La portavoz presidencial Gabriela Cerruti y el precandidato a Jefe de Gobierno porteño por Juntos por el Cambio Martín Lousteau se cruzaron a través de las redes sociales por distintas visiones sobre el crecimiento y la creación de empleo en la Argentina en las últimas décadas.
En una entrevista con Infobae, el economista Lousteau aseguró que la economía Argentina “está trabada”, no crea trabajo y hace 50 años que no crece. Luego de la publicación, Cerruti le respondió con una serie de tuits donde destacó que van 31 meses de crecimiento consecutivo del trabajo registrado, el período de crecimiento más prolongado de los últimos 14 años. “En 31 meses se incorporaron 514.000 trabajadoras y trabajadores a empresas privadas”, dijo la funcionaria.
“Ante la afirmación de que el país no crece te acerco estos datos: el PBI en 1971, 50 años para atrás desde el último dato, fue de 32.29 mil millones de dólares, a 2021 este dato creció a 487.23 mil millones. Si eso no es crecimiento”, detalló Cerruti. Pero Lousteau desmintió esas cifras: “Estos números implicarían que el ingreso per cápita argentino creció 674% desde 1971, aumentando a una tasa promedio del 4,2% por año. Argentina estaría en el puesto 11 del ranking de países con mayor crecimiento en este período, junto con India, Malasia, Singapur, Corea y China, entre otros”.
¿Cuál es la visión de los economistas sobre la creación de empleo en la Argentina?
“Más allá de los números exactos, el punto central es que el empleo que se creó en los últimos años fue casi todo en el sector público y muy poco en el sector privado formal. Puede haber crecido algo pero prácticamente nada. La mayor parte del empleo se genera en el sector público o a través de monotributistas o empleo no formal. Claramente no es una economía dinámica que cree empleo de calidad. Crea empleo muy precarios o en el sector público, lo cual es un seguro encubierto de desempleo”, resaltó el economista Miguel Kiguel, director de Econviews e integrante del Centro para la Estabilidad Financiera (CEF).
Juan Luis Bour, director y Economista Jefe de FIEL, desmintió con números los argumentos presentados por Cerruti:
- El último dato oficial publicado (febrero) muestra que el empleo formal privado (EPF) creció 247.000 puestos en 11 años, desde febrero de 2012 a febrero 2023: apenas 22.000 puestos por año. En el mismo período, la misma estadística del Ministerio de Trabajo revela que el empleo público creció 791.000 puestos.
- Las cuentas de Cerruti comparan el último dato con el peor número de la pandemia: en junio de 2020 se habían perdido 311.000 puestos. “La recuperación de puestos se da por la ‘normalización’ de la economía luego de una profunda caída. Es un típico error de alguien que no sabe leer estadísticas”, explicó.
- El problema central del empleo es que casi toda la creación neta de puestos es de informales, cuentapropistas y empleados públicos. En 2022, con la economía creciendo 5,2%, el 77% del nuevo empleo fue de informales, cuentapropistas y empleados públicos.
- En la Argentina según los datos de INDEC (Cuentas de Generación del Ingreso) casi 51% de los ocupados lo están sin contrato laboral (son informales o cuentapropistas). Ellos están expuestos a fuertes oscilaciones del empleo -son lo que más ajustaron en pandemia- y los que más han perdido en términos de ingresos reales (ajustados por inflación).
- Los asalariados privados formales son un número bastante estable que crece poco pero está sujeto a violenta oscilación de sus ingresos reales por la volatilidad de la inflación. El grupo “protegido” de asalariados es el de empleados públicos, que crece en forma estable a tasas superiores a la población y cuyos ingresos están volviendo a crecer en términos reales.
Por otro lado, Bour también cuestionó los argumentos utilizados por Lousteau. “Los comentarios de Lousteau sobre el empleo son poco claros, y ello no contribuye a la discusión, aunque se entiende por el ambiente en que fueron formulados. El problema del empleo –si se refiere a empleo privado de calidad, es decir, asalariado formal- no es solo un tema de crecimiento económico”, dijo.
El economista de FIEL destacó que hubo al menos dos variables ausentes en el diagnóstico del ex ministro de Economía. “La primera es que con todas las normas regulatorias anti-empleo, nadie contrata aun con crecimiento porque sabe el drama que sobreviene si se le cae la demanda; debe cerrar su fábrica, no puede reestructurar”, aseguró.
“La segunda es que si la economía se estabiliza y tenemos una inflación de 2% anual, no mensual, las empresas que hasta ahora podían licuar costos con la inflación deberán aprender a convivir en un escenario que demanda mucha flexibilidad (ya en Convertibilidad tuvieron ese problema). Lo mismo el fisco deberá aprender a vivir sin poder licuar gasto con inflación. Todo esto es un mundo diferente que nadie parece plantear porque requiere introducir flexibilidad para poder reestructurar”, concluyó Bour
Informalidad
Según el Indec, el empleo informal, sin cobertura social ni descuento jubilatorio, se ubica en niveles récord de 37,4% del total. A ese resultado se llega después de 20 años en los que sólo la mitad del empleo creado corresponde a puestos de trabajo formales, dentro del sector privado, según un estudio realizado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
De acuerdo a los cálculos del instituto privado, en las últimas dos décadas se crearon 6 millones de puestos de trabajo, de los cuales 1 millón fueron generados por el sector público, otros 2 millones corresponden al empleo informal y los restantes 3 millones fueron creados por el sector privado.
Estos datos muestran que la Argentina tiene una debilidad estructural en la generación de empleos de calidad. Una primera consecuencia es que en 20 años no se logró reducir la gran cantidad de adultos en edad activa que no trabajan (inactivos y desempleados). De esto se deriva que casi la mitad de la gente en edad de trabajar permanece fuera del mercado de trabajo”, indicó IDESA en el reporte.
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