Luego de la difusión de los primeros datos generales del Censo 2022, el Indec comenzó a difundir resultados más específicos, donde se analizan en forma más detallada indicadores de las condiciones de vida de los hogares argentinos. Este jueves se publicó el primero de esos 10 informes donde se refleja qué porcentaje de la población accede a los principales servicios públicos y las características de su vivienda.
Una de las primeras conclusiones es que cada vez menos hogares argentinos residen en una vivienda propia. Según los datos generales del informe sobre condiciones habitacionales de las viviendas particulares ocupadas, el 65,5% de los hogares dispone de una vivienda propia. Ese porcentaje, según el censo anterior de 2010, rondaba el 70 por ciento (68,69%).
Con todo, hay diferencias entre las distintas zonas del país. En la ciudad de Buenos Aires, el porcentajes de hogares con vivienda propia es más bajo, con un 52,9% del total, y en las provincias del NOA y el NEA, en cambio, se encuentran los porcentajes más altos por encima de la media nacional. En Santiago del Estero, por ejemplo, alcanza el 83,7%.
Una de las explicaciones es el precio de las propiedades, con el metro cuadrado más elevado en la ciudad de Buenos Aires. Y un empeoramiento general de las condiciones económicas para acceder a la compra de una vivienda. Pero también se tienen en cuenta cambios en los hábitos de las familias.
Los resultados del informe se dividieron en cuatro módulos:
Saneamiento
- El 94,5% de las viviendas ocupadas tienen baño o letrina dentro de la vivienda. La Pampa es la jurisdicción donde este indicador alcanzó el mayor porcentaje de todo el país (99,2%) mientras que el peor número fue para Santiago del Estero, con 77,2%.
- El 24,9% cuentan con dos o más baños. La cantidad de baños es un dato nuevo, que también permite estimar que se trata de una propiedad de mayor valor. La Ciudad de Buenos Aires fue el distrito con el porcentaje más alto, con 36,7%, seguida por Chubut (26,5%), Tucumán (25,1%) y Córdoba (25,1%).
- El 90,9% tienen inodoro con botón, mochila o arrastre de agua (cadena).
- El 62,2% tienen cloacas (desagüe del inodoro conectado a la red pública). Es un porcentaje que refleja que muchos hogares no cuentan aún con este servicio. Según explicaron desde el organismo, no necesariamente indica que haya habido menor construcción de nuevas redes porque también se suman cada vez más viviendas. La Ciudad de Buenos Aires tiene el mayor porcentaje del país con 99,2% mientras que el más bajo se registró en Misiones, con 26,6%. En el censo anterior, el porcentaje de acceso a cloacas abarcaba el 53,7% de las viviendas.
Servicios
- El 92,3% tiene agua por cañería dentro de la vivienda.
- El 85,4% cuenta con agua para beber y cocinar que proviene de la red pública.
- El 58,4% utilizan gas de red o electricidad para cocinar. Santa Cruz presentó el indicador más alto, con 95,6%. Todas las provincias de la Patagonia superan el 85%. En tanto, Formosa, Corrientes, Chaco y Misiones son las que tienen los porcentajes más bajos, que oscilan entre el 3% y el 5,4%. (En el censo anterior, el porcentaje de viviendas con acceso a la a gas de red o electricidad para cocinar era de 57,4%)
La contracara de este dato son los hogares que se ven obligados a utilizar recursos como leña o carbón para cocina o calefacción, lo que impacta en la salud y genera malas condiciones habitacionales.
Condiciones y materiales de la vivienda
- El piso del 86,6% de las viviendas tiene como materiales predominantes cerámica, mosaico, baldosa, alfombra, madera, vinílico, flotante, microcemento, cemento alisado o mármol. Este indicador permite estimar las viviendas con piso de tierra, uno de los indicadores de peores condiciones de vida y con impacto en la salud (al igual que el caso de la conexión a la red pública de agua y las cloacas).
Tecnologías de la información
- El 78% de los hogares tienen conexión a Internet en la vivienda, a través de banda ancha fija o conexión alámbrica (a través de cables). Las cinco provincias que lideran este índice son CABA (90,6%); Santa Cruz (86%), La Pampa (85,8%), Tierra del Fuego (83,9%) y Buenos Aires (82,1%). En el extremo opuesto está Santiago del Estero, donde menos de la mitad de las viviendas acceden a este servicio (49,5%)
- El 89,7% de los hogares tiene al menos un celular con conexión a Internet. La jurisdicción con mayor porcentaje es Tierra del Fuego (95,2%), seguida por CABA (94%) y Santa Cruz (93,8%).
- El 59,3% de los hogares tienen computadora o tablet. Las provincias de la Patagonia, CABA y La Pampa son las que presentan valores superiores a la media del país. El porcentaje disminuye notablemente en el Norte del país.
Los datos sobre condiciones habitacionales de las viviendas son claves para la elaboración de políticas públicas, obras de infraestructura e incluso para las empresas privadas, que analizan inversiones. Pero también están relacionados con la salud, sobre todo el acceso a cloacas y agua potable de red.
Una de las novedades para consultar los datos del censo por zonas es una herramienta online que el Indec tendrá disponible en su página que permite acceder a los resultados por provincia, departamento y municipio y fue desarrollado en forma conjunta entre los equipos de trabajo de geoestadística del Indec y la CEPAL. También se podrá consultar un “catálogo” de calles, con todos los nombres de las vías de circulación del país.
Desde el organismo de estadísticas reconocen que los resultados del censo 2022 demoraron más que lo que había sido estimado. Varios factores complicaron el análisis de los datos obtenidos el año pasado, con las dos modalidades online y presencial. Muchos datos estaban duplicados entre ambas modalidades de recolección de datos -dos personas o más del mismo hogar que completaron el censo online por ejemplo-, lo que fue subsanado. Encontraron un 2% de duplicaciones en la información recolectada.
Del último censo participaron más de 640.000 censistas y 780.000 personas en total abocadas a la recolección y análisis de los datos. La información recabada en papel se almacena hoy en dos depósitos de cuatro pisos cada uno donde se encuentran las cajas de formularios completados. El 60% de los empleados del Indec trabajan o trabajaron en el proceso de análisis de los datos del censo.
Una parte del análisis de los datos se hace de forma manual y otra automática (con escáneres que interpretan las hojas de los formularios). La parte manual es la que permite que los datos tengan consistencia y no haya errores de interpretación, según explicaron fuentes del organismo. Por ejemplo, una persona de 6 años censada donde figura que tiene estudios universitarios se considera un error y se elimina ese dato.
En el organismo estiman que el próximo paso, para los próximos cinco años, es comenzar un proceso de “censo permanente” donde los datos se puedan ir actualizando de acuerdo a registros administrativos (información que ya tiene el propio Estado y hoy no está estandarizada). Se comenzará con una prueba piloto en la provincia de San Luis.
Este es un camino para que cada vez los censos nacionales de población sean más digitales y de acuerdo a información ya obtenida por el Estado para evitar los grandes operativos, donde se mueven más de 900.000 personas en un día que se declara no laborable. Se estima que un día de censo, como el que se hizo en 2022, equivale a tres operativos de elecciones nacionales, en cuanto a la logística.
Los próximos 9 informes en base a los datos del último censo -con temáticas como migraciones, afrodescendientes, fecundidad, salud, educación- serán difundidos en los próximos meses, antes de que finalice el año.
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