La inflación se acelera en mayo y vuelve a ganarle a la suba del dólar libre

El billete subió un 18,7% en abril, pero en lo que va de mayo gana un 4% y otra vez se atrasa respecto de la incesante escalada de precios

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Los dólares alternativos subieron por
Los dólares alternativos subieron por encima de la inflación en la primera parte del año

Las tensiones políticas acaparan la atención de los inversores de cara a la elección primaria de candidatos (PASO) que se celebrará en agosto, con vistas a las generales de octubre, en medio de presiones inflacionarias que la ubican en 126,3% para este año, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, y a un ritmo de más de 146% a un año.

Así, el avance general de los precios le pone presión también al dólar, que en sus distintas variantes viene jugando una carrera para no perder poder de compra.

El dólar libre anotó un alza de 74 pesos, o un 18,7%, en abril, cuando finalizó operado a 469 pesos. Con ese salto, el dólar libre se puso por delante de la inflación, pues acumuló un alza de 35,5% en el primer cuatrimestre, contra una inflación del 32 por ciento. Hay que recordar que el “blue” anotó un récord nominal intradiario de $497 el martes 25 de abril.

Pero es un hecho que el fenómeno inflacionario en la Argentina está lejos de ceder. La tasa interanual viene acelerando a partir de 2022 y encadena 16 meses de aumento consecutivo, desde el 50,7% de enero del año pasado, a 108,8% en abril. Las consultoras prevén una inflación entre 9% y 10% en mayo, lo que sería un máximo mensual desde abril de 2002. De confirmarse, en los primeros cinco meses de 2023 la inflación acumulada alcanzaría el 44%, tasa que podría derrotar nuevamente al dólar.

Esto se da porque tras el récord de abril, el dólar libre perdió inercia, aunque lo hizo con amplia volatilidad. El viernes pasado estuvo operado a $488, para anotar un incremento en mayo de 4,1% y -de estabilizarse en este valor- de 41% en los primeros cinco meses del año.

En un comparativo de doce meses, el dólar “blue” acumula una ganancia de 281 pesos o un 135,7% desde los $207 el 31 de mayo del año pasado. En ese caso, todavía se sostiene como reserva de valor frente a una inflación anual de 117%, de verificarse un 9% en mayo.

Las dudas por el futuro próximo dispararon en las últimas semanas las tomas de coberturas en divisas que presionan al mercado e indujeron al Gobierno a mayores controles y alzas en las tasas de interés de referencia del Banco Central. También obligó a renegociar los lineamientos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un crédito de USD 45.000 millones.

Transitar lo que resta del año con el aval del organismo multilateral de crédito es imprescindible para evitar problemas con la deuda y un salto aún superior de la inflación. Hoy el acuerdo con el Fondo es el único “ancla” de las expectativas macroeconómicas. Para el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano, “si hay acuerdo con el FMI, se recompondrán reservas y será negocio invertir en bonos soberanos. Sin acuerdo el negocio pasa por el dólar billete”.

El rumbo de la inflación

Pasada la pandemia de Covid-19, la tasa de inflación le vino ganando a la evolución del dólar libre, pero en 2023 esa relación se empezó a revertir y el “blue” evidenció una firme reacción alcista por encima de la espiralización de los precios, en una batalla por ahora sin ganador a la vista y que habrá que monitorear mes a mes.

“La aceleración inflacionaria actuó como detonante de un adelantamiento en la dolarización de carteras, hecho que es usual en años con procesos eleccionarios para presidente. En efecto, el registro en marzo, que suele ser estacionalmente alto, superó las expectativas más pesimistas y encendió luces de alerta sobre la posibilidad de que no desacelere en los meses venideros”, explicó José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina.

“Ante este panorama, a mediados de abril se produjo una abrupta suba de los tipos de cambio no oficiales. Si bien en términos reales podría afirmarse que se trató de una corrección, los movimientos bruscos en el valor nominal de la divisa generan una gran incertidumbre en el sistema de precios y con ello cierta parálisis en la actividad económica”, apuntó Segura.

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