Servicios regulados y acuerdos de precios: cuánta “inflación reprimida” generan en la economía

Qué muestran las estimaciones de las consultoras privadas

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Varios servicios ingresaron en un sistema de indexación mensual (Reuters)
Varios servicios ingresaron en un sistema de indexación mensual (Reuters)

Al ritmo de la aceleración de la inflación, cada vez más precios de la economía -servicios regulados o productos bajo acuerdos oficiales- se atrasan y generan una “inflación reprimida” que pone más presión a futuro y genera distorsiones con efectos a largo plazo.

Los gastos asociados a servicios públicos de luz, gas y agua, salud y educación privada, transporte y comunicaciones -a grandes rasgos- concentran la franja de precios regulados de la economía, representan más de un tercio de la canasta de consumo de las familias, según estimaciones de las consultoras privadas.

En el último tiempo, luego de variedad de congelamientos y programas de flexibilización administrada, varios servicios ingresaron en un sistema de indexación mensual: la medicina prepaga, de acuerdo al índice de costos de salud, o al transporte, que se ajusta por la inflación. Otros rubros, como alimentos y productos de consumo masivo o combustibles, están bajo el paraguas de acuerdos de precios, que rondan 4% por mes y que los dejan por debajo de la variación del índice general de inflación. Mientras que para otros servicios se otorgan autorizaciones periódicas de suba, como el caso de servicios de comunicación (de hasta 4,5% desde mayo hasta diciembre de 2023).

La franja de precios regulados de la economía representa más de un tercio de la canasta de consumo de las familias,

“Tanto desde una perspectiva de corto como de mediano plazo, estos sectores tienen sus precios rezagados. Mientras que en los últimos 6 meses los precios de los regulados perdieron alrededor de 8 puntos porcentuales frente a la inflación general, en los últimos 4 años esa pérdida de precio relativo está alrededor de los 227 puntos porcentuales”, dijo a Infobae el economista Pablo Besmedrisnik, director de VDC Consultora. En porcentaje: la inflación general en ese período fue del 603% mientras que los precios regulados crecieron 376 por ciento.

“La velocidad a la que crecen los precios regulados es más alta y se acerca un poco más al nivel general, pero sigue siendo inferior en lo que va de 2023. Es cierto que la pérdida promedio de los precios regulados frente al nivel general se achicó (de 16 puntos porcentuales en promedio durante 2020-2022 a 7 puntos porcentuales en lo que va de 2023), pero continúa siendo una carrera en la que siguen perdiendo terreno. La brecha continúa engrosándose, los precios generales vuelan más rápido que los regulados”, aseguró el economista.

Transporte de trenes y colectivos en el AMBA en uno de los servicios que cuenta con indexación mensual por inflación (Adrián Escandar)
Transporte de trenes y colectivos en el AMBA en uno de los servicios que cuenta con indexación mensual por inflación (Adrián Escandar)

Besmedrisnik advirtió que el aumento de los precios de los servicios públicos no solo impacta en el consumo de las familias de forma directa, sino también de manera indirecta con incrementos de precios de “segunda ronda”, aquellos que se suman a la ecuación de costos de las empresas y que trasladan de forma directa a sus valores finales. Estos efectos se pueden percibir en aumentos de precios de otras líneas de consumo durante los dos meses siguientes al incremento tarifario.

El economista Ricardo Delgado, presidente de la consultora Analytica, destacó que cuando la inflación se acelera, los ajustes que se decidan deben ser mayores y llegan siempre tarde. “Además, se realimenta la espiral inflacionaria; con lo cual sin un programa que ataque a la inflación y que establezca anclas que permitan estabilizar, este fenómeno de atraso tarifario va a seguir aun cuando los aumentos pactados en un principio se sigan realizando”.

Los aumentos, en general, se pactaron con una inflación que estaba por debajo del 100% anual y hoy ya está corriendo por encima de ese porcentaje (Delgado)

“El problema es que los aumentos, en general, se pactaron con una inflación que estaba por debajo del 100% anual y hoy ya está corriendo por encima de ese porcentaje. Los acuerdos de precios en esta dinámica no pueden funcionar justamente porque no hay un ancla. Hay sectores indexados, pero cuando se define un esquema desde el punto de vista discrecional, como tarifas o aumentos de precios, con la inflación que se acelera pierde efecto y como efecto de largo plazo se requieren más subsidios y la inflación no baja”, contó Delgado.

También destacó el economista que la cotización del dólar es un precio regulado más. “El tipo de cambio oficial después de haberse acelerado casi al 10% en medio de la corrida de fines de abril, ahora volvió a estar cerca del 6 por ciento”.

La medicina prepaga tiene una actualización de la cuota de los planes de acuerdo a los costos de servicios de salud, con un tope para algunos usuarios de menos ingresos
La medicina prepaga tiene una actualización de la cuota de los planes de acuerdo a los costos de servicios de salud, con un tope para algunos usuarios de menos ingresos

En el caso de los combustibles, por ejemplo, desde la cámara del sector, que grupa a los dueños de estaciones de servicios de todo el país (Cecha) advierten que la extensión del programa Precios Justos para naftas y gasoil -con subas del 4% mensual- les genera un desfase que no les permite afrontar los aumentos salariales acordados con el gremio.

“Si bien consideramos que el programa implementado entre el Gobierno y las petroleras da cierta previsibilidad, al establecer un sendero de aumentos contenidos ello pone en jaque al sector, que viene sobreviviendo en un contexto de incremento generalizado de los costos, precios intervenidos por el Estado y paritarias por encima de la inflación” advirtieron. “Con un incremento proyectado de los combustibles del 16% (de aquí a cuatro meses) no podemos hacer frente de ningún modo al aumento del 30% correspondiente al ajuste paritario cerrado con los trabajadores, para el primer semestre de este año”.

Con un incremento proyectado de los combustibles del 16% (de aquí a cuatro meses) no podemos hacer frente de ningún modo al aumento del 30% correspondiente al ajuste paritario (Cecha)

Las subas en los servicios públicos -electricidad, gas, transporte- definidas para mayo rondan 15% en promedio. Pero los economistas observan que siguen por debajo de la media en términos históricos y atrasados frente a la inflación. “Hacia adelante, todo lo que implica una suba de precios de servicios regulados que después va a seguir en torno a la inflación no cambia en términos relativos y probablemente genera una quita del ingreso disponible como si fuera un impuesto”, remarcó el economista Sebastián Menescaldi, socio de la consultora EcoGo.

Se destaca que, en el primer cuatrimestre de 2023, los subsidios cayeron 19,8% en términos reales en comparación año a año, explicados por una reducción real en energía del 25% y en agua del 26,9%. Mientras que en transporte aumentaron los subsidios reales en 1,9% interanual, según un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios (UBA-Conicet).

Los dueños de estaciones de servicio advierten sobre retrasos en los precios de combustibles, que forman parte de Precios Justos
Los dueños de estaciones de servicio advierten sobre retrasos en los precios de combustibles, que forman parte de Precios Justos

“Un usuario empezará a pagar más de electricidad y dejará de comprar o dejará de ahorrar. Esa va a ser la consecuencia de este shock y esta distorsión de precios relativos”, estimó Menescaldi.

La “inflación contenida” en los precios regulados probablemente sea un problema que deba afrontar el próximo gobierno. “Hay límites muy claros a un rezago sostenido de los precios regulados. Por un lado, está la cuestión fiscal. El retraso tarifario se sostiene en subsidios que son inviables en el contexto macro actual. Por otro lado, con restricciones al incremento de tarifas y límites a los subsidios se acotan las inversiones y los gastos de mantenimiento, afectando a la calidad de los servicios”, agregó Pablo Besmedrisnik.

Algunos ejemplos que enumeró el economista: cortes prolongados de suministro eléctrico, la menor disponibilidad de turnos para atención médica con prepagas u obras sociales o exigencias difundidas de copagos.

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