Los inversores en la semana responderán a la incógnita de si los esfuerzos de Sergio Massa en China alcanzarán para abastecer al mercado de divisas y si creen que el FMI, colaborará en alimentar la oferta de dólares al mercado.
Creen que las reservas seguirán bajo ataque. Más allá de las dudas que generan los yuanes y si se pueden cambiar por dólares antes de tener el acuerdo con el FMI, en la hipótesis más benévola hay que pensar que el Central pagaría tasa Shibor más 4 puntos, en lugar de los 2,5 puntos que venía pagando por cada dólar que venda. Esto representa, tomando la tasa a 5 años que cerró en 4,30% el viernes, una tasa anual de 8,3%. Pero esa tasa varía diariamente, por lo que la volatilidad de los dólares que pidió prestados es inconmensurable. De hecho, los bonos chinos atados a la tasa Shibor están calificados en condición de “venta” por los fondos de inversión.
Por otra parte, se cree que la mayoría de esos yuanes serán para alentar importaciones de China y ahorrar dólares, que irían a otros destinos.
Las brazadas del que no quiere ahogarse son tan descontroladas como la tasa a la que se negoció la deuda en uno de los peores momentos de la economía china. El yuan también está atravesando una crisis al cotizar por encima de 7 unidades por dólar. En otras palabras, el Banco Central no solo no sabe si podrá canjearlos por dólares, sino que ignora el costo final de cada dólar que venda para calmar las cotizaciones de los tipos financieros.
Cuestión de tasas
Además, a esta tasa habrá que agregarle el costo del arbitraje de pasar de yuanes a dólares. El swap chino no fue pensado como una medida cambiaria, sino como un vale para pagar sus exportaciones. Por eso, los 133.000 millones de yuanes que están en las reservas y equivalen a alrededor de USD 18.000 millones, no pagan intereses a menos que se los utilice. Son swaps, un asiento contable.
Los USD 10 mil millones para un mercado voraz son insuficientes. Al ritmo actual de intervención alcanzan para cubrir 90 días de operaciones, Si además se utilizan para pagar importaciones y energía, su vida en las reservas será más corta.
Pero son detalles, es una deuda que pagará la próxima administración y los inversores aprovecharán esa situación para comprar todo lo que venda el Banco Central porque será una divisa a precio subsidiado.
Para Salvador Vitelli, analista financiero y experto en agronegocios “el Banco Central en su balance anual contabilizó el uso de 30.000 millones de yuanes que son el equivalente a USD 5.000 millones y ahora esta semana confirmó 35.000 millones más, que equivalen a otros USD 5.000 millones. Hay que poner paños fríos sobre estos nuevos dólares. Para convertir estos yuanes se necesita una aprobación del Banco Central de China. La operación no significa necesariamente un aumento del poder de fuego del Banco Central. Lo que le va a permitir es amortizar el déficit comercial que tenemos con China que en el primer cuatrimestre fue de USD 2.200 millones. Como el yuan se deprecia frente al dólar, quizás en el futuro vamos a necesitar menos dólares para cancelar esta deuda. Además, el yuan es poco líquido para pasarlo a dólares.”
Menos liquidaciones
“Yo creo que en junio las liquidaciones de los exportadores se van a desplomar y vamos a ver al Banco Central con dificultades de acumulación de divisas y creo que la dinámica va a estar en ver cuánto le van a seguir liquidando las economías regionales con el dólar a $300″, agregó Vitelli.
Para Salvador Di Stefano “Sergio Massa quiere atalonarse con dólares en las reservas, todo dinero prestado de difícil disponibilidad. Eso no es aumentar las reservas, es pedir prestado. Y si se piensa en el FMI, ese dinero va a ser para pagarle por lo que lo que entra por un lado saldrá por el otro”.
Los mercados de EEUU están en alza porque se levantó el obstáculo del techo de deuda para los bonos del Tesoro; esto puede hacer que en la reunión del 20 y 21 de junio de la Reserva Federal no suba las tasas de interés (Franco Tealdi)
El viernes el monto de negocios en el mercado de dólares financieros alcanzó a USD 181 millones, 20% por encima del jueves a pesar del cepo. Mientras en el contado inmediato, donde intervino el Banco Central con venta de divisas a través de la recompra de bonos AL30D y GD30D el MEP aumentó $1,06 a $469,09, en el SeNeBi, donde los negocios son bilaterales y no se publican en pantalla, subió $6 a $479. Pero acá el contado con liquidación (CCL) llamado “dólar fuga” avanzó $9 a 494 pesos.
“Estoy viendo una especie de crawling peg (flotación) sobre el dólar MEP que se desliza todos los días uno o dos pesos. Quizás sea el plan de Massa de dejarlo flotar sin volatilidad y en la semana lo sabremos”, dijo por su parte el analista financiero Franco Tealdi.
Tealdi es optimista respecto al escenario exterior porque los mercados norteamericanos están en alza por las noticias de que se levantó el obstáculo del techo de la deuda para los bonos del Tesoro y esto puede hacer que en la reunión del 20 y 21 de junio de la Reserva Federal no suba las tasas de interés. El viernes, el BCRA bajó el ritmo de devaluación. La divisa subió 60 centavos, a $240,85 y golpeó sobre los mercados de futuro.
Para Andrés Reschini de la consultora F2 “la devaluación se puede desacelerar aún más para ubicarse por debajo del promedio de la tasa de política monetaria que está en 8,1% mensual. A juzgar por los volúmenes operados en bonos, esta semana se redujeron significativamente las intervenciones en el dólar CCL. Las necesidades de principio de mes pueden estar ayudando”.
“Sin dólar soja se empujará a más importadores al mercado de CCL y presionará sobre la brecha que terminó la semana casi sin cambios”, agregó. Hoy el mercado funcionará a pleno con mejores vientos del exterior, pero con un panorama negativo frente al ingreso de divisas en junio. Los yuanes no son lo que se pensaba. Son una ilusión que contendrá la caída de las reservas, pero de dudosa efectividad en el mercado cambiario donde la intervención a través de esta moneda se hace complicada.
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