Las publicaciones con las que las grandes cadenas de supermercados buscan atraer compradores resaltando los precios de algunos de sus productos tienen una larga historia en el sector retail argentino. Agresivos descuentos, marcas convenientes y bienes de consumo en temporada son destacados en folletos y pequeñas revistas que se distribuyen en los comercios de grandes superficies.
El tradicional método publicitario, al tener antecedentes de muchos años, permite hacer comparaciones que grafican de manera única el golpe que sufrió la economía argentina -y que sufrieron los consumidores- debido al régimen de alta inflación que se instaló hace más de una década.
La consultora Focus Market comparó folletos de ofertas en supermercados de 2007 con los que están en circulación en la actualidad. Y encontró que las subas de precio llegan a superar el 41.000% en 16 años.
“Desde el año 2007 a la fecha el gobierno nacional perdió dos capitales de gestión que fueron baluarte de la primera gestión de Nestor Kirchner como era el superávit fiscal y comercial. A partir de ese año ese patrimonio que mantenían en pie las cuentas, con una inflación de un dígito, mercado cambiario estable y economía en crecimiento sostenido comenzó a perderse. Han pasado ya 16 años de aquel tiempo y no se ha podido revertir el deterioro de nuestra economía en forma constante a lo largo del acumulado de todo el período” señaló Damián Di Pace, director de Focus Market.
Los ejemplos particulares impresionan. Las variaciones en los productos seleccionados parten de casi 14.000% y llegan a rozar 42.000 por ciento. A modo de comparación, la inflación acumulada entre enero de 2007 a abril 2023 fue de 14.960% según índices alternativos al del Indec.
En el caso de la carne, por ejemplo, la comparación muestra que 1 kilo de bife angosto, 1 kilo de cuadril de novillito y 1 kilo de carne picada tenían en 2007 tenían un precio de $7,99, $8,99 y $2,99, respectivamente.
Poco más de una década y media después el kilo de los mismos cortes de carne, comprados en el mismo lugar, tienen un precio de $1.820 (aumento del 22.678%), $1.800 (aumento del 19.922%) y $1.250 (aumento del 41.706%), respectivamente.
Algo similar se ve en productos de la canasta básica como 1 litro de leche, 1 kilo de yerba y 1 kilo de pan, que en 2007 tenían se vendían por $1,61, $4,35 y $2,49, respectivamente. Hoy, a la hora de las ofertas, el litro de leche se vende a $340 (un aumento del 21.018% en 16 años), la yerba a $909 (aumento del 20.797%) y $720 (28.816%), respectivamente.
“El gobierno lanza una serie de medidas para permitir las importaciones a Arancel 0 desde el Mercado Central de la República Argentina a los efectos de generar competencia interna en lo que supone mercados concentrados y a su vez, subsidiará aún más la tasa de interés del programa Ahora 12 disminuyendola 9 %. Sin embargo, no toma medidas compatibles con un déficit fiscal y emisión monetaria que está generando una pérdida de confianza en nuestra moneda más allá de la suba de la tasa de interés de la política monetaria. Parecería ser que los causales macro del fenómeno monetario y fiscal no estuvieron presente como abordaje de primer grado para solucionar el problema de fondo o al menos contenerlo en los próximos meses” señaló Di Pace
“Hoy Argentina ya no solo no cuenta con un superávit gemelo como contaba en 2007. Es decir superávit fiscal y comercial sino que tiene un déficit de cuatrillizos: Déficit Fiscal, Comercial de Reservas, y de Ingresos, con caída real de la recaudación tributaria. El gobierno apela a formalizar el ajuste a través del sector privado vía eliminación de subsidios de tarifas de servicios públicos y transporte e intento de incrementar ingresos a través de planes de moratorias para las Pymes y más recaudación de IVA y Ganancias a través de las grandes empresas. Sin embargo, no hay en vista una mejora en el gasto público que venga de las cuentas nacionales y provinciales que son deficitarias para este nivel de ingresos actual. Los desvíos de los números macro impactan con mayor inflación en los números de los bolsillos de los ciudadanos en la micro con más inflación”, concluyó el especialista.
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