En la City porteña, los billetes de dólares más antiguos son conocidos como “dólares cara chica”. Estos billetes suelen ser rechazados o tienen un valor reducido en comparación con los billetes más nuevos. Mientras que el dólar se paga hoy en las financieras del centro porteño a $485 por unidad a los ahorristas que los cambian por pesos, quienes llegan con billetes de las ediciones más antiguas reciben $472, un 2,7% menos.
Existen varias razones por las cuales los argentinos pueden mostrar preferencia por los billetes de dólares más nuevos:
- Autenticidad: en Argentina, hay una preocupación generalizada por la falsificación de billetes, especialmente de dólares. Los billetes más antiguos pueden ser más fáciles de falsificar y, por lo tanto, existe una desconfianza hacia ellos. Los billetes más nuevos suelen tener características de seguridad más avanzadas, lo que genera mayor confianza en su autenticidad.
- Conservación del valor: los billetes más nuevos también suelen estar en mejores condiciones físicas, ya que tienen menos tiempo de circulación y desgaste. En cambio, los billetes más antiguos pueden presentar deterioro, estar sucios o gastados, lo que genera desconfianza en su valor real.
- Actualización de diseños: los billetes de dólares se renuevan periódicamente con nuevos diseños y características de seguridad mejoradas. Los billetes más antiguos pueden tener diseños que ya no son reconocidos o pueden carecer de las medidas de seguridad más recientes. Por lo tanto, las financieras argentinas pueden preferir los billetes más nuevos por su familiaridad y porque son más aceptados en transacciones comerciales.
Es importante tener en cuenta que estas preferencias pueden variar entre financieras y no se aplican necesariamente a todas las operaciones. Por ejemplo, las “cuevas” más grandes suelen hacer nula diferencia entre las distintas emisiones y los bancos consideran a todas las versiones del dólar como equivalentes.
Cómo asegurarse de que un dólar cara chica no sea falso
Los rediseños de lo billetes de la Reserva Federal tienen como objetivo principal lograr mayor facilidad de uso y una mayor dificultad de falsificación. Sin embargo, esto no implica que los billetes de diseño antiguo carezcan de seguridad. De hecho, los elementos de seguridad presentes en los billetes de la Reserva Federal de diseño más antiguo, como las marcas de agua y la tinta que cambia de color, han demostrado ser tan efectivos que se han mantenido y actualizado en los billetes más recientes, segura CEP.
Para autenticar un billete de USD 100 dólares emitido entre 1996 y 2013, se deben realizar los siguientes pasos utilizando técnicas visuales y táctiles.
- En primer lugar, deslice el dedo por la superficie del billete para percibir la impresión en relieve, una característica distintiva que debería estar presente.
- Luego, incline el billete para observar cómo el número 100, ubicado en la esquina inferior derecha, cambia de color verde a negro, lo cual es un indicativo de autenticidad.
- Además, sostenga el billete a contraluz para visualizar la marca de agua y el hilo de seguridad. Estos elementos deberían ser visibles cuando se expone el billete a la luz adecuada.
- Asimismo, es importante observar las fibras de seguridad rojas y azules incrustadas en todo el papel, así como la microimpresión presente en el número de la esquina inferior izquierda y en la solapa izquierda del abrigo de Benjamin Franklin. En algunos casos, puede ser necesario utilizar una lupa para apreciar la microimpresión con mayor precisión.
En resumen, para autenticar un billete de 100 dólares de diseño antiguo, emitido entre 1996 y 2013, es esencial emplear técnicas visuales y táctiles, tales como la percepción de la impresión en relieve, el cambio de color del número 100, la observación de la marca de agua y el hilo de seguridad, así como la identificación de las fibras de seguridad y la microimpresión. Estos procedimientos garantizan la veracidad del billete y ayudan a proteger a los usuarios de posibles falsificaciones.
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