El FMI afirmó que hay discusiones positivas con la Argentina, pero no definió si le adelantará los dólares que pidió

La vocera del organismo, Julie Kozack, expresó desde Washington que las negociaciones toman en cuenta el duro efecto de la sequía sobre el país; indicó que la número dos del Fondo, Gita Gopinath, viajará a la región, pero sin venir a la Argentina; la posibilidad de girar antes recursos del segundo semestre es una de las posibilidades a conversar, se aclaró

(NA)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que está embarcado en negociaciones virtuales con la Argentina dado el complejo contexto que sufre el país por la sequía que le restó una importante cantidad de recursos, pero no brindó detalles sobre la posibilidad de otorgarle el adelanto de desembolsos que pretende el Gobierno.

La vocera del organismo, Julie Kozack, indicó que, luego de aprobar la segunda revisión, las discusiones técnicas virtuales están focalizadas en las metas del primer trimestre que se deben tratar en junio en el directorio para disparar el siguiente desembolso a la Argentina.

En este sentido, admitió que el programa se desarrolla en una “compleja situación” dada la sequía que sufrió el país, que, según el Gobierno, le restó unos USD 18.000 millones.

“Argentina ha completado la cuarta revisión del programa que permitió un desembolso inmediato de 5.400 millones de dólares. Hemos estado trabajando en estrecha colaboración con las autoridades argentinas en el contexto del programa para abordar la situación tan desafiante y compleja”.

“En cuanto al estado de las discusiones, hemos estado trabajando muy de cerca con las autoridades en el contexto de la difícil situación económica, que por supuesto, se ha visto agravada por la sequía histórica que enfrenta Argentina. El enfoque de las discusiones que están en curso ahora para la quinta revisión ha sido el fortalecimiento del programa de las autoridades, teniendo en cuenta también el impacto de la sequía”.

“Hay discusiones que se están llevando a cabo actualmente, son constructivas, son discusiones virtuales, y comunicaremos sobre Argentina y el resultado de estas discusiones a su debido tiempo”, sostuvo la funcionaria.

Luego, en el Gobierno remarcaron que la posibilidad de obtener un adelanto de los desembolsos “avanza muy bien” y está “sobre la mesa de las negociaciones”. El FMI no aclaró nada, pero este mecanismo se usó en otros programas.

Kozack, quien tuvo a cargo la negociación del programa firmado con el Gobierno en 2022, optó por no responder preguntas específicas sobre la Argentina referidas a los tiempos de un potencial adelanto de los desembolsos, ni a las versiones que daban cuenta de un pedido para que se acelere la devaluación del tipo de cambio oficial. Tampoco quiso referirse a la alta inflación que sufre el país, que ya fue señalada por el staff como una fuente de alto riesgo en informes previos. Las autoridades económicas creen que el número que se difundirá mañana se acercará al 7,7% de marzo.

Por otra parte, afirmó que el FMI desalienta, tal como está expresado en el acuerdo que firmó el Gobierno en 2022, el uso de criptomonedas como divisas de uso legal de un país al considerar que no tienen el suficiente respaldo.

El país espera recibir a fin de junio no solo un giro de USD 4.000 millones -de los cuales debe devolver de inmediato USD 2.700 millones tras la eventual bendición del directorio a las nuevas metas que se acuerden, sino también parte de los USD 10.000 millones correspondientes al período julio-diciembre.

La definición más sorpresiva fue por omisión, ya que Kozack explicó que la número dos del Fondo, Gita Gopinath, viajará a Chile y Brasil este mes por diferentes eventos, pero no llegará a Buenos Aires. Gopinath representa en el organismo al gobierno de EEUU, el mayor accionista de la entidad multilateral.

La subjefa del FMI, Gita Gopinath, viajará a la región, pero no visitará la Argentina Reuters

Por otra parte, informó que la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, estará presente en la cumbre de ministros de Finanzas del G7 que se reunirá mañana y pasado en Japón en el contexto de una importante situación de nervios por la imposibilidad del gobierno de Joe Biden hasta ahora de conseguir una autorización del congreso en Washington para subir el techo de la deuda de la administración federal.

Esta semana el ministro Sergio Massa declaró al respecto: “Tenemos una operación con el FMI con sus desembolsos y reembolsos por pagos. El Fondo plantea que la sequía es un game-changer y, dentro del mismo programa y con su estatuto, buscamos repensar los objetivos de corto, mediano y largo plazo. Todo está sobre la mesa”.

Además, en el evento de Amcham anticipó que antes de tener un nuevo esquema cerrado con el organismo buscará completar la negociación que involucra operaciones de comercio exterior con otras monedas, como la del pago de importaciones con yuanes chinos o el financiamiento de importaciones desde Brasil.

En relación a la posibilidad de anticipar desembolsos, el jefe del Palacio de Hacienda dijo que “el frontload es una herramienta estatutariamente permitida. Está todo sobre la mesa. Hay una cuestión central que es la capacidad de intervención del Banco Central que es irrenunciable porque los años políticos generan esta idea de dolarizarse y preservar cartera”.

Previamente, en un breve comunicado, un vocero de la entidad que comanda la economista búlgara Kristalina Georgieva había destacado que “los equipos del FMI y del Ministerio de Economía continúan trabajando constructivamente para fortalecer el programa respaldado por el Fondo en el contexto de la sequía muy severa”.

Además, agregó que “las discusiones están en curso de manera virtual y se espera que los equipos tengan varias reuniones esta semana para avanzar con el programa”. “Las conversaciones avanzan constructivamente con el objetivo de rebalancear el programa por el impacto de la severa sequia”, agregaron en Economía.

Por otra parte, el Gobierno avanzó en las últimas semanas, de manera silenciosa, en una negociación paralela que lleva adelante con el FMI para determinar dos cuestiones clave: medir cuál es el nivel de incumplimiento de los dos principales impuestos, IVA y Ganancias, y establecer metas para aumentar la recaudación de los dos tributos. Para este año, por ejemplo, el Gobierno deberá bajar casi tres puntos porcentuales la evasión de IVA.

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