En medio de una pronunciada caída de los ingresos fiscales, el Gobierno retomó en abril un recorte en términos reales en el ritmo de gasto público para intentar un equilibrio de las cuentas públicas, luego de un primer trimestre con un marcado crecimiento del déficit primario.
De acuerdo a estimaciones privadas en base a datos oficiales, las erogaciones durante el cuarto mes del año cayeron entre 10 y 16 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que represetarían el freno más pronunciado del gasto público en lo que va de 2023. El primer trimestre no tuvo una expansión especialmente marcada del gasto, pero el desplome de los ingresos por efecto de la sequía generó un agujero recaudatorio de tal magnitud que hizo crecer el desequilibrio de las cuentas públicas.
Fuentes oficiales estimaron ante una consulta de Infobae que, en lo que va del año, incluyendo la primera semana de mayo, el derrumbe de los derechos de exportación, que es uno de los principales ingresos tributarios del fisco (1,6 billones de pesos a lo largo de 2022), tuvo una caída nominal -es decir, sin contar el propio impacto inflacionario- de 42 por ciento. “No hay medidas adicionales o reajustes en otros impuestos que puedan balancear una caída así”, se lamentó un alto funcionario.
En los primeros tres meses el desempeño fiscal, en ese contexto de ingresos afectados por las condiciones climáticas, el déficit primario fue casi $250.000 millones más alto que el que preveían las metas trimestrales del acuerdo con el Fondo Monetario. De todas formas, ese esquema de objetivos quedó en rediscusión en estas semanas y el Ministerio de Economía espera tener a fin de mes un esquema nuevo para las variables vertebrales del programa, entre las reservas, el déficit primario y la emisión monetaria.
En los primeros tres meses el desempeño fiscal, en un contexto de ingresos afectados por la sequía, el déficit primario fue casi $250.000 millones más alto que el que preveían las metas trimestrales
También hubo en ese primer trimestre un importante aumento de la deuda flotante, es decir, los pagos atrasados del sector público y que para algunos analistas es una manera de “financiarse” indirectamente al devengar pagos pero no realizarlos y “patearlos” hacia adelante. Tal como reflejó Infobae, en marzo ese número creció casi 90 por ciento.
Ya en abril, con la primera meta fiscal incumplida, en abril para los analistas privados el Ministerio de Economía retomó con más fuerza la baja en el ritmo real de gasto público, aunque aún es temprano para asegurar si habrá en definitiva un resultado fiscal positivo, entre otras cuestiones, porque no se sabe aún cuál fue el comportamiento de la deuda flotante a lo largo del mes.
Los datos oficiales preliminares dejaron ver a las consultoras que en abril la contracción interanual del gasto público estuvo entre el 10 y el 16 por ciento. Esa última cifra es a la que arribó como conclusión EcoGo, junto con una caída de los ingresos aproximado del 11 por ciento.
“Mirando los números de Presupuesto Abierto, que comprende solamente un parte del sector público nacional, podemos observar que en abril el desbalance de las cuentas fiscales se habría atenuado. Ello se debe principalmente a que si bien ingresos y gastos caerían en términos reales respecto al año pasado, la caída del gasto sería superior. Particularmente, se observan menor gasto devengado en transferencias y gasto de capital”, mencionó ante Infobae.
Los datos oficiales preliminares dejaron ver a las consultoras que en abril la contracción interanual del gasto público estuvo entre el 10 y el 16 por ciento
Para Analytica, por su parte, que realiza un seguimiento semanal del comportamiento de las cuentas públicas en base también al presupuesto abierto que publica la Secretaría de Hacienda, en abril el recorte real del gasto habría sido de 16,7 por ciento. Sería la poda más marcada del año: en enero fue de 14,6%, en febrero de 4,6% y en marzo de 6,3 por ciento.
“En la cuarta semana de abril, el gasto primario real disminuyó en un 2,9% respecto de igual semana de marzo, y cayó un 14,2% en su comparación interanual. La tendencia contractiva de los últimos cuatro meses del gasto en obra pública se revirtió, presentando un aumento interanual del 30 por ciento. Este se explica únicamente por el crecimiento del gasto orientado a transporte y vialidad que tuvo un incremento del 16%”, mencionó esa consultora.
El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), por su parte, aseguró que en el cuarto mes del año “el gasto de la Administración Pública Nacional se incrementó un 85% interanual en abril, lo que implica una contracción real del 10,7%”, apuntó en un informe reciente. “La ejecución alcanzó el 27,4%, liderada por el Ministerio de Desarrollo Social (39,5%) y el Ministerio de Educación (34,7 por ciento)”, continuó.
“Los subsidios energéticos se redujeron 17% real en el mes y un 52,9% real en el acumulado anual. En el acumulado anual, los recursos destinados a la Tarjeta Alimentar se redujeron un 7,3% real y los destinados al Potenciar Trabajo se incrementaron en 2,1%”, concluyó CESO.
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