Una de las polémicas habituales del mercado cambiario argentino, las diferencias en el valor que pagan financieras y “cuevas” por las distintas versiones de billetes de dólar, resulta bastante incómoda para el Gobierno de los EEUU. En las últimas horas, un servicio de información oficial volvió a insistir para tratar de saldar las discusiones: los dólares “cara chica” valen lo mismo que cualquier otro. Pero más allá de la insistencia, en el mercado local las emisiones más antiguas siguen siendo discriminadas.
La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) lleva adelante una campaña para educar a los usuarios de sus billetes de todo el mundo respecto a sus normas y el respaldo que da a la moneda norteamericana. Uno de los puntos en los que insiste, una y otra vez, es un tema caro a las costumbres de la City porteña donde los cambistas pagan distintos valores según la antigüedad de los billetes.
La Fed recalcó esta semana que los dólares “cara chica” valen lo mismo que las versiones más modernas
El Programa de Educación en Moneda (CEP, por sus siglas en inglés) es un departamento dependiente del directorio de la Fed cuyo objetivo es garantizar que los usuarios de la moneda estadounidense en todo el mundo tengan acceso a educación, formación e información sobre los billetes de la Reserva Federal. En un nuevo comunicado distribuido esta semana, el CEP enfatizó que “todos los diseños de los billetes de la Reserva Federal siguen siendo de curso legal independientemente de cuándo se hayan emitido” a través de su cuenta de Twitter.
“Es política del gobierno de los Estados Unidos que todos los diseños de billetes de la Reserva Federal sigan siendo de curso legal, o legalmente válidos para pagos, independientemente de cuándo se emitieron. Esta política incluye todas las denominaciones de billetes de la Reserva Federal, desde 1914 hasta la actualidad”, reza el comunicado. “La Junta de la Reserva Federal reconoce que en algunos países puede haber diferentes tipos de cambio o políticas de aceptación de monedas extranjeras, pero los mercados, y no el gobierno de EEUU, controlan estos tipos”, agregó.
Por qué la gente rechaza los billetes “cara chica”
En el mercado argentino, la fecha de emisión de un billete tiene una incidencia muy clara en sus precios. En las “cuevas” de la City porteña se realizan transacciones con los dólares denominados “cara grande” a un precio de compra de $485 y de venta a $490 este miércoles.
Pero cuando un ahorrista se acerca a la ventanilla con un billete de dólar “cara chica”, se le ofrece un precio de compra de $472, lo que representa un descuento de $13 o el 2,7% por dólar, únicamente debido a la antigüedad de los billetes.
Peor es el caso de los billetes manchados. Por esta condición se toma al billete de USD 100 a USD 96, es decir con un descuento de cuatro dólares o 4 por ciento. Y sobre aquellos billetes deteriorados, que presenten alguna rotura o faltante, se los toma con un descuento de 10% en el comercio informal.
El problema con los dólares “cara chica” es de larga data. Se llama así en la jerga a los billetes de USD 100 emitidos antes de 1996 que tienen la cara de Benjamin Franklin más pequeña que en las versiones recientes. Desde hace varios años, las cuevas pagan menos a los clientes que llegan con esas viejas ediciones del billete verde.
Los dólares denominados “cara chica” son aquellos billetes emitidos hasta 1996. Legalmente tienen el mismo valor que los nuevos
Hay que aclarar que en el mercado formal esa diferenciación de las distintas ediciones de los dólares no se tienen en cuenta. En los bancos argentinos se respeta la disposición de la Reserva Federal de los EEUU, que en febrero de este año aclaró que “no es necesario comerciar con billetes de diseño antiguo. Toda la moneda estadounidense sigue siendo moneda de curso legal, independientemente de cuándo se haya emitido”, sostuvo el organismo, en su cuenta de Twitter “US Currency”.
Según la Fed, es política del Gobierno de Estados Unidos que todos los diseños de billetes de la Reserva Federal sigan siendo de curso legal, o legalmente válidos para pagos, independientemente de cuándo fueron emitidos.
No sólo las “cuevas” discriminan los dólares “cara chica”. También lo hacen en el mercado inmobiliario y en centros turísticos del exterior
Aunque en términos puramente legales los bancos tienen razón, los clientes tienen algunos motivos válidos para preferir billetes nuevos, pues el descuento en el mercado paralelo se hace extensivo al mercado inmobiliario, que desde hace décadas tasa las propiedades y las comercializa en moneda extranjera -lo que incluye honorarios profesionales en dólares-, aunque luego se escritura y pagan impuestos en pesos.
En países vecinos esa práctica también se extendió, pues muchos turistas argentinos cruzan la frontera con dólares que tienen muchos años de circulación. En las casas de cambio de Brasil o Uruguay pagan menos por comprar dólares viejos, aún cuando se trata en estos casos de operaciones formales. Y los numerosos argentinos que viajaron a Qatar para presenciar el Mundial de Fútbol el año pasado se encontraron con que, en ese país, sólo aceptaban los billetes más modernos “cara grande” y con una banda azul de seguridad. Todo el resto de los billetes no tenían validez alguna para los comercios y entidades financieras qataríes.
Otro problema que quizás explique la preferencia por billetes nuevos tiene que ver con estafas. Una y otra vez, estafadores convencen a particulares de que los viejos billetes van a perder validez por alguna norma inventada que atribuyen a los Estados Unidos y, así, se ofrecen a cambiar con grandes descuentos (cuando no con billetes falsos) los viejos “cara chica”.
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