La capacidad y volumen de intervención en los dólares paralelos que podrá tener el Banco Central con sus reservas en los próximos meses apunta a ser el principal escollo de la negociación aún en marcha en estas horas con el FMI, mientras la autoridad monetaria comenzó desde la semana pasada a jugar su papel de la manera más desapercibida posible para evitar que el mercado le “tome el tiempo”. Estimaciones de la city hablan de que el BCRA necesitará al menos utilizar USD 10 millones diarios en los próximos meses para evitar que se escape la brecha cambiaria y de que precisará más de USD 5.000 millones en los próximos meses.
Desde el jueves pasado, cuando el Central se “corrió” de la operación de compraventa de bonos para cortar un rulo financiero, la autoridad monetaria comenzó a hacer más esporádicas sus intervenciones en el el mercado PPT, que es segmento más específico donde el BCRA actúa. Es una operación “a ciegas” en que las pantallas no muestran quiénes son las contrapartes que negocian la compra y la venta, a diferencia del mercado Senebi.
En un despacho oficial aseguraron que hay una particularidad que le agrega otro elemento a ese “factor sorpresa” que el Gobierno quiere sostener ante los inversores. Según detectaron, desde que el BCRA subió la tasa de interés a 97% anual -más de 150% efectiva-, hubo un mayor ingreso de fondos desde el exterior para hacer carry trade, es decir, entrar al mercado local con “contado con liqui”, aprovechar la alta tasa en pesos de manera temporal y retirarse con CCL nuevamente.
Es una operación con riesgo, pero la lógica, explican, es que no hay escenario de aumento en contado con liquidación que los haga perder con una tasa en pesos como la que rige desde el lunes pasado. Esas operaciones que se fueron sumando en los últimos también alimentaron las pantallas del mercado PPT y “ocultan” cuál es la intervención real que mantiene el BCRA en los dólares paralelos. Consultados por Infobae, desde la autoridad monetaria no especificaron qué volumen tiene la intervención en el mercado.
Con todo, no deja de haber algunas estimaciones privadas sobre ese punto. Una consultora de peso en la city estimó, en una información que no forma parte de sus informes a clientes y por eso fue suministrada en off the record, que el ritmo de intervención deberá rondar los USD 10 millones por día en lo sucesivo ante la volatilidad cambiaria que persistirá en el contexto de elecciones. “Es un escenario muy cambiante, ese número depende de muchas cosas”, se atajó el consultor.
Otro informe fue más allá y estimó cuánto sería la intervención posible en los próximos meses. “En las rondas con mayor intensidad ya se operan aproximadamente 150 millones de nominales, que exigen un esfuerzo diario de entre USD 50 y USD 60 millones para el BCRA y el FGS. Con nuestras estimaciones, ya se aplicaron USD 1.950 millones en lo que va de 2023. Proyectando en función a elecciones pasadas estamos previendo que se deberá destinar un piso de USD 5.500 millones este año para suavizar las subas del dólar MEP y del CCL″, explicó la consultora Sarandí.
De todas formas, la fuerte intervención con reservas es una de las explicaciones por las cuales, a pesar de que aceleró en los últimos días el aporte del dólar soja 3, a días de su finalización el 31 de mayo, las reservas todavía muestran una tendencia de caída. Un informe de Ecolatina lo puso en números.
“Pese a las compras netas de la semana, las reservas internacionales netas continuaron con su tendencia decreciente. Las Reservas Netas, tanto bajo nuestra metodología (a precios corrientes excluyendo DEG) como tomando el criterio del acuerdo con el FMI (valuadas a precios constantes e incluyendo parte de los DEG) se encuentran en terreno negativo en cerca de USD 1.500 millones”, estimaron.
“Si bien estimamos que parte de esta merma responde a la utilización del swap de divisas con China, la principal canilla que explica la salida de divisas se encuentra en el rubro Otros (-USD 600 millones entre el 5/5 y el 15/5), que comprende distintos tipos de operaciones, dentro de las que se destaca la utilización de reservas del BCRA en el mercado de los dólares financieros a fin de contener la brecha cambiaria”, completaron.
En los últimos días la tercera edición del programa de incremento exportador superó el nivel de liquidación que había tenido la segunda versión, aunque con una cantidad de días mayor de vigencia. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, hasta este lunes el sector había liquidado USD 3.136 millones. No implica que todo eso haya sido alimento de las reservas: para la Fundación Capital, en ese sentido, “el BCRA logró captar menos del 20% de los mismos, frente a un 74% que compró en la versión previa (65% en la primera)”.
Por último, la consultora LCG trazó un paralelismo entre el dólar soja 3 y un ingreso menor de divisas al colchón de reservas de lo esperado. “Los pocos dólares adquiridos bajo el dólar agro está siendo consumido en compras de títulos públicos, en pos de mantener la intervención en el mercado de dólares financieros”, apuntó y dijo que tras la aparición del rulo, “en pos de no subsidiar este arbitraje financiero, el BCRA parece haberse corrido de la intervención”.
La cuestión de la posibilidad de intervención y en qué medida es una parte vertebral de las conversaciones con el Fondo Monetario que todavía se sostienen de manera diaria, en un diálogo que se sostiene de manera virtual por parte de los interlocutores habituales con el Fondo -el jefe de asesores del ministerio Leonardo Madcur y el viceministro Gabriel Rubinstein- desde una oficina en el quinto piso a pocos pasos del despacho de Sergio Massa.
“Esto es sábado y domingo sin parar, pero venimos bien, avanzando”, se limitó a decir un funcionario con conocimiento de las conversaciones antes de volver a su oficina. El reloj marca que se acerca, dentro de poco menos de un mes, una fecha clave: los próximos vencimientos con el Fondo por USD 2.700 millones, para lo cual el Gobierno necesitará de un desembolso. Por lo pronto, en el Palacio de Hacienda se aferran a que entre la semana del 12 al 16 de junio pueda ser oficializado el acuerdo.
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