La alta inflación y la caída en el poder adquisitivo de los salarios siguen impactando en el consumo. Los números de los últimos relevamientos del sector muestran algunas señales de alarma, con caídas en la venta de productos de consumo masivo y también de otros rubros como indumentaria. Y expectativas negativas para los próximos meses.
De acuerdo a un informe de la consultora Scentia- que realiza relevamientos en grandes cadenas de supermercados y comercios de cercanía- en abril las ventas de productos de consumo masivo (alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza) tuvieron una variación negativa de 0,3% en comparación con el mismo mes del año anterior. Sin embargo hay alguna diferencias de acuerdo a los tamaños de los comercios y la zona del país.
En los comercios de cercanía y supermercados chinos las ventas de abril cayeron un 8,7% a nivel país -el décimo mes consecutivo con indicadores negativos-, pero la baja fue más profunda en el AMBA con una baja del 21%. Mientras tanto, en las grandes cadenas, los números de abril fueron positivos con un 9,4% a nivel país y un 8,8% en el AMBA.
En tanto, el indicador de consumo desarrollado por la Cámara Argentina de Comercio (CAC), que muestra la evolución del consumo de los hogares en bienes y servicios, tuvo en abril un avance de 1,5% en la comparación interanual. La cifra refleja que la desaceleración observada durante los últimos meses en la variación interanual continuó durante abril. “Lejos del crecimiento de dos dígitos observado durante prácticamente la totalidad de la pospandemia, el último dato muestra un avance de apenas 1,5% y todo parece indicar que en mayo se observarán números negativos”, señalaron.
“El índice durante abril posiciona el consumo de los hogares en un nivel similar al observado durante el mismo mes de 2019 (prepandemia) pero 5% por debajo del observado en 2018. En términos desestacionalizados la serie marcó un cuarto incremento consecutivo, aunque cabe aclarar que la estacionalización del mes de marzo y abril se ve afectada por la cuarentena comenzada durante ese mes de 2020″, destacó el informe de la CAC.
Las expectativas respecto a la evolución del índice durante los próximos meses no son positivas. Los analistas de la CAC señalaron que el poder de compra de los hogares, que muestra un nivel de correlación no menor con el de consumo, entró en terreno negativo hace ya ocho meses. “En este marco, es poco probable que los hogares logren sostener el consumo en un contexto de tanta fragilidad”, advirtieron.
Para explicar la brecha entre la evolución del gasto y los ingresos de los hogares argentinos se señalaron dos factores. En primer lugar, el ahorro se contrajo a la mínima expresión con niveles que durante 2023 llegaron a mínimos históricos. El encarecimiento relativo de bienes aspiracionales de la clase media argentina (inmuebles, viajes al exterior, autos) disminuye el incentivo a ahorrar y, en el proceso, aumenta los niveles de consumo.
Por otro lado, el rápido desendeudamiento de los hogares libera recursos para el consumo. Sin crédito hipotecario ni prendario y con límites en tarjetas de crédito que crecen sistemáticamente por debajo de la inflación, el desendeudamiento de los hogares es forzado.
Si se analiza el desempeño por rubros en particular, se observa una desaceleración del crecimiento interanual a partir de la segunda mitad de 2022 y también las primeras señales negativas en algunas categorías. El rubro de indumentaria y calzado mostró en abril una caída estimada de 10% interanual. Desde la CAC destacan la pérdida de dinamismo a lo largo de 2022 que se sostiene, acompañada de un encarecimiento relativo de los precios del sector.
Por otro lado, transporte y vehículos mostró un crecimiento estimado del 10% interanual en abril, un porcentaje significativo, pero de todas formas menor al registrado un mes atrás gracias a la buena performance de los patentamientos, tanto de autos como de motos que explican buena parte del crecimiento.
Recreación y cultura aún muestra tasas de crecimiento importantes con un avance estimado de 16% interanual en abril. Este rubro es el único, junto con vivienda, que marca un nivel de consumo superior al de la pre pandemia. Por último, el rubro de vivienda, alquileres y servicios públicos mostró una caída de 5% en comparación con el mismo mes del año pasado, la primera contracción de la pospandemia.
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