiencia que ya se registró en otras revisiones trimestrales técnicas de este programa; habitualmente, esta opción suele el aval del staff y el directorio por registrarse en una negociación en marcha.
El Gobierno no pudo cumplir con las metas del primer trimestre pautadas con el Fondo y busca, al mismo tiempo, que el FMI le libere el próximo desembolso, recalibrar las pautas del resto del año y que el organismo le adelante giros previstos para el segundo semestre, dada la fuerte caída de ingresos registrada por la sequía, la alta brecha cambiaria y la crítica situación general de la economía. Además, quiere que una parte de estos recursos se puedan destinar para intervenir en el mercado cambiario, un camino que no suele ser del agrado del Fondo, sobre todo sin una corrección cambiaria previa.
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