La turbulenta economía argentina, en plena crisis, tiene en la variable cambiaria un punto débil. De forma rudimentaria, los gobiernos apelaron desde fines de 2011 a la aplicación de un control de cambios estricto para mantener el precio del dólar en los andariveles determinados por la política. Pero, como es obvio, si no se atacan las causas que destruyen permanentemente el valor de la moneda doméstica, las presiones alcistas para el dólar tienden a imponerse tarde o temprano.
La novedad de este jueves fue un salto del orden del 7% o 30 pesos en los dólares bursátiles, a nuevos precios récord. El “contado con liquidación”, utilizado para hacerse de divisas en cuentas del exterior, llegó a operarse a $500 por la mañana, para estabilizarse en la zona de los $486 a las 15 horas, con una ganancia de 32 pesos o 7 por ciento. El dólar MEP avanzaba a los $470, con alza de 26 pesos o 6 por ciento.
¿Qué explica este salto repentino? Como sucede al analizar el comportamiento lábil de las divisas que son operadas por fuera del “cepo”, son muchos los factores que intervienen, algunos más evidentes y otros que subyacen a los desequilibrios de la economía.
1) El BCRA dejó “correr” los precios. Desde los despachos oficiales explicaron: “Decidimos ‘dejar correr’ los dólares financieros implícitos en las cotizaciones de ALs (Los títulos Bonares del canje, en dólares con ley argetina), para luego retomar la estrategia de estabilización de los dólares financieros con un nivel de precios que sea más parecido al de los dólares implícitos en el resto de los activos financieros”.
De esta forma, los dólares bursátiles en el segmento PPT (Prioridad Precio Tiempo) de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), donde interviene el Banco Central -que compra bonos y entrega dólares a los privados- no hacen más que converger con los precios del dólar que no están intervenidos. El dólar libre se pacta a $487 y el “contado con liqui” a través de los Cedear es negociado a 491 pesos.
2) El Gobierno no tiene dólares. “Si quieren saber porqué últimamente estábamos viendo al BCRA comprar divisas (en el MULC), pero al final del día perdía reservas, aquí tienen la explicación. En ‘Otros’' (categoría dentro del Informe Monetario del BCRA), que en su mayoría va a intervención del dólar, se ‘quemaron’ desde el 5 de mayo USD 112 millones diarios”, indicó Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group. Añadió que la entidad monetaria “pierde USD 562 millones desde tal día” por la intervención en el mercado secundario de deuda.
Un avezado agente bursátil subrayó que “acá paso algo estructural, el BCRA ya no puede controlar el MEP como lo hizo estas semanas. Acá el MEP no tendrá techo, y si vuelven a pisarlo con este nivel de encajes no llegan agosto sin un evento bancario. La realidad es esa”.
El Banco Central no tiene dólares líquidos y hay analistas que aseguran que las intervenciones que efectúa en la plaza bursátil se pagan con dólares de los encajes bancarios, que son depósitos del sector privado.
Un informe de GERES (Grupo de Estudio de la Realidad Económica y Social), en base al último balance del Banco Central -actualizado al 7 de mayo-, precisó que “las reservas netas del BCRA se ubicaron en terreno negativo de 897 millones de dólares. Y las estrictamente líquidas, sin contar depósitos, oro y deuda externa, fueron negativas en 6.829 millones de dólares.
3) “Súper inflación”. La espiralización de los precios afecta a oda la economía; ya por encima del umbral del 100 por ciento anual se habla de “súper inflación”, una especie de estadio previo a una hiperinflación, pero también muy dañino para las expectativas de consumidores, ahorristas e inversores. Una inflación tan elevada también le da impulso a la suba del dólar.
Basta observar que a $486, el “contado con liqui” anota un alza de 41% desde enero, que no está lejos de lo que fue la inflación en este recorrido de 2023. Si se confirmara en mayo un salto de precios del 10%, la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año alcanzaría el 45 por ciento. Desde que empezó el año, el dólar libre subió un 41% o 142 pesos, desde los $346 del 30 de diciembre a los 488 pesos.
“La aceleración inflacionaria actuó como detonante de un adelantamiento en la dolarización de carteras, hecho que es usual en años con procesos eleccionarios para presidente. En efecto, el registro en marzo, que suele ser estacionalmente alto, superó las expectativas más pesimistas y encendió luces de alerta sobre la posibilidad de que no desacelere en los meses venideros”, explicó José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina.
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