El Ministerio de Economía continúa el ida y vuelta técnico con el Fondo Monetario Internacional para recalibrar las metas y desembolsos del programa, a dos semanas de los vencimientos pautados por casi USD 2700 millones. Una opción que apareció en la mesa, a sabiendas de la proximidad de esa obligación de pago, es que el Poder Ejecutivo anticipe, como gesto en la negociación, anticipar una parte de ese giro antes del 21 y 22 de junio.
Es algo que, eventualmente, el Gobierno podría hacer utilizando un remanente de Derechos Especiales de Giro (DEG) que permanecen en el Banco Central, aunque desde el Palacio de Hacienda eligieron no anticipar qué porción de esos USD 2700 millones podrían ser cancelados en los próximos días, como una gesto mientras finaliza la etapa de tira y afloje con el staff. Según estimaciones privadas, habría aún en las arcas de la autoridad monetaria unos 1900 millones de DEGs.
En el equipo económico creen que en las próximas horas podría haber algún guiño del Fondo Monetario que determine cómo quedará establecida la hoja de ruta de la negociación en las próximas semanas. La portavoz del organismo Julie Kozack tiene planificada una conferencia mañana a la mañana en la que será consultada por el estado de situación de la negociación con el Gobierno argentino.
Un pago parcial anticipado es algo que, eventualmente, el Gobierno podría hacer utilizando un remanente de Derechos Especiales de Giro (DEG) que permanecen en el Banco Central
Un eventual anticipo de pago de vencimientos al Fondo Monetario podría tener lugar con el saldo que queda remante de Derechos Especiales de Giro en el Banco Central. Según estimaciones del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres), rondaría los 1900 millones, que equivalen a unos USD 2500 millones.
Como contraparte de ese pago parcial, otro elemento que aparece en la mesa de negociación es la alternativa de pasar los pagos, previstos para el 21 y 22 de junio, hacia fin de mes, una medida que ya tuvo lugar en instancias anteriores de revisión trimestral técnica en lo que va del programa, y que suele tener de manera rápida el aval del staff y el directorio por el hecho de existir una negociación en marcha.
Fuentes del equipo económico consideraron que en la negociación “hay días que son mejores, otros días que son más tensos, pero son cosas lógicas”, indicó una fuente con conocimiento directo de la marcha de las conversaciones, que son encabezadas por el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein y el jefe de asesores del Palacio de Hacienda Leonardo Madcur.
El centro de la discusión y que asoma como el último tema a resolver en el ida y vuelta es la posibilidad -y en qué medida- del uso de reservas y de los desembolsos anticipados que pueda enviar el Fondo Monetario, para intervenir en el mercado cambiario para influir en las cotizaciones de los dólares financieros en los próximos meses, en los que el equipo económico aguarda tensiones en ese frente por el contexto electoral.
Según estimaciones del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres), rondaría los 1900 millones, que equivalen a unos USD 2500 millones
Según pudo saber Infobae, el Fondo Monetario consultó a los funcionarios argentinos, en el escenario actual, cuál es la factibilidad del financiamiento del déficit fiscal -hay estimaciones privadas que creen que este año habrá un rojo de las cuentas públicas más alto que el del año pasado-, uno de los elementos que más preocupan en términos generales al organismo y que está enmarcado en el sistema de metas trimestrales y anuales.
La negociación presente tiene sus particularidades por el hecho de que es mucho más amplia que otras revisiones. Es decir, no solo está en revisión el conjunto de metas del primer trimestre (que en reservas y déficit fueron incumplidas), sino que la conversión incluye una recalibración de los objetivos centrales del acuerdo y, otro agravante, el propio calendario de desembolsos y hoja de ruta de pagos al FMI.
En ese sentido, un objetivo de máxima planteado en Economía es el giro anticipado de todos los desembolsos pendientes en lo que resta del año. Esos más de USD 10.600 millones no implicarían a priori un financiamiento “neto” adicional, y de hecho tampoco llegan a cubrir el total de vencimientos que restan en lo que queda de 2023 (restan pagar 8.450 millones de DEG y los desembolsos pendientes suman 8.000 millones). Solo una modificación en la hoja de ruta de pagos podría cambiar esa ecuación.
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