Entre el paquete de medidas anunciadas desde el fin de semana por el Ministerio de Economía, se incluyó un cambio en el rol de Mercado Central, con el objetivo de bajar los precios de venta al público de productos frescos (frutas, verduras, carnes) y alimentos de primera necesidad que no son perecederos.
La propuesta oficial es que el Mercado Central se convierta en importador directo de alimentos, habilitado en el Registro de Importadores. “Ante la detección de distorsiones en los precios de los alimentos por parte de la Secretaria de Comercio, por el abuso de empresas con posición dominante de mercado, el Mercado Central podrá importar en forma directa dichos productos con arancel cero creando mayor oferta de productos sin costo de intermediación”, explicaron.
La idea es que estos productos se ofrezcan de forma directa al publico y a los comercios minoristas de cercanía. También se incluyó como otra medida, generar fideicomisos público privados para la compra de productos alimenticios, donde cada comercio de cercanía puede ser un cuotapartista, según indicaron.
Desde el ministerio de Economía anticiparon que, por ejemplo, se podría abastecer a los supermercados chinos y almacenes de cercanía con una canasta de productos definidos por la Secretaría de Comercio, importados por el Mercado Central. Y señalaron que hay casos de “abuso de precios” de esas empresas a la hora de abastecer a los puntos de venta de cercanía. Esa canasta sería controlada por la Secretaría para que los comercios de cercanía cumplan con los precios máximos de venta.
Sin embargo, desde el sector de los pequeños comercios y supermercados de cercanía desconfían de las medidas y las ven como difíciles de llevar a la práctica. “En nuestro sector no se ven bien estas medidas. Esta situación hay que tratarla de fondo para solucionarla definitivamente. El problema inflacionario distorsiona todos los precios y le pega de lleno al bolsillo del consumidor, del comerciante y a las estructuras comerciales en general. Y se termina rompiendo todo”, describió Víctor Palpacelli, titular de la Federación Argentina de Supermercados (FASA).
“Estas medidas son recetas ya probadas que sabemos que los resultados no hay sido positivos. Creemos que atenta contra el productor primario regional y lo golpearía más de lo que ya está sin solucionar el problema de fondo. Además, el Mercado Central puede atender a una parte ínfima de la población frente a todo el territorio nacional”, agregó Palpacelli.
El representante de los supermercados, destacó que mantienen reuniones con la Secretaría de Comercio y que hubo intentos de facilitar la llegada del programa Precios Justos a los supermercados de todo el país, pero que en el caso de las cadenas del interior no tienen acceso a entregas por vía directa de las empresas, si no que se abastecen a través de distribuidores.
Hace dos semanas, la Secretaría de Comercio había comenzado a negociar una canastas de Precios Justos para los negocios de cercanía y solicitaron a las distintas cámaras que presentaran listas de entre 50 y 60 productos que consideren los más indispensables o de mayor salida para poder incluirlos. Sin embargo, aun no tuvieron novedades si la idea de crear esta canasta se mantiene vigente, ya que no fue incluida entre las medidas anunciadas.
“Presentamos una lista de los productos que consideramos que tiene que estar por ser los de mayor rotación pero nos quedamos con un ‘ni’. Tiene que negociar con las empresas y con los mayoristas, de donde nos abastecemos. Se habla de importar mercadería pero tampoco nos queda claro porque no se da espacio a las pymes locales y los alimentos en otros países limítrofes, por ejemplo, hoy son mucho más caros. Tenemos uruguayos y chilenos que compran acá”, dijo Fernado Savore, presidente de la Federación de almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA).
En diálogo con los comerciantes que forman parte de la federación, Savore señaló que todos coinciden en que solo algunos pocos comercios pueden abastecerse en el Mercado Central. “Los comerciantes estamos dispersos en todo el país. Si vamos todos al Mercado Central, además de perder el día, nos vamos a encontrar con una fila de camionetas”, opinó. “Y si la idea es que esa tarea la hagan los mayoristas es lo mismo. Es sumar otro eslabón. No mueve el amperímetro para nada”.
En el sector de los supermercados de origen asiático tampoco tiene expectativas con las propuestas anunciadas. “Las medidas del Mercado Central no son bienvenidas. Los que pueden comprar ahí son contados con los dedos de una mano. Debería negociar un precio de venta de frutas y verduras para los mayoristas”, dijo Yolanda Durán, presidenta de la cámara empresarial que representa a supermercados de origen asiático (Cedeapsa).
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