La ventana de oportunidad se abrió el 25 de abril y duró hasta el jueves último. Fue un período corto, pero al que el avezado mercado financiero local se adaptó a toda velocidad y supo sacarle provecho. Hasta que, al volverse insostenible, el Gobierno tiró del enchufe y dejó a muchos pegados.
Se lo apodó rulo vip en algunas publicaciones especializadas, pero más que nada se lo conoció como un rulo más. Otro de los que se vuelven posibles cuando existen decenas de controles cambiarios.
Lo único que necesitan los operadores es que un mismo activo, en este caso el dólar, tenga dos precios distintos en dos mercados diferentes. Y que esos dos mercados diferentes tengan algún punto de contacto entre sí. Con todo eso disponible, lo que sigue no es más que comprar el dólar donde cotiza más barato, venderlo donde cotiza más caro y volver a empezar.
En lugar de haber un sólo dólar MEP, pasaron a existir dos distintos con notables brechas de precios
El último jueves el Banco Central, en coordinación con el Ministerio de Economía, decidió hacerse a un lado y dejar de intervenir en el precio del dólar MEP implícito en la compraventa de bonos soberanos.
Desde la escalada de los tipos de cambio paralelos que llevaron al dólar libre a rozar los $500 a fin de abril, ofrecer dólares más baratos en el mercado MEP había sido la herramienta para tratar de calmar la plaza. Fue una estrategia agresiva. Y costosa. Según admitían por lo bajo en el Gobierno, se utilizaban dólares de depósitos bancarios de entidades públicas para poder volcar reservas al mercado pese a que el Banco Central ya casi no tiene divisas líquidas.
En lo inmediato -trabas y subas de tasas de interés mediante- el dólar libre se alejó del temido umbral de $500. Pero la misma estrategia que se usó para frenar la suba del billete verde, tres semanas después, se había vuelto insostenible. El mercado le había tomado el tiempo rápido y los costos se disparaban.
Como la Hydra de Lerna, el monstruo de múltiples cabezas que sumaba dos nuevas cada vez que una era decapitada, cada vez que el Gobierno trata de frenar un dólar, crea otro. En lugar de haber un sólo dólar MEP, pasaron a existir dos distintos.
El negocio que encontraron minoristas, mayoristas y sociedades de Bolsa fue el siguiente: con el Banco Central ofreciendo dólares baratos en el mercado de dólar MEP, la tentación por comprar fue irresistible. La autoridad monetaria intervenía en los dólares implícitos en dos bonos: el Global 2030 y el Bonar 2030, dos papeles idénticos pero sometidos a distintos tribunales (el primero a los de Nueva York, el segundo al de Argentina).
Por esos dos papeles corre el grueso del “dólar MEP”, una cotización que surge de comprar un bono con pesos para luego venderlo a cambio de dólares, todo en el mercado local y legal. Pero el que se opera en esos dos bonos no es todo el dólar MEP. Hay otros activos con los que comprar y vender la divisa en la plaza doméstica.
Comprabas a $440 y vendías a $460, con un día de parking en el medio
En particular, cuanto más cortos son esos activos -es decir, cuanto más cercana es la fecha de su vencimiento- y más líquidos -es decir, hay grandes cantidades emitidas y se operan en importantes volúmenes todos los días-, mejor. E intervenidos los bonos tradicionales, los papeles que mejor cumplían ese rol fueron las Ledes (Letras a Descuento del Tesoro Nacional), títulos en pesos que emite el gobierno y que se transan en el mercado en moneda local pero también en dólares.
Así, aunque las Ledes no figuren en todas las recomendaciones de expertos e influencers, son tan útiles para comprar y vender divisas a tipo de cambio MEP como un Bonar o un Global. Y, como la intervención oficial se concentró sobre esos bonos, se abrió una brecha entre el MEP operado con Bonares y Globales y el MEP operado con Leves. Un desarbitraje.
Con el Banco Central vendiendo dólares a $440 en el MEP con Bonares y Globales, los operadores accedían a dólares baratos. Y con el MEP implícito en Ledes hasta $26 más caro, los incentivos estaban más que claros.
“Comprabas Bonar 2030 con pesos en contado inmediato, al día siguiente lo vendías contra dólares. Como la paridad estaba intervenida ese dólar estaba barato, por ejemplo a $440. Girabas los dólares al banco y luego los mandabas de nuevo a la sociedad de Bolsa para vender automáticamente los dólares a $460 en contado inmediato. Y ahí volvías a empezar, comprabas a $440 y vendías a $460, con un día de parking en el medio”, contó un operador de renta fija a Infobae.
También el contado con liquidación implícito en Cedears, papeles que se operan el mercado local y que representan acciones de empresas que cotizan en el exterior, sirvió para hacer la diferencia.
Distintos operadores advirtieron una particularidad de este rulo de tres semanas. Era muy estable, era muy predecible y los inversores locales se lanzaron a hacerlo con un desparpajo pocas veces visto. Por ejemplo, tres operadores distintos dijeron que eludieron o les consta que terceros eludieron normas claras de la operación en el mercado.
Estimamos que mantener al MEP barato demandó alrededor de USD 627 millones entre el 25 de abril y el 17 de mayo (PPI)
Por ejemplo, las trabas cambiarias vigentes que obligan a sacar de la cuenta comitente (la cuenta de inversión en una sociedad de Bolsa) los dólares comprados vía MEP. Cuanto más rápido se movieran, mejor. Y dado que esa obligación de transferir los dólares al banco antes de devolverlos a la cuenta comitente para poder seguir operando, se saltearon el paso completamente.
“Es una norma muy difícil de controlar, dijo otro operador de una sociedad de Bolsa porteña. “Me consta que muchas sociedades directamente dejaron de cumplir con eso. Entienden que no les pueden hacer nada, no hay manera de controlar todo”, agregó el operador.
Costos
Estimaciones del mercado calculan que el Banco Central usó más de USD 600 millones de sus reservas para mantener bajo al dólar MEP implícito en el Bonar 2030 y el Global 2030.
“Luego de que Sergio Massa anunciara que intervendrían en los dólares financieros a partir del 25 de abril, el contado con liquidación con Global 2030 recortó 0,4% desde $456,2 a $454,38 el 17 de mayo, mientras que el MEP con Global 2030 cedió 0,8% desde $449 a $445,3 en ese período. En otras palabras, ambos se mantuvieron prácticamente flat gracias a la presencia oficial, la cual estimamos que demandó alrededor de USD 627 millones entre el 25 de abril y el 17 de mayo″, calculó el informe diario de Portfolio Personal Inversiones.
Con dólar agro vigente, mecanismo que supuestamente tiene que sumar divisas al BCRA, la autoridad monetaria alternó compras y ventas en el mercado cambiario formal que le dejaron un saldo negativo de USD 107 millones, según datos del mercado. La entidad conducida por Miguel Pesce no tenía de dónde sacar los dólares que perdía por el rulo.
A modo de premio consuelo, la desaparición del Banco Central en la rueda del jueves causó algunas pérdidas a los que aprovechaban esa oportunidad de arbitraje.
“Cuando se corrió el Gobierno, el que había comprado bonos el día anterior con la expectativa de pagar $440 se encontró con que terminaba pagando $470, más caro que el dólar en las Ledes”, confesó un operador.
“En un día perdieron lo que ganaron en una semana”, se ufanaron en el Gobierno.
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