Cómo es la maniobra financiera que busca frenar el Gobierno y que costó USD 700 millones al Banco Central

Desde el 25 de abril pasado el Gobierno cambió la forma de intervenir en el mercado cambiario, tratando de planchar los dólares financieros. La estrategia generó oportunidades para especuladores e hizo sufrir a las reservas internacionales

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Con la negociación por adelantar
Con la negociación por adelantar desembolsos del FMI en marcha, el Gobierno intenta impedir arbitrajes que dañen las reservas del Banco Central

Comprar dólares baratos intervenidos por el Banco Central, revenderlos a precios de mercado y, con la ganancia resultante en pesos comprar más dólares baratos, para volver a empezar. Detectar posibles “rulos”, que en pocas horas permiten hacer ganancias arbitrando entre distintos tipos de cambiop es uno de los deportes favoritos de la City porteña en tiempos de cepo cambiario. Ayer, la Comisión Nacional de Valores (CNV) intentó terminar con eso de una buena vez por todas.

La Resolución General 962/2023 del ente regulador del mercado fijó desde hoy un plazo mínimo de 15 días en el que los inversores que hayan comprado dólares a través de bonos -dólar MEP o contado con liquidación- no podrán comprar activos financieros con dólares. La norma no cambia el “parking”, el plazo de espera de un día para completar operaciones cambiarias, ni inmoviliza esos dólares: simplemente impide que se los use para nuevas inversiones durante dos semanas. Para cualquier otro fin, esos billetes serán de libre disponibilidad para sus dueños.

¿Qué objetivo persigue la norma? El titular de la CNV, Sebastián Negri, lo explicó en su cuenta de Twitter: “Lo que hace (...) es evitar arbitrajes por diferencias de precios entre títulos públicos y otros instrumentos, como se venía advirtiendo en los últimos días”.

En resumen, la norma no frena la compra de dólares ni pone límite a la cantidad de compras que se haga pero trata -por enésima vez- de frenar rulos.

No es la primera medida en contra de estos arbitrajes o rulos. El jueves de la semana el Banco Central, en coordinación con el Ministerio de Economía, decidió hacerse a un lado y dejar de intervenir en el precio del dólar MEP implícito en la compraventa de bonos soberanos, precisamente para frenar un gran negocio que estaba haciendo elmercado.

Desde la escalada de los tipos de cambio paralelos que llevaron al dólar libre a rozar los $500 a fin de abril, ofrecer dólares más baratos en el mercado MEP había sido la herramienta del Gobierno para tratar de calmar la plaza. Fue una estrategia agresiva. Y costosa. Según admitían por lo bajo en el Gobierno, se utilizaban dólares de depósitos bancarios de entidades públicas para poder volcar reservas al mercado pese a que el Banco Central ya casi no tiene divisas líquidas.

En lo inmediato -trabas y subas de tasas de interés mediante- el dólar libre se alejó del temido umbral de $500 (hoy está a sólo ocho pesos de distancia de aquella marca). Pero la misma estrategia que se usó para frenar la suba del billete verde, tres semanas después, se había vuelto insostenible: los costos para las reservas internacionales se dispararon. Y buena parte de la City estaba haciendo ganancias con esas pérdidas.

El negocio que encontraron minoristas, mayoristas y sociedades de Bolsa fue el siguiente: con el Banco Central ofreciendo dólares baratos en el mercado de dólar MEP, la tentación por comprar fue irresistible. La autoridad monetaria interviene en los dólares implícitos en dos bonos: el Global 2030 y el Bonar 2030, dos papeles idénticos pero sometidos a distintos tribunales (el primero a los de Nueva York, el segundo al de Argentina).

Por esos dos papeles corre el grueso del “dólar MEP”, una cotización que surge de comprar un bono con pesos para luego venderlo a cambio de dólares, todo en el mercado local. Pero el que se opera en esos dos bonos no es todo el dólar MEP. Hay otros activos con los que comprar y vender la divisa en la plaza doméstica.

El operador Ariel Sbdar explica los recientes cambios a la normativa cambiaria para los dólares financieros

En particular, cuanto más cortos son esos activos -es decir, cuanto más cercana es la fecha de su vencimiento- y más líquidos -es decir, hay grandes cantidades emitidas y se operan en importantes volúmenes todos los días-, mejor.

Intervenidos los bonos tradicionales, los papeles que mejor cumplían el rol de permitir compras y ventas de divisas a un precio de mercado fueron las Ledes (Letras a Descuento del Tesoro Nacional), títulos en pesos que emite el gobierno y que se transan en el mercado en moneda local pero también en dólares.

Así, aunque las Ledes no figuren en todas las recomendaciones de expertos e influencers, son tan útiles para comprar y vender divisas a tipo de cambio MEP como un Bonar o un Global. Y, como la intervención oficial no tocó al dólar implícito en Ledes, se abrió una brecha entre el dólar que se operaba con bonos y el que se operaba con letras.

Con el Banco Central vendiendo dólares a $440 en el MEP con Bonares y Globales, los operadores accedían a dólares baratos. Y con el MEP implícito en Ledes hasta $26 más caro, los incentivos estaban más que claros. Habría que comprar MEP con bonos y vender MEP con Ledes. Tan rápido como fuera posible.

“Comprabas Bonar 2030 con pesos en contado inmediato, al día siguiente lo vendías contra dólares. Como la paridad estaba intervenida ese dólar estaba barato, por ejemplo a $440. Girabas los dólares al banco y luego los mandabas de nuevo a la sociedad de Bolsa para vender automáticamente los dólares a $460 en contado inmediato. Y ahí volvías a empezar, comprabas a $440 y vendías a $460, con un día de parking en el medio”, contó un operador de renta fija a Infobae.

También el contado con liquidación implícito en Cedears, papeles que se operan el mercado local y que representan acciones de empresas que cotizan en bolsas del exterior, sirvió para hacer la diferencia.

En los hechos, el apogeo de este rulo se cortó la semana pasada cuando el Banco Central renunció a mantener un dólar MEP tan bajo en las operaciones con Bonares y Globales. La brecha entre las dos cotizaciones casi desapareció y el negocio se detuvo.

Pero, con la posibilidad de un adelanto de desembolsos del FMI para fortalecer reservas siendo negociada, el Gobierno -y probablemente también el organismo multilateral- quiere curarse en salud y asegurarse de que la City no vuelva a celebrar una fiesta con las reservas internacionales.

Costos

Estimaciones del mercado calculan que el Banco Central usó más de USD 700 millones de sus reservas para mantener bajo al dólar MEP implícito en el Bonar 2030 y el Global 2030.

“Según nuestras estimaciones basadas en el volumen operado del Global 30 y el Bonar 30 en el mercado local a través de MEP y contado con liquidación, el sector público adjudicó ayer USD 33,4 millones en este segmento”, resumió un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) con datos actualizados hasta este último lunes.

“La intervención acumulada alcanza de acuerdo con nuestros cálculos los USD 705,5 millones desde el 25 de abril”, agregó el reporte.

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