La divisa “blue” terminó negociada este lunes con una caída de cuatro pesos o un 0,8% después de tres días de estabilidad, a $486 para la venta, un mínimo desde el pasado 19 de mayo. Con un dólar mayorista que cerró con alza de 1,65 peso a $242,50, la brecha cambiaria quedó en el 100,4 por ciento.
En una sesión con USD 347,2 millones en el segmento de contado (spot), las liquidaciones por el Programa de Incremento Exportador para Economías Regionales, a $300 por dólar, aportaron USD 16,7 millones, ya sin el volumen aportado por las ventas de soja y derivados, que gozaron de este estándar cambiario hasta la semana pasada. El BCRA concluyó su intervención cambiaria del día con saldo neto comprador de solo 6 millones de dólares.
Reconociendo públicamente el problema dual que atravesamos (dólar e inflación), el gobierno tomó una serie de medidas en varios frentes al mismo tiempo para intentar moderar al menos un poco el alza de precios esperada para lo que resta del 2023. Lo negativo es la confirmación de que la emisión monetaria no se va a frenar. Lo positivo fue anunciar las medidas antes de que abran los mercados.
Uno de los tantos influencers argentinos que muestran cómo se vive en el exterior hizo un video para compartir con todos la dificultad que se encuentran para poder comprar pesos argentinos en las casas de cambio de la ciudad de Miami, en Estados Unidos.
El contexto inicial es de fuerte polarización política, creciente probabilidad de hiperinflación, más de una década de estanflación, fuerte anomia institucional, y alto deterioro económico-social, el cual llevará a una inevitable reforma monetaria que deberá no solo eliminar la inflación sino también resolver el problema de las Leliq. Para ello deberá ser creíble, es decir, generar expectativas de que no será revertida por un próximo gobierno. Si no es creíble, la probabilidad de fracaso será muy alta.
La cotización “blue” del dólar recorta dos pesos este lunes, a $488 para la venta en el reducido mercado paralelo, luego de tres sesiones operativas de estabilizada 490 pesos. El dólar libre retrocede así a su precio más bajo desde el 19 de mayo último.
Las reservas internacionales brutas del Banco Central crecieron la semana pasada en USD 28 millones y finalizaron en 32.991 millones de dólares.
La Argentina ha sumado, de facto, una provincia más. La “Provincia 25″ es el nombre que recibieron los territorios fronterizos que un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea bautizó al efecto de “la oleada de compradores de países limítrofes cruzando la frontera en el último período a lugares como Mendoza, que se encuentra a pocas horas de viaje de las ciudades chilenas más cercanas”, afirmó el economista Jorge Day.
La evolución de las reservas pasó a ser casi el único tema relevante para el Gobierno, que busca llegar a las elecciones como sea, pero sin estallido cambiario. La contención del dólar se transformó en la única variable más o menos efectiva para que no se dispare más la ya muy alta inflación. La mayor estabilidad cambiaria de mayo ayudó a que el índice del mes finalmente no haya tocado los dos dígitos. Este mes ocurre algo similar: la proyección indica que la inflación podría bajar medio escalón, hasta alrededor del 8%, pero solo si los dólares financieros se mantienen estables alrededor de los 500 pesos.
En una campaña electoral cuya discusión económica más frecuente es la dolarización que propone a los gritos Javier Milei, en los últimos días se conoció una alternativa menos extrema que la propuesta del candidato libertario: la “libre circulación de monedas”. Tiene en común con la dolarización la decisión de que el dólar sea moneda de curso legal en el país, pero marca fuertes diferencias en cuanto al rol del Banco Central y tiene antecedentes que, a priori, parecen menos complejos de alcanzar.
La evolución de las reservas pasó a ser casi el único tema relevante para el Gobierno, que busca llegar a las elecciones como sea, pero sin estallido cambiario. La contención del dólar se transformó en la única variable más o menos efectiva para que no se dispare más la ya muy alta inflación. La mayor estabilidad cambiaria de mayo ayudó a que el índice del mes finalmente no haya tocado los dos dígitos. Este mes ocurre algo similar: la proyección indica que la inflación podría bajar medio escalón, hasta alrededor del 8%, pero solo si los dólares financieros se mantienen estables alrededor de los 500 pesos.
El dólar mayorista sube 1,70 peso este lunes, a $242,55, lo que representa un 0,7% más que los $240,85 del cierre de la semana pasada. En 2023 el tipo de cambio oficial avanza un 36,9 por ciento.
Como cada vez que los tipos de cambio paralelos pegan un salto o exhiben una fuerte volatilidad, resurge una pregunta que sobrevuela cualquier crisis cambiaria: a qué precios les impactará con mayor fuerza un eventual salto del dólar. La consultora PxQ realizó un ejercicio para intentar medir ese efecto en los rubros que componen el índice de precios.
Los inversores en la semana responderán a la incógnita de si los esfuerzos de Sergio Massa en China alcanzarán para abastecer al mercado de divisas y si creen que el FMI, colaborará en alimentar la oferta de dólares al mercado.
Llegó el final de la tercera etapa del llamado “dólar soja”, que arrancó el 12 de abril y estuvo vigente hasta el último viernes. El Programa de Incremento Exportador III cumplió en parte las expectativas y si bien los ingresos motorizados por el complejo cerealero oleaginoso se apegaron a las proyecciones oficiales, fue de escaso alcance sobre las producciones regionales, que también pudieron adherir al esquema de tipo de cambio más alto, aunque su aporte no se hizo notar.
El dólar libre comienza la semana a $490 para la venta, el dólar contado con liquidación a $479 y el dólar MEP a $469 por unidad.
El Banco Central terminó el viernes con compras por USD 32 millones y acumula un saldo favorable de USD 86 millones en las dos primeras jornadas del mes.
Economía prepara un nuevo canje de deuda en pesos para aliviar vencimientos por $7 billones en los próximos tres meses.
El calendario marca que las instancias decisivas del calendario electoral están cada vez más cerca y en el Gobierno empiezan a hacer los primeros cálculos sobre cómo impactará la dinámica política en algunas de las variables macroeconómicas, en especial una que funciona como termómetro de expectativas: el dólar.
Pasó una semana promisoria para los activos financieros argentinos, que volvieron a sobreponerse a las adversidades macroeconómicas y la incertidumbre preelectoral de 2023. Contra todo fundamento, las acciones argentinas tocaron el viernes sus precios más altos desde agosto de 2019, es decir, antes de la debacle que se produjo después de las elecciones primarias de aquel año.