El anuncio de Cristina Kirchner y el viento de cola del exterior impulsaron a los bonos de la deuda argentina

La ratificación de que la Vicepresidenta no competirá en las elecciones favoreció a los activos locales, en el marco de un clima positivo para los mercados globales

Guardar
Foto de archivo. Operadores trabajan
Foto de archivo. Operadores trabajan en el piso de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en Buenos Aires, Argentina. REUTERS/Agustin Marcarian

Esta vez el Banco Central no dejó ningún frente sin intervenir. Para desalentar las expectativas de devaluación copó todas las posiciones de los mercados de futuros y provocó bruscas bajas en las posiciones de mediano y largo. El dólar a fin de año cayó $14 (-2,33%) a $524,50 lo que equivale a una devaluación para todo 2023 de 196%, lejos de 203% que tocó dos ruedas atrás.

El buen clima del exterior ayudó a los bonos argentinos. El alza los títulos de la deuda externa, se lo adjudican al renunciamiento de Cristina Fernández de Kirchner a la candidatura, porque fueron contramano de la región donde todos los bonos de la deuda padecieron caídas.

Hubo inversores que pensaron que ahora hay mejores perspectivas de pago de la deuda especialmente en los bonos de más largo plazo. El título más indicativo, el Global 2035 que tiene ley Nueva York, subió 2%. El movimiento hizo que el riesgo país baje 30 unidades (-1,2% a 2.550 puntos básicos.

Para el analista financiero Franco Tealdi “fue un mejor día para los mercados, en particular para la Argentina. Y creo que ese viento de cola no solo vino del exterior sino del anuncio de CFK y benefició a los activos argentinos. Los bonos locales subieron en Estados Unidos y también las acciones. El mejor humor ayudó a los dólares libres. En cambio, los títulos que estuvieron más picados fueron los de la plaza de bonos de contado inmediato que tienen intervención del Banco Central. La intervención le está saliendo muy cara a juzgar por el monto de negocios con el bono AL30D de legislación local a 48 horas, que operó USD 700 nominales equivalentes a casi USD 70 millones. Es un volumen elevado pensando que se recortó el número de inversores que puede ir por esa vía debido a las restricciones que se impusieron. Pisar al dólar le cuesta cada vez al gobierno más a diferencia de los libres que están 10% arriba de los dólares subsidiados por el Gobierno”.

En estas circunstancias, el MEP aumentó $2,15 a $444,08, mientras el contado con liquidación avanzó $2,54 a $483,33. En el Senebi, el segmento del mercado donde las negociaciones son en absoluta libertad y bilaterales y no se publican en pantalla, el MEP perdió $3 y cerró a $457, mientras el contado con liquidación bajó $5 a $480. El dólar libre, que al comienzo cotizó a $490, cerró en $487; $1 por debajo del martes.

El dólar mayorista tuvo un alza de 50 centavos a $231,65. Según el analista Andrés Reschini, “el Central dejó correr 6,2% el tipo de cambio y el promedio de devaluación del mes está en 6,1%. Sigue muy lento comparado con la inflación y las tasas. Pero lo que entra por una ventana sale por la otra y algo más también. El volumen operado en el bono AL30D marca la segunda intervención récord consecutiva y no consiguieron bajar los dólares financieros. El mercado se está llevando puesto todo lo que le ponen sobre la mesa y tiene espacio para más”.

Sobre las operaciones en el mercado de futuros donde hubo caídas de entre 2 y 3% en la curva mediana y larga señaló que “llama la atención el hecho que se hayan operado USD 330 millones en la rueda de MAE (Mercado Abierto Electrónico) cuando el mayor volumen anterior fue de USD 149 millones y el promedio diario hasta ayer estaba en 59,5 millones. Este movimiento sumado a los del Rofex llevan a pensar que el Banco Central intervino con relativa fuerza. Estas intervenciones, con la soja en baja, hace aún más peligroso el escenario”.

En tanto, en la licitación de Bonos del Tesoro captó $751.742 millones con los que cubrió los vencimientos por $590.139 millones y le quedó un excedente de $162.603 millones. Hubo buena respuesta del sector privado, que era el que detentaba la mayor cantidad de bonos que vencen esta semana, pero también colaboró el sector público.

El Bonte 2025 que los bancos pueden utilizar para formar encaje, participó con 40% del monto captado. Las tasas pagados alcanzaron a 138% efectiva anual que está por debajo de 155% de la tasa de Política Monetaria.

La Bolsa también tuvo una buena rueda. Los negocios crecieron a $6.445 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 2,82% en pesos y 2,4% en dólares. Lo mejor pasó por Aluar (+5,32%), Comercial del Plata (+5,27%) y Transener (+5,09%).

Las operaciones en ADRs -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York al precio del contado con liquidación- sumaron $12.552 millones. Despegar (+10,1%) y Globant (+5,2%) fueron lo mejor de la rueda.

Las malas noticias llegaron de Chicago donde la soja quebró el piso de USD 500 al bajar 2,27%. También cayeron más de 3% el trigo y el maíz. Por eso, los importadores liquidaron USD 169 millones de los cuales la mayoría fueron producto de prefinanciaciones porque el productor no se desprende de la mercadería con un dólar libre en alza y el precio de la oleaginosa y demás granos en baja.

El Banco Central alcanzó a comprar USD 50 millones, pero las reservas perdieron USD 45 millones y quedaron en 33.298 millones. Para la rueda de hoy se espera que siga la pulseada. Los inversores saben que le queda poco resto al Banco Central y compran todo lo que les vende a precios aplastados por la intervención. La baja de los dólares futuros por la acción del Banco Central, atraerán nuevos compradores que esperaban un retroceso de los precios que estaban muy elevados en los distintos fines de mes.

Seguir leyendo:

Guardar