En un mes donde las noticias dominantes fueron la aceleración de la inflación, el freno de la actividad económica -algunos consultores ya la ubican en terreno contractivo-, alta volatilidad en el mercado de cambios y persistente pérdida de reservas de divisas en el Banco Central de la República Argentina, entre otros diversos indicadores que se movieron en ese sendero, el Índice de Confianza del Consumidor que para el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella prepara Poliarquía Consultores, aumentó 3,3%, luego de haber bajado 2,9% el mes previo.
No se trata de un error del relevamiento mensual que abarca a 40 aglomerados urbanos de todo el país, porque el cuadro descripto precedentemente hacía esperar una nueva disminución, sino en la característica de la encuesta que busca captar el humor de la población.
“El subíndice que evalúa la Situación Personal de los encuestados bajó 3,46% con respecto al mes pasado a nivel nacional. Si analizamos en detalle dicho subíndice, el componente que mide la percepción de los encuestados con respecto a su situación personal evaluada en comparación con el año previo (al corto plazo de un año) la caída es de 2,54%”, precisa el informe privado a cargo de Sebastián Auguste.
El componente que mide la percepción de los encuestados con respecto a su situación personal cayó 3,5% en el mes y 2,5% respecto del año previo
Mientras que respecto del subíndice que mide las expectativas corto y mediano plazo de los consumidores, el análisis de la UTDT destaca: “con respecto a la Situación Macroeconómica subió 9,96% en comparación con la medición del mes anterior; y 25,44% frente a la que se tenía el año previo”.
Claramente, en el humor de las familias está pesando más las crecientes expectativas de un cambio de gobierno el próximo 10 de diciembre que logre revertir el notable deterioro no solo de la situación macroeconómica, sino también personal, como revelaron los indicadores socioeconómicos del Indec del último año, cuando la inflación se aceleró al filo de 100%, y ahora se prevé peor con un ritmo de aumento de precios que los consultores privados ya ubican por arriba de 150% a fin del corriente año, que la situación presente, donde el indicador del CIF.
En cuanto al desempeño de los subíndices, en la comparación mensual los comportamientos fueron heterogéneos. En las tres regiones, algunos de los subíndices evidenciaron subas en los tres desagregados, aunque con notable dispersión en el mes entre el conurbano, donde se observaron aumentos de 4,5% en CABA y de 4,8% en GBA, y apenas 0,3% en los aglomerados del interior del país.
En cambio, la percepción positiva a futuro en las tres regiones fue más pareja: 8,3% en CABA; 4,7% GBA y 5,7% en el resto.
Una vez más se observó que en momentos en que el mercado de cambios es noticia por la disparada de las cotizaciones, tanto libres con en la plaza marginal repuntan las expectativas de compra de bienes durables para el hogar y de inmuebles y automotores.
En el caso de mayo, el índice registró sendos aumentos de 2,45% en el mes y 11,9% respecto de un año antes, aunque se mantiene entre los más bajos de los subcomponentes del ICC con apenas 26,7 puntos, en contraste con 39,1 de la situación personal y 49,1 unidades.
Una vez más se observó que en momentos en que el mercado de cambios es noticia por la disparada de las cotizaciones, repuntan las expectativas de compra de bienes durables
Concluye el informe del CIF de la UTDT que “n mayo a nivel nacional, las percepciones de los consumidores respecto a las Condiciones Presentes mostraron una caída de 0,86%, mientras que el componente que mide las Expectativas Futuras de los encuestados subió 5,79%, siempre con respecto al mes anterior. En la comparación interanual de estos componentes se observaron movimientos divergentes: cayó 11,47% en el primer caso y repuntó 18,17%, en el segundo.
Desde el inicio de la presidencia de Alberto Fernández el índice de confianza del consumidor acumula una disminución de 9,5%, la cual se desagrega con caídas de 8,5% en CABA; 9,5% en GBA y 10,2% en el resto de los aglomerados del interior.
En ese período de 42 meses el ICC de la Situación Personal bajó 16,5%, traccionada por la caída de 22,2% en la percepción macroeconómica, ya la excepción del aumento de 56,3% de las decisiones de compra de bienes durables, como refugio de valor de quienes pudieron mantener capacidad de ahorro.
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