Mientras la comitiva que encabeza el ministro de Economía, Sergio Massa, intenta en China avanzar en negociaciones que permitan descomprimir la tensión sobre las reservas del Banco Central, en el mercado local comenzaron a poner la lupa sobre el funcionamiento del acuerdo por el swap en yuanes ya vigente desde principios de año.
La propia autoridad monetaria despertó el interés sobre el tema al referirse a la utilización de este mecanismo en la presentación de su último balance. En el apartado “Hechos posteriores al cierre del ejercicio”, el Central recordó el acuerdo alcanzado con el Banco Popular de China para disponer libremente del equivalente a USD 5.000 millones pero la redacción confusa generó interpretaciones cruzadas
“Como resultado de la reunión entre los presidentes del Banco Popular de China y del BCRA, el 8 de enero del 2023 confirmaron la activación del acuerdo de swap de monedas vigente entre ambas instituciones y se comprometieron a profundizar el uso del RMB (Renmimbis) en el mercado argentino para el intercambio bilateral. Dicho acuerdo comprende un uso especial por CNY 35.000.000 (sic) para compensar operaciones del mercado cambiario”, sostiene el texto incluído en los Estados Contables de la entidad, en el que se agrega: “Al 11 de mayo de 2023 el uso de fondos asciende a CNY 35.000.000 (sic)”.
La frase motivó inquietud entre los operadores, cuya primera lectura fue que, en apenas cuatro meses de vigencia, el cupo acordado con China para disponer de los yuanes tanto para ser convertidos a dólares a aplicar en intervenciones cambiarias o también al pago de importaciones, se había agotado.
Esa conclusión, sin embargo, fue desmentida desde el Banco Central donde aseguraron a Infobae que esos fondos todavía no fueron utilizados. En concreto, se explicó que el texto hace alusión al desembolso concreto de USD 5.000 millones y que esos fondos están en una cuenta del BCRA y no todavía no han sido utilizados. Recordaron, asimismo, que los fondos pueden ser utilizados tanto para el pago de importaciones como para la intervención en el mercado cambiario. De ahí el fuerte interés de Massa en lograr una ampliación que al menos duplique el monto activado ya vigente.
Es que, a pesar de la aclaración del BCRA respecto al tramo activado pero no gastado del swap con China, la secretaría de Comercio viene aprobando a buen ritmo importaciones desde ese país. Hasta mediados de mayo, lleva aprobadas autorizaciones por casi de USD 2.200 millones, de los cuales la industria electrónica se llevó la mayor parte (USD 762 millones), lo que refuerza las dudas respecto a cuánto queda disponible de acuerdo.
“La información del swap es muy escueta. El tema también es, después de determinado plazo, qué tasa paga”, opinó el economista Amílcar Collante, que sigue de cerca la cuestión a pesar de la falta de precisiones que se atribuye a la información pública al respecto. En ese sentido, el analista calculó que la tasa que paga la Argentina por la utilización de esos tramos se ubica en torno al 6,4% anual (tasa Shibor + 400 pb). “Es una tasa más baja que la que está cobrando el FMI, ya que la del Fondo se compone de la tasa DEG (3.8%) más los 400 puntos básicos”, agregó Collante.
Pero esos cálculos se basan en la proyección a la actualidad de las condiciones que, a fines de 2015, el Banco Central al mando de su ex titular, Federico Sturzennegger, hizo públicas cuando se activó, por primera vez, un tramo de USD 3.100 millones. En ese entonces, el costo total para la entidad fue de 4% anual en dólares ya que la tasa Shibor (la tasa de referencia de Shanghai) estaba en niveles prácticamente nulos. Con el ciclo de alza de tasas a nivel mundial, también en China subieron los tipos de interés por lo que ahora es más costoso aunque, en esta ocasión, el BCRA mantiene las condiciones de acuerdo bajo estricta confidencialidad.
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