Tras la sequía y sin dólar soja, qué pasará con las reservas del Banco Central en el segundo semestre

Por diversos factores, los analistas auguran meses de riesgo para el nivel de activos internacionales en las arcas del BCRA

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Al BCRA le espera un
Al BCRA le espera un segundo semestre muy desafiante en materia de reservas.

Las reservas internacionales brutas del Banco Central disminuyeron el martes en USD 137 millones y finalizaron en USD 32.869 millones, en niveles mínimos desde octubre de 2016. La entidad monetaria debió vender USD 48 millones en el MULC, tras veinte ruedas consecutivas de compras netas en la plaza mayorista. Hoy debió vender otros USD 76 millones. Los analistas advierten que luego de finalizado el dólar soja el viernes de la semana pasada, el panorama para la acumulación de reservas es desalentador.

Eso es así porque el tipo de cambio especial de $300 para el pilar de las exportaciones argentinas, que vienen del lado de la oleaginosa en grano y sus derivados industriales -harina, aceite, residuos- se concentraron en mayo y dejaron poco margen para liquidar hasta julio, cuando termina la cosecha gruesa y se dé por finalizada la campaña 2022/2023 .

El año agrícola es más que duro. La sequía recortó la producción, que cayó en unos USD 20.000 millones, y una reciente baja de precios, debido a la “súper cosecha” brasileña también inclinó a la baja a la cotización internacional de los cultivos en el Mercado de Chicago.

Las reservas del Banco Central están en su momento de máxima debilidad. En lo que va de 2023 los activos brutos anotan una caída de USD 11.729 millones o 26,3%, una cifra con escasos antecedentes, solo superado por el desplome de reservas del año 2001 y por la fuga de depósitos después de las PASO de 2019.

El fin del dólar soja también deja un saldo desfavorable, pues en el presente año el BCRA mantiene un nivel de ventas netas en el mercado de cambios por unos USD 2.075 millones, aún con el aporte del agro en el primer semestre -trigo en verano, y soja y maíz en otoño-, que se reducirá significativamente de acá a fin de año.

“Consideramos que esta liquidación no sería suficiente para contener la tendencia bajista de las reservas. Incluso vemos potenciales riesgos que podrían agudizar el drenaje. Por un lado, esperamos un cierto corrimiento de la liquidación del agro a la espera de nuevos incentivos para vender sus stocks, aún a pesar de que la caída de los precios internacionales pueda llevarlos a adelantar liquidación. Ya quedó demostrado que el BCRA es vendedor neto al tipo de cambio oficial tras el fin del dólar soja 1 y 2, cuando intervino con USD 1.553 millones y USD 3.521 millones, respectivamente”, explicaron los analistas de Portfolio Personal Inversiones.

“A su vez, la autoridad monetaria típicamente suele vender, en promedio, USD 1.090 millones en los terceros y cuartos trimestres de los años con cepo cambiario. Ambos eventos se darán en un contexto que la severa sequía impactará significativamente en la oferta del agro -principal proveedor de divisas del MULC- y el proceso electoral añadirá incertidumbre adicional, haciéndonos creer que la sangría de reservas podría ser aún mayor que en el pasado”, apuntaron desde Portfolio Personal.

Apuntalar las reservas del Banco Central será una condición clave para mantener las variables financieras y cambiarias estabilizadas hasta fin de año

Las reservas líquidas del Banco Central, con las que la entidad interviene en la plaza cambiaria, son negativas en casi USD 7.000 millones, lo que quiere decir que en las ruedas vendedoras se usan divisas de los depositantes que deberán ser repuestas en algún momento.

Un informe de GERES (Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social) en base al último informe consolidado del BCRA al 31 de mayo, señaló las reservas netas del BCRA -descontado depósitos privados y préstamos- se ubicaron en terreno negativo por 1.008 millones de dólares. Y las estrictamente líquidas -descontado el oro y los DEG del FMI- fueron negativas en 6.808 millones de dólares.

Fuente: GERES, en base a
Fuente: GERES, en base a BCRA.

“Con un BCRA sin reservas -en rigor habría finalizado mayo con reservas netas negativas por casi USD 2.000 millones cuando al 31 de diciembre se tenía un stock de USD 7.700 millones, lo más probable es que el Gobierno busca apretar aún más el torniquete importador considerando que en el segundo semestre se viene el fin de la cosecha gruesa y del dólar soja 3 -tipo de cambio preferencial-”, reportó la consultora Abeceb.

Apuntalar las reservas del Banco Central será una condición clave para mantener las variables financieras y cambiarias estabilizadas hasta el 10 de diciembre. Toda la expectativa quedó puesta en una revisión del acuerdo de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que podría liberar desembolsos por el equivalente a unos USD 10.000 millones en DEG (Derechos Especiales de Giro), y la contribución de un “swap” de monedas con el Banco Popular de China de mayor alcance para el comercio exterior.

Desde que empezó el año el BCRA perdió unos USD 11.700 millones de reservas y registró ventas netas en el mercado por más de USD 2.000 millones

“La ampliación del swap con China es una bocanada de aire para que el ‘plan llegar’ tenga chances de cumplir el mandamiento político ‘no devaluarás en año electoral’”, dijo el economista Roberto Geretto, analista de Fundcorp. “Sin embargo, los 5.000 millones de dólares extras del swap difícilmente cambien la dinámica del mercado, dados los desequilibrios monetarios y fiscales, todo agravado por un año electoral y de sequía, y con un dólar oficial cada vez más atrasado”, agregó.

“La activación de USD 5.000 millones (equivalentes en yuanes) adicionales a los USD 5.000 millones previamente activados del swap con China puede servir para obtener más recursos para intervenir en los dólares financieros. ¿Por qué? La activación no significa que el Gobierno tenga acceso al equivalente en dólares directamente (para ello se debería pedir autorización al Banco Central Chino -poco probable-), pero sí para pagar importaciones con dicho país. Recordemos que en el 2022 el 21,5% del total de importaciones fueron con China. Como el dinero es fungible, los dólares que el Banco Central no deba entregar a empresas que deban pagar importaciones provenientes de china (ya que usarán Renminbi/yuanes) podrá utilizarlos para intervenir en el mercado de bonos y así calmar los dólares financieros”, detallaron desde Portfolio Personal.

“El Gobierno obtuvo algo de aire para amortiguar los efectos de la sequía con la activación de otros 5.000 millones de dólares del swap chino para financiar importaciones de ese origen”, precisó un informe de Delphos Investment. “El siguiente ‘round’ financiero para el Gobierno es la ‘recalibración’ del acuerdo con el FMI antes de fin de mes, cuyos resultados tendrán impacto en la estabilidad de los dólares financieros y la dinámica preelectoral”, añadió.

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