Para quien no está en contacto habitual con la minería, un recorrido por Arminera 2023, la tenida que tras 4 años volvió a convocar al sector minero local y se realizó por primera vez en el predio de la Sociedad Rural, en Palermo, fue una ocasión de observar la enorme diversidad y variedad de empresas, muchas de ellas pyme, que integran su “cadena de valor” en la parte que la jerga industrial suele llamar “aguas arriba”.
El Valor Agregado no existe solo “aguas abajo”, como sugiere el discurso político que, por caso, la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner (CFK) reiteró el jueves en Plaza de Mayo al pedir que, como la Argentina tiene litio, se fabriquen aquí “por lo menos las baterías”, como si antes no hubiera valor. De hecho, el país no exporta litio, sino Carbonato de Litio (LCE) “grado batería” (en 2022, por USD 696 millones), lo que implica elaborarlo para lograr un nivel de pureza de al menos 99,5 por ciento.
Fabricar baterías, explican los expertos, requiere no solo mayor dominio tecnológico y grandes inversiones, sino también importar ingentes volúmenes y miles de millones de dólares de otros “minerales críticos” que el país hoy no produce (como el cobre) o no tiene (níquel, cobalto, manganeso, grafeno a partir de grafito), amén de sufrir una acuciante escasez de divisas. Por otra parte, no hay a la vista mercado local o regional suficientes y lo remoto de los mercados grandes ya existentes (EEUU, Europa, China), implica un enorme desafío de costos y logística. Al fin y al cabo, el litio explica cerca el 5% del peso de las baterías de “ion de litio” y del 8% de su precio. En el mejor de los casos, diría Reinaldo “Mostaza” Merlo, será un trabajoso “paso a paso”.
En el candelero
La minería está hoy en el candelero por la expectativa cuasi-salvacionista en torno del litio y la concreción del megaproyecto de cobre más grande y avanzado del país, Josemaría, de la sueco-canadiense Lundin Mining, en la provincia de San Juan, que implica más de USD 4.000 millones de inversión y generaría por sí sola, en los primeros 15 años de producción, unos USD 1.100 millones anuales de exportación. Si todo va bien, empezaría a producir en 2026, dijo Alfredo Vitaller, vicepresidente de asuntos corporativos de Josemaría.
“Si los 3 principales proyectos de cobre en San Juan se concretan, San Juan se transforma en la California Argentina”, se entusiasmó Vitaller, refiriéndose al proyecto propio más El Pachón (de Glencore, una multi minera con sede en Suiza) y Los Azules (a cargo de la canadiense Mc Ewen). La historia sugiere cautela: el yacimiento Josemaría fue descubierto hace ya 20 años y El Pachón, hace 50 años.
Lundin, precisó Vitaller, lleva invertidos USD 1.100 millones en Josemaría, pero todavía debe acordar regalías con San Juan, que pretende 3% sobre el valor de ventas, equivalente al 4,5% del valor del cobre en “bocamina”; tiene además que tender líneas de alta tensión y caminos al actual campamento, a 4.500 metros de altura, en lo que la empresa llama etapa de “preconstrucción” pero que en el discurso político provincial y nacional salta a “construcción”, y aún no logró el visto bueno para descontar regalías de esas inversiones a partir de un artículo de la ley de promoción minera, de 1994.
Paso clave
El gran paso adelante fue, en 2022, la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental por parte de San Juan, pero aún restan, dijo a Infobae Carolina Laumann, gerente de Comunicaciones de Josemaría, más de 300 permisos y aprobaciones, desde derechos y servidumbres de paso hasta diferentes fideicomisos, parte del juego que hace que la carga impositiva sectorial sea aquí mucho más alta que en países mineros como Chile y Perú y en potencias como Australia, Canadá y EEUU.
Mientras tanto, centenares de stands mostraron en Arminera un nutrido mundo de productos y servicios que se mueven al compás de la minería.
Sergio Silvani, gerente de Ventas de Yard, una empresa con 20 años de vida y planta en Chacarita, exhibía y contaba detalles de sus confecciones de ropa para condiciones extremas con telas técnicas y tipo tracker, como taslon, con las que completó un pedido de Vialidad Nacional y provee a mineras como Newmont y Anglogold Ashanti. La empresa, que también fabrica para Pampero, decidió mostrar más su propia marca, trabaja con colores de alta visibilidad y hace “estampados reflectivos”, explicó Silvani, mientras atendía a un representante de una empresa de servicios de seguridad minera que lo consultaba sobre prendas interiores soft al contacto y aptas para los extremos climáticos de las alturas en el noroeste argentino.
Diego Strafaccio y Mariano Vila, respectivamente gerente general y especialista en Salud Ocupacional y Producto de Maincal, una empresa rosarina de 60 años de trayectoria en calzado de alta seguridad, exhibían los modelos de calzado “Funcional”, más pesados y “duros”, y la nueva línea más liviana, pero aún de seguridad, Voran.
Vila, que trabajó en la Superintendencia de Riesgos de Trabajo de la Nación, llevó su conocimiento a la firma de la familia López Cali. No solo se trata de evitar accidentes, sino de que el personal trabaje de la forma más confortable posible; un alto porcentaje del ausentismo laboral, explicó a Infobae, se debe a dolores musculares, malas posturas o calzado inadecuado. Maincal también tiene dificultades para importar, por caso, “Goretex”, de Alemania, pero lo soluciona en parte pagando con los dólares que le genera una asociación con una empresa de EEUU.
La veta minera también atrajo a TN Platex, de la familia Karagozian, vía la línea de “Big Bags”, esas enormes y resistentes bolsas de polipropileno de rafia que se ven en obras en la calle, mayormente cargadas con arena. Tomás Karagozian, quien participó en un panel con proveedores y gente de relaciones con la comunidad, contó que la producción de Big Bags para minería aumentó las exigencias: bolsas que resistan 1.800 kilos, en algunos casos con revestimiento (coating) interior. “Por ahora el principal cliente sigue siendo el agro, dijo a Infobae, pero TN Platex está en conversaciones para proveer al proyecto cuprífero “Filo del Sol”, de la gigante australiana BHP, en San Juan. “Vemos verdaderamente un gran potencial”, señaló.
Las SIRA
Martín Sánchez, de Ibsa (Industrial Belgrano SA), 80% enfocada en la minería, contó a Infobae que trabaja en partes para equipos, revestimientos resistentes a la abrasión y corrosión, diseño y soluciones de equipamiento. La firma se quedó con una planta en Flores, tras cerrar la que tenía en Tucumán, desde donde atendía a Jujuy, Salta y Catamarca. Su drama hoy, común a casi todas las pymes mineras, es lograr la aprobación de SIRAs, el trámite de importación (el sector tiene más de 20.000 iniciados) con el que el gobierno maneja a discreción la escasez de divisas.
Ibsa llegó a tener 200 empleados y atender operaciones en Minera Alumbrera, Cerro Vanguardia y Veladero (San Juan), Pirquitas (Jujuy) y Cerro Negro, Cerro Moro y Patagonia Gold, en Santa Cruz. Sánchez habló del “genocidio de proyectos mineros” de Jorge Mayoral, primer secretario de Minería del kirchnerismo, “cuando se decía que el país tenía USD 10.000 millones de inversión en marcha en diversos proyectos, algunos de los cuales, como Lindero, tardaron 25 años en llevarse a cabo”.
Del otro lado de los Andes
Chile hoy tiene USD 35.000 millones de proyectos en construcción, precisó Sánchez, tercera generación de una familia de proveedores mineros. “Decir que no hay industrialización es una simplificación de ignorantes; la minería consume acero, lubricantes, neumáticos, logística, procesos, y genera derrame industrial. Chile tiene grandes fundiciones de caños y plásticos, que acá no hay, por la minería. Además, la minería hoy se desarrolla en un contexto técnico y ambiental que antes no existía”, se explayó.
Gabriel Asaad, gerente técnico y comercial de Weisz, empresa familiar de ingeniería fundada en 1968 en Lanús que fabrica instrumentos de medición de temperatura, presión y caudal y accesorios antiexplosivos y trabaja en sistemas de integración, automatización y control de actividades industriales, petroleras y mineras, contó a Infobae que en marzo de 2020 el inicio de la pandemia lo encontró trabajando en el desarrollo del Parque Eólico Caucharí-Olaroz, en Jujuy, donde debió quedarse 6 meses, a 4.000 metros de altura. A fines de 2021 Weisz inauguró un laboratorio de calibraciones en Palpalá en el que colaboraron la Universidad Nacional de Jujuy y el área de Metrología y Calidad del INTI. Ahora Asaad deshoja la margarita entre Salta y Jujuy para ver dónde se radicará para atender los requerimientos del desarrollo minero en general, y litífero en particular, del NOA.
Edgar Yépez y Diana Corchuelo, de Inbox Technologies Latam, que provee equipos y software de análisis y equipos integrados para análisis de mineralogía, química y control de calidad, reconocieron también problemas para la importación de equipos. La empresa, nacida en 2005 en Costa Rica, abrió en 2018 sucursal en la Argentina y próximamente lo hará en Chile. Ya tiene entre sus clientes a la Comisión Nacional de Energía Atómica, la UTN, el ITBA, el Conicet, Y-Tec, YPF Litio y Cerro Negro, una mina de oro en Santa Cruz. Inbox hace servicio técnico, audita métodos, desarrolla aplicaciones y lanzó la “Universidad Inbox”, plataforma digital de capacitación y difusión de material didáctico. El 60% de los pedidos que recibe es para analizar “materia primaria” con métodos automáticos y sin los contenidos “tóxicos y contaminantes” del pasado.
Drones e Inteligencia Artificial
Muy cerca estaba el stand de UAV Latam, una empresa de Vehículos Aéreos No Tripulados e Inteligencia Artificial con 20 años de experiencia y presencia en 8 países de América Latina. Brenda Schreiner, directora de operaciones y pilota de drones, contó que la empresa hace el relevamiento, procesamiento y análisis de la información, generando datos volumétricos y geométricos detallados en 3 D y datos geoespaciales de alta resolución. “Eso permite la trazabilidad y el mantenimiento preventivo de las locaciones”, explicó a Infobae. Recientemente UAV hizo relevamientos de información para determinación de existencias de litio en Salta para una universidad brasileña. La empresa tiene también el servicio UAV Cargo, de envío vía drones de material a locaciones de difícil acceso para “reducir el tiempo y costo de entrega de modo eficiente y seguro”.
Menos sofisticados, pero no menos importantes, son los servicios que presta ATA (Alta Tecnología en Alimentos”), fundada en 2002 por Carlos Sola luego de vender su parte de Integralco, una firma de gastronomía que controlaba el Exxel Group. ATA arrancó ganando la administración de un par de hoteles, pero pegó un salto cuando ganó una licitación para hacerse cargo del catering y la hotelería del campamento de Veladero, de Barrick Gold, el proyecto aurífero más grande de la Argentina, prevaleciendo sobre la francesa Sodexo, la alemana Eurest y la chilena Central de Restaurantes.
Dar de comer, y limpiar
Tan bien le fue, que trasladó su sede central de Buenos Aires a San Juan, donde también tuvo de cliente a Minera Alumbrera, que cesó en 2018 (un proyecto cercano es Mara, en la misma provincia) y desde 2007 provee a Yamana Gold y el proyecto Gualcamayo (800 personas), atendió a 4 campamentos del proyecto El Pachón , la mina Pascua Lama, también de Barrick Gold, y actualmente atiende a cerca de 1.000 personas en uno de los tramos, entre Chacharramendi y la Reforma, en La Pampa, del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, a inaugurarse a fines de junio.
El servicio a los campamentos y operaciones mineras incluye desayuno, almuerzo, cena y servicio de hotelería explicó a Infobae, María Delia, a cargo del stand. No es sencillo dar de comer y mantener la limpieza de vivienda y ropas de entre 700 y 1.000 o más personas a 4.000 metros de altura, en zonas alejadas, abastecidas con camiones de la propia empresa, con una dieta apropiada y un balance diario de calorías (exigencia clave del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, Cenard, otro de sus clientes) según tareas, clima y altura. En las operaciones, dijo María Delia, la empresa busca contratar la mayor cantidad posible de personal del lugar.
En la altura y en locaciones aisladas también es clave el manejo de control de acceso y cerraduras electrónicas. Es lo que hace Full Lock Systems, división de Full Assistance Argentina, que, como ATA, también empezó en el rubro hotelero y hoy provee a campamentos mineros controles inteligentes de acceso y cerraduras electrónicas con todo tipo de sistemas, desde huellas digitales, smartphones, tarjeta, clave apta intemperie, funcionalidad con batería baja, sistemas combinados y llave mecánica para emergencias. La empresa se define como “una Pyme Argentina Transnacional” con proyección regional y Carolina Nicosia, a cargo de su stand en Arminera, contó que tienen clientes del peso de Exar y Eramet en el triángulo litífero argentino.
Protección respiratoria
También estaba Air, empresa chilena nacida en 2016 que apuntó a una “demanda insatisfecha” en materia de “protección respiratoria”, de la que ya provee 60% de las necesidades de la minería trasandina, contó a Infobae Juan Manuel Esnaola. En diciembre 2019 Air abrió oficinas en la Argentina, tiene como cliente a Yamana y está en proceso de homologación de equipos con Minera Santa Cruz (oro), Exar (litio) y Pan American Silver (plata). Importa su producción de Chile. El mercado argentino, explicó Esnaola, no tiene aún volumen suficiente para la producción local de sus equipos.
El peso y proyección de productos y servicios “aguas arriba” se evidenció también en la maciza presencia de Australia, un gigante de la minería mundial. El número en sí mismo (17 empresas) delata la expectativa por el desarrollo minero argentino, que llevó a Palermo a empresas del tamaño de BHP, Lake Resources o Fortescue Metals Group, una división de Fortescue, la empresa involucrada en el proyecto de desarrollo del Hidrógeno Verde en Río Negro. Pero la mayoría de las empresas australianas en Arminera eran proveedores de servicios como Ausenco (consultoría, entrega de proyectos, mantenimiento), Challenger Exploration (exploración, a cargo del desarrollo de Hualillán, un proyecto aurífero en San Juan), Orica (explosivos y productos químicos, monitoreo geotécnico, aplicaciones digitales) y Worley (red mundial de consultores, ingenieros, trabajadores de construcción y científicos de datos aplicados a recursos naturales).
El fuerte australiano
Australia dejó de ser solo exportador minero para convertirse en un país líder en exportación de equipos, servicios y tecnologías mineras (METS, por sus siglas en inglés), enfatizó a Infobae Sebastián Rendina, director de desarrollo de negocios para la Argentina de la Comisión Australiana de Comercio e Inversión (Austrade), que cuenta con más de 60 oficinas en todo el mundo. Es, por lejos, el principal exportador de litio del mundo, aunque algunos voceros y políticos argentinos desdeñan su rol señalando que exporta “espodumeno”, casi roca de litio, no carbonato, como la Argentina.
De vuelta, hay allí ninguneo o ignorancia sobre el valor “aguas arriba” de la explotación minera en sí. “Australia es el principal inversor extranjero en proyectos mineros en la Argentina. El sector METS, en el que hay cerca de 660 empresas, genera 92.000 millones de dólares australianos anuales (unos USD 61.000 millones) a la economía, se calcula que en 2030 generará un 50% más, ocupará a 300.000 personas y exportará por USD 18.000 millones al año, enfatizó Rendina, quien precisó que las empresas australianas tienen 30 años de presencia en Chile y su transferencia de tecnología ayudó al desarrollo de la “cadena de valor” de la minería trasandina.
En la feria minera hubo, por cierto, mucho más, desde un amplio espacio de “ronda de negocios” que se mantuvo ocupado durante las 3 jornadas, paneles sobre minería sustentable (que encabezó el canadiense Pierre Graton, creador e impulsor mundial de los 8 protocolos de la iniciativa “Hacia una Minería Sustentable”, TSM, por su sigla en inglés), rubro en el que fue premiado Marcelo Álvarez, CEO para Sudamérica de Barrick (“no revertí la posición de todos sobre la minería, pero sí sé que muestro a todos como trabajamos y los resultados”, dijo a Infobae), sobre “Mujeres en Minería”, encabezado por María Eugenia Sampalione, de Newmont, a cargo de la mina aurífera Cerro Negro en Santa Cruz, Proveedores, Relaciones con la comunidad, Secretarios de Minería provinciales, CEOs mineros y los 3 gobernadores de las provincias del “triángulo del litio”, Salta, Jujuy y Catamarca. El jujeño Gerardo Morales fue quien más apuntó a las restricciones para importar que enfrenta un sector superavitario en divisas y que, según cálculos oficiales, deja en el país 8 de cada 10 pesos que genera.
Incertidumbres y “dólar minero”
En su discurso, el presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), el también jujeño Franco Mignacco, destacó los 100.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y los USD 4.000 millones de exportaciones que ya genera el sector, amén de su rol clave en economías del NOA y la Patagonia.
En un tramo, Mignacco apuntó al potencial. “Tenemos por delante más de USD 20.000 millones en inversiones, y las proyecciones aseguran que al menos triplicaremos las exportaciones en los próximos 10 años, gracias al crecimiento del litio y la incorporación de los proyectos de cobre”, subrayó. Pero advirtió también sobre los obstáculos para llegar allí. “Nos seguimos encontrando con escollos en temas básicos, como el acceso a importaciones de bienes y servicios necesarios para la producción y la construcción de los proyectos”, algo que -dijo- también imposibilita la planificación en un sector que tiene horizontes de muy largo plazo.
“En el caso de las pymes, un retraso en la adquisición de un repuesto significa una máquina parada e impacta directamente en su capacidad productiva. Y esto nos sucede, a pesar de que por cada dólar que necesita importar la minería, produce 10 dólares en exportaciones”, enfatizó Mignacco quien también criticó la falta de un mecanismo que atenúe “el impacto del desfasaje cambiario, tal como se le brindó a otros sectores exportadores”. Un poco sutil pedido de “dólar minero” al que no hubo respuesta del ministro de Economía, Sergio Massa, en su paso por Arminera, ocupado como está en conseguir recursos para una economía atrapada por el corto plazo y el calendario electoral.
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