Al tiempo que prepara su viaje a China, donde espera cerrar una ampliación para el uso del swap de monedas, Massa acelera los acuerdos con empresas para cuidar los pocos dólares que le quedan al Central. En todos los casos se trata de extender los plazos para el pago de importaciones, obligando a las compañías a hacer frente a esas obligaciones con divisas propias o bien solicitando financiamiento a sus proveedores.
El último ejemplo de esta estrategia involucra a las principales petroleras, a quienes le le informaron que deberán postergar los pagos de importaciones por 90 días. Se trata de estirar los plazos para reducir al menos momentáneamente la demanda de dólares y de alguna manera frenar el drenaje de reservas netas, que ya serían negativas por alrededor de USD 1.700 millones.
Las petroleras -según dejaron trascender fuentes oficiales- deberán usar dólares propios para financiar el acceso a importaciones, aunque también podrían solicitar financiamiento bancario o solicitar a los propios vendedores que los financien hasta poder acceder al mercado cambiario.
Otro de los sectores en la mira para negociar una postergación a la hora de pagar las importaciones son los laboratorios. Debido al COVID-19 el Gobierno les otorgó acceso inmediato al mercado cambiario oficial. Pero ahora que los contagios ya se redujeron sustancialmente, se dispuso un plazo de 60 días para los pagos, aunque previo a la pandemia era de 180 días.
De la misma forma, el Gobierno también había frenado la contratación de fletes internacionales, al advertir que en una gran cantidad de operaciones el precio en dólares triplicaba lo que se paga en el mercado internacional.
Aunque el Banco Central compró cerca de USD 400 millones en el mercado oficial de cambios en las ultimas semanas, igual las reservas netas siguieron en descenso y se calcula que ya están unos USD 1.700 millones en rojo. Por eso, se abren semanas claves de negociaciones para fortalecer la situación critica del Banco Central
La sospecha fundada era que en realidad utilizaban el pago de ese servicio como una forma de girar divisas al exterior al precio oficial y luego ingresarlas al contado con liquidación, un “rulo” que deja una ganancia de casi 100% en moneda dura. Lo mismo está sucediendo con el pago de otros servicios al exterior, como el caso de regalías.
También entraron en este régimen las automotrices, lo que implica el ahorro de alrededor de USD 1.000 millones durante el año. Mientras tanto sigue en aumento la deuda del BCRA a importadores, que se estima superior ya a los USD 11.000 millones. Es posible que esta deuda flotante le pase a la próxima administración ya que es imposible en este contexto de escasez de dólares.
Con todos estos acuerdos se busca compensar al menos parcialmente el impacto negativo de la sequía, ya que este año entrarían unos USD 25.000 millones menos que en la campaña anterior. Las lluvias de las últimas semanas estaría recuperando la humedad del suelo, lo que aumenta las expectativas de una buena cosecha de trigo y luego de maíz y soja.
Pero mientras tanto, las energías de Massa están puestas ahora casi exclusivamente en fortalecer las alicaídas reservas o como mínimo suavizar la demanda de dólares en los próximos meses. El objetivo es poder llegar a las PASO sin un salto brusco del dólar oficial, pero al mismo tiempo cuidando que la brecha cambiaria no aumente más allá de los niveles actuales.
La negociación abierta con el FMI es fundamental y ahora desde Economía aseguran que todo podría cerrarse en la semana del 12 de junio. Para ese momento quedarían establecidas las nuevas metas tanto en materia fiscal como de reservas netas para lo que resta del año. Pero sobre todo se aguarda una respuesta afirmativa del organismo para desembolsar de manera adelantada unos USD 10.800 millones que entran en el cuarto trimestre.
Con esos recursos el BCRA consolidaría su volumen de reservas netas, pero además ganaría cierto margen de maniobra para intervenir en el mercado cambiario. Llegar sin sobresaltos a las PASO y posteriormente a las elecciones presidenciales es clave para las aspiraciones del oficialismo de llegar con chances a una segunda vuelta.
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