Solucionado el problema de la deuda del Tesoro norteamericano, hay más optimismo en los inversores del mundo. Los futuros que se negociaban el domingo anticipaban alzas importantes en los mercados de Estados Unidos para el martes. Hoy no operan debido a que allí se celebra, como cada último lunes de mayo, el Memorial Day, en homenaje a todos los soldados caídos en combate a lo largo de la historia de ese país.
En la plaza local, tras el discurso del 25 de mayo con la reafirmación de que Cristina Fernández de Kirchner no será candidata, aumentaron las posibilidades de que la derrota del partido gobernante sea amplia.
Los inversores ahora ven una oportunidad en los bonos que están a paridades muy bajas de entre 22 a 25% y no guardan relación con la suba de las acciones.
Bonos sí, pero no necesariamente acciones
Por eso muchos apostaban a que habrá demanda de títulos de la deuda externa, porque se aleja la posibilidad de un default. Pero esto no implica que haya apuestas a acciones que pueden verse favorecidas por esta situación.
También se volcarán al mercado del futuro de los dólares con especial cuidado a diciembre donde el miércoles cerró a $480 y marcó una devaluación para todo 2023 de 209 por ciento.
El fin de semana algunos recordaron la maniobra del expresidente del BCRA, Alejandro Vanoli, que entre julio y noviembre de 2015 vendió dólares futuros a precios atractivos con vencimientos concentrados en abril de 2016, para contener el ascenso del dólar contado
La presión sobre una devaluación se distribuye en todos los plazos a partir de agosto. Lo particular es que el dólar da un salto de 10% a $529 de fin de año a fin de enero. De allí en adelante la tasa de cada fin de mes ronda 8 y 9 por ciento.
El miércoles el mercado de futuros insinuó un alza en todas las curvas, pero hoy se pueden enardecer. En el fin de semana recordaron la maniobra del ex presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, que entre julio y noviembre de 2015, con vencimientos concentrados en abril del año siguiente, vendió dólar futuros a precios atractivos para contener el ascenso del dólar contado. El resultado fue una pérdida en pesos equivalente USD 4.000 millones de dólares que se redujo porque el Gobierno de Mauricio Macri pagó los $70 mil millones perdidos con una retención de 35% por impuesto a las ganancias.
Pero en los próximos días es mucho lo que se juega. El ministro de Economía, Sergio Massa, está buscando dólares del Fondo Monetario Internacional y yuanes de la oficialmente denominada República Popular China. El problema es que ninguno de los potenciales financistas quiere que esos recursos sean de libre disponibilidad y que se utilicen para aplacar la suba de los dólares financieros.
Ida y vuelta
Además, buena parte de lo que le dé el Fondo Monetario se irá recorriendo en sentido opuesto el mismo camino por el que llegó, para pagar vencimientos al propio organismo internacional. De hecho, la agenda precisa que el 21 de junio hay que pagarle al FMI USD 2.800 millones en concepto de capital e intereses y el 9 de julio hay nuevamente pagos de deuda, por USD 1.000 millones.
En su informe, el economista Salvador Di Stefano señala que al FMI hay que pagarle “de aquí a fin de año USD 7.112 millones de capital y USD 1.057 millones de intereses”. En ese informe señala que, de mayo de 2022 a abril de 2023, las personas humanas fugaron USD 9.667 millones.
La tendencia a dolarizarse es obvia. Y el escenario de dólar retrasado recuerda a la ya mencionada gestión de Vanoli.
En definitiva, Massa apuesta al Fondo Monetario y a China para no devaluar.
Seguir leyendo: