El Gobierno prevé lanzar en los primeros días de junio una versión del programa Precios Justos para los comercios de cercanía, que incluyen almacenes, autoservicios y supermercados chinos. Con el nombre de Precios Justos Barriales, incluiría una canasta de productos de consumo básico (alimentos, bebidas, productos de higiene personal y limpieza) que se comercializarán en los comercios más chicos con un precio fijo hasta el 15 de julio y luego un sendero de aumentos de 3,8% mensual.
La Secretaría de Comercio ya definió una lista de 108 productos, entre los que se encuentran 51 artículos de almacén como aceite, arroz, fideos, puré de tomate, queso rallado, mermelada, cacao, café, té, galletitas y harinas. También bebidas (gaseosas cola, cerveza y agua mineral), lácteos (leche y yogur), limpieza (papel higiénico y jabón líquido), unos 30 productos de perfumería y seis productos para bebés.
Estos días están presentando el programa a las autoridades a las autoridades de los organismo de Comercio de las provincias, porque la idea es que esta vez el programa de precios esté disponible para todo el país, aunque la llegada a los distintos distritos será en forma gradual. También se concretarán reuniones con la Cámara de Mayoristas (Cadam), ya que los comercios que venden a los minoristas serán una pieza clave para que el programa funcione, y con representantes de los comercios de cercanía.
¿Cómo se espera que funcione la canasta? Los comercios más chicos podrán abastecerse de estos 108 productos en las cadenas de supermercados mayoristas a un precio acordado y también a través de algunos proveedores directos (por ahora habría dos empresas). A esa lista de precios que deberán cumplir los mayoristas se agrega otra lista -donde se incluye un porcentaje o margen de ganancia para el comercio minorista- con los precios de venta sugeridos al público. Esos precios se van a mantener desde el 1° de junio hasta el 15 de julio y después tendrán un sendero de 3,8% de aumento mensual.
“La idea es que se implemente en todo el país de manera gradual, porque es un sector con bastante fragmentación y dificultades para implementar estos programas, pero lo vamos a difundir para todos los comercios que se quieran sumar. También va a haber un app para que los mismos comerciantes puedan avisar si hay algún producto faltante o que no tenga el precio acordado”, explicaron fuentes de la Secretaría.
Este no será el primer intento de lanzar una canasta para comercios de proximidad. Ya hubo uno durante la gestión de Paula Español, con precios fijos impresos en los mismos envases de los productos, y luego con la llegada de Roberto Feletti al frente de la Secretaría de Comercio y el lanzamiento de una lista de 60 productos, con el nombre de “+ Precios Cuidados”. En ese caso, solo estaban disponibles para la zona del AMBA y al poco tiempo los comercios minoristas aseguraban que no podían acceder a la mercadería.
Desde el sector, aseguran que la clave para que el programa pueda funcionar está en los comercios mayoristas, donde se abastecen los supermercados más chicos, almacenes y autoservicios que no tienen acceso a los proveedores directos de fábrica. En tanto, los mayoristas aseguran que en su caso dependen del abastecimiento de los productos, que falló en los intentos anteriores de acuerdos de precios para comercios de proximidad.
“Es importante que esté acordado el precio de venta y el precio de compra. Nos pasó que el mayorista nos quiera vender al mismo precio que tenemos que vender al público. Estamos dispuestos pero es fundamental el abastecimiento de los productos. Este programa ya se intentó dos veces. De los 60 productos de la canasta anterior a los 15 días del programa solo conseguíamos 17. La intención estuvo pero la mercadería no llegó”, dijo Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA).
Con todo, el objetivo de la medida será achicar la actual brecha de precios entre las grandes cadenas de supermercados -que están dentro del programa Precios Justos- y los comercios más chicos que hoy no acceden a los acuerdos de precios. Hace tiempo que los relevamientos del mercado advierten que mientras las grandes cadenas de supermercados mantienen números positivos en la comparación interanual, se profundiza la caída de ventas en los comercios más chicos.
El último informe de la consultora Scentia, que releva precios a través de los escáneres de los comercios, mostró que, durante abril, las ventas de consumo masivo tuvieron una caída de 0,3% en comparación con igual mes del año previo. Sin embargo, las ventas de las grandes cadenas de supermercados crecieron 9,4% mientras que las de los comercios de cercanía disminuyeron 8,7% en todo el país.
Ahora, si se toma solo a los autoservicios independientes de la zona del AMBA las ventas se desplomaron un 21% durante el mes pasado, con fuertes caídas en productos perecederos (donde se incluyen los congelados) y productos de limpieza para la ropa y el hogar.
Un relevamiento en el sector supermercadista en la semana del 24 al 28 de abril, arrojó una brecha porcentual de precios entre las grandes cadenas y los comercios de cercanía de 31 puntos. Los locales más chicos son, en general, donde se abastecen los sectores de menores recursos económicos.
Un relevamiento de Ecolatina basado en la Encuesta de Gasto de los Hogares de Indec destacó que los deciles más pobres de la sociedad no sólo gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en productos de consumo masivo, sino que tienden a comprar menos en comercios de grandes superficies. Así, los hogares del 10% de menores ingresos destinan sólo el 15% de sus gastos en alimentos y bebidas al canal de grandes supermercados, mientras que ese porcentaje crece a 45% en los hogares del 10% de mayores ingresos.
Seguir leyendo: