La espera duró más de cinco años, pero finalmente las empresas argentinas volvieron a Wall Street, donde quedó claro que hay un apetito latente por activos locales pero apuntando al sector corporativo. De manera sigilosa, a fines de la semana pasada se organizó en Nueva York un encuentro que juntó a nueve empresas argentinas con unos 45 fondos y bancos del exterior, que después de mucho tiempo vuelven a mirar a la Argentina.
Las reuniones fueron “cara a cara” y también por grupos, siempre en un marco confidencial. El lugar elegido fue el hotel The Langham, ubicado en la emblemática Quinta Avenida y la calle 40, en Midtown Manhattan.
Hasta allí viajaron altos ejecutivos, en su gran mayoría CFO (encargados del área financiera) de empresas que ya cotizan en Nueva York o tienen bonos emitidos bajo esa ley: Telecom, Irsa, Cresud, Loma Negra, Vista Energía, Banco Macro, YPF, Adecoagro y Genneia. Es decir que hubo una representación amplia, que fue desde energía hasta servicios, pasando por el agro y la industria cementera.
Los encuentros fueron organizados por Latin Securities, la compañía de inversiones que dirige Eduardo Tapia. Se trata, a su vez, del ejecutivo que tuvo mayor presencia entre las compañías locales que en su momento llegaron a realizar una oferta pública de acciones en Wall Street. Ahora la apuesta es volver a darle visibilidad a este grupo selecto de empresas que ya tiene historia en el mercado neoyorquino.
Los inversores hace tiempo que vienen distinguiendo lo que es el riesgo soberano del corporativo. De hecho, los bonos del Gobierno rinden arriba del 30% en dólares y cotizan en la zona de USD 20. En cambio, las Obligaciones Negociables de empresas emitidas en el exterior se ubica en un dígito en la mayoría de los casos
La conclusión en las empresas luego de esta seguidilla de encuentros que se extendió por dos días fue coincidente: a pesar de la complejidad de la situación macro, hay apetito por parte de fondos para incorporar riesgo argentino, pero por ahora concentrado en las empresas.
“Los grandes fondos internacionales nunca tuvieron tan pocas acciones argentinas, debido a que el país ni siquiera es considerado fronterizo, no tiene ni clasificación. Por lo tanto, ven una oportunidad de volver a incorporar riesgo local, aunque sea lentamente”, aseguró uno de los participantes en estos encuentros.
Los inversores hace tiempo que vienen distinguiendo lo que es el riesgo soberano del corporativo. De hecho, los bonos emitidos por el Gobierno rinden arriba del 30% en dólares y cotizan en la zona de USD 20. En cambio, la tasa de las Obligaciones Negociables de empresas que emitieron en el exterior se ubica en un dígito en la mayoría de los casos. Mientras que Wall Street le da la espalda al Gobierno, al mismo tiempo reconoce la capacidad del management local y también la forma en que las empresas continúen adelante en el panorama actual de recesión, elevada inflación e incertidumbre.
Los grandes fondos internacionales prácticamente no tienen acciones argentinas, sobre todo después que el país fue degradado incluso por debajo de la categoría de “fronterizo” Esto representa una oportunidad, ya que compras pequeñas para posicionarse podrían impulsar el mercado. También habría espacio para emisiones de deuda en dólares por parte del sector privado
Más allá de la “posición técnica” en acciones, también habría espacio para que las empresas vuelvan a emitir deuda en el exterior, pero una vez que se produzca el cambio de Gobierno. Hoy las cotizaciones de los bonos corporativos de la Argentina superan ampliamente la paridad de los bonos soberanos, que volvió a ubicarse por debajo de los USD 25 y un riesgo país de casi 2.600 puntos básicos.
Las inquietudes de los inversores extranjeros pasaron sobre todo por la economía y también la política. La dolarización fue uno de los temas que más interés generó, junto con la evolución de la inflación, que en mayo apunta a dos dígitos.
La confirmación que Cristina Kirchner no será candidata llegó después de este encuentro. Se trata de una decisión que es bien recibida por el mercado, aunque en parte ya estaba descontada. El famoso “trade electoral” sigue vivo, con la expectativa de un gobierno más amigable con los mercados desde el 10 de diciembre.
Sin embargo, todavía queda mucho camino para recorrer hasta ese momento. La marcha del acuerdo con el FMI, la evolución del dólar y de la inflación serán factores que incidirán en el eventual apetito que pueda despertar la Argentina. La pregunta que queda en el aire es si conviene adelantarse a ese momento o los riesgos son demasiado grandes y, por lo tanto, es preferible no apurarse y evitar riesgos exagerados.
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