Hacia el fin de una semana que se espera de alto voltaje tras la publicación el viernes del dato de inflación de abril, Economía deberá llevar adelante una nueva operación de deuda pública para renovar una tercera parte de los vencimientos del mes, que ascienden a 1,1 billones (millones de millones) de pesos.
A diferencia de principios de año, cuando el operativo previo para garantizarse la renovación y algunos fondos adicionales para afrontar las necesidades de financiamiento involucraba reuniones con banqueros y otros inversores privados, desde el mes pasado que el trabajo se centra en dotar de liquidez a los organismos públicos para que puedan acercar la mayor parte de fondos posibles a las tres licitaciones previstas en el cronograma.
La primera de ellas será este viernes, por un total de $371.000 millones, mientras que el proximo 23 expiran Bontes por $140.000 millones y el 31 de mayo, una Lede por $476.000 millones.
Para afrontar la fecha, desde el Palacio de Hacienda en estricta coordinación con el Banco Central se pusieron en marcha los preparativos, que incluyeron un nuevo incumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario. Entre el 4 y el 9 de mayo, el BCRA giró $290.000 millones al Tesoro, lo que desbordó por lejos el monto admitido por este concepto.
El trabajo se centra en dotar de liquidez a los organismos públicos para que puedan acercar la mayor parte de fondos posibles
Desde una perspectiva pragmática, el desvío no modifica el escenario de las negociaciones con el organismo de crédito multilateral, ya que ninguno de los dos principales objetivos del programa fue alcanzado: ni acumulación de reservas ni reducción de déficit fiscal. Sin embargo, sí modifica el panorama de cara a la aceleración inflacionaria que se constató el viernes cuando se conoció la inflación de 8,4% de abril, la más alta en exactamente 21 años.
En cualquier caso, la autoridad monetaria no sólo giró al Tesoro un adelanto transitorio por $150.000 millones a principios de semana, sino que además habría emitido otros $110.000 para comprar bonos de la deuda en pesos a organismos públicos que cuentan ahora con ese dinero para participar de la licitación del viernes.
Esta operatoria, que también implica emisión monetaria para financiar al Tesoro, pasó sin objeciones por parte del FMI, lo que quitó sentido al tope de adelantos transitorios. Ese tope estaba establecido en $373.000 millones para todo el primer semestre, una cifra que se insumió entre marzo y la primera semana de mayo y que quedó desborada con el giro de la semana pasada.
Con todo, sin considerar el acuerdo con el Fondo Monetario que está bajo “recalibración”, el Banco Central todavía tiene mucho margen para asistir al Tesoro.
Desde la consultora 1816, alertaron que “por Carta Orgánica, el Central todavía podría girar todavía $1 billón más”. Esa cifra alude a los adelantos transitorios, que son en definitiva la menor parte del volumen de pesos que genera el BCRA. Debajo del radar se cuenta la emisión para intervenir en el mercado.
“Identificamos entre martes y jueves, 3 operaciones por $110.000 millones de TDL23 en el mercado secundario, monto que (imaginamos) irá al Tesoro”, apuntó la consultora en su último informe para sus clientes. El antecedente inmediato es una fuerte intervención por hasta $740.000 millones entre marzo y abril en otro instrumento, el T2X23.
Identificamos entre martes y jueves, 3 operaciones por $110.000 millones de TDL23 en el mercado secundario, monto que (imaginamos) irá al Tesoro (1816)
Por otro lado, durante la última semana se anunció la creación de una nueva figura para maximizar el potencial de obtener fondos extra: los “creadores de mercado líderes”.
Esa iniciativa, explicaron desde el Grupo IEB, brinda a los tres principales intermediarios -hasta ahora dos bancos públicos y uno privado- de participar en la segunda vuelta de la licitación por un monto reservado para ellos, por hasta 30% de lo adjudicado en la primera vuelta.
“De esta forma, el Tesoro busca asegurarse el rolleo (refinanciación) de la deuda en pesos logrando captar la mayor parte de los fondos de los market makers”, detalló IEB, que anticipó que el Gobierno no tendrá dificultades para renovar la deuda pero sí para alcanzar el objetivo de financiamiento neto requerido para cubrir el déficit. Es decir, para obtener fondos frescos.
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