Las restricciones a la importaciones también comenzaron a reflejarse en el rubro gastronómico. Por el faltante de pistacho, una heladería porteña decidió empezar a vender el sabor pistacho con un límite máximo por persona como consecuencia del faltante de esa materia prima importada que por ahora no puso ser reemplazada con la producción local.
“Por motivos de importación y hasta que la misma se normalice: sólo vendemos como máximo un cuarto kilo por persona de pistacho. Esto es para permitir compartirlo con mayor cantidad de clientes. Sepa disculpar la molestia”, es el cartel que los dueños de la tradicional heladería Cadore, ubicada en la avenida Corrientes, colocaron en la caja para advertir a sus clientes sobre los faltantes del gusto de helado, uno de los clásicos del local.
En las últimas horas, el cartel se hizo viral en las redes sociales, luego de ser compartido por el usuario de Twitter Federico González Rouco. “Inviable fabricar helado de pistacho. No se consigue y el precio está por las nubes”, fue una de las respuestas a la publicación.
Según comentó Gabriel Famá, responsable de Cadore y expresidente de Asociación de Fabricantes de Helados Artesanales y Afines, la importación de pistacho comenzó a restringirse casi por completo a fines del año pasado. “Lo estamos suplantando por pistacho de San Juan que está funcionando muy bien”, dijo a Infobae.
Con todo, la materia prima de producción nacional comenzó a llegar recientemente, pero no aun en cantidad suficiente para poder abastecer a todo el sector. Se estima que la Argentina cuenta con más de 3.000 hectáreas cultivadas de este fruto seco. En los últimos años, la región cuyana triplicó su producción: San Juan es el principal productor (con 2.463 hectáreas cultivadas según datos de 2021) pero la provincia de Mendoza también apostó fuerte por este cultivo.
La heladería Cadore es una de las más tradicionales de la ciudad de Buenos Aires. Su larga historia comenzó en una región del norte de Italia, cerca de la frontera con Austria y rodeada por los Alpes donde a fines del siglo XIX, la familia Olivotti fundó la heladería Cadore, en la que tres generaciones de artesanos trabajaron entre 1881 y 1949 respetando las recetas familiares.
En la década de 1950, la familia emigró a la Argentina y en 1957 abrieron su propia heladería en la avenida Corrientes, en el mismo local que hasta hoy conserva las recetas de sus antepasados. La heladería porteña fue incluida en la lista de las 10 mejores heladerías del mundo que realizó la revista internacional National Geographic. La publicación recomendó probar el chocolate con Cointreau, el dulce de leche granizado y la mousse de limón.
En octubre del año pasado, el Gobierno implementó un nuevo sistema de permisos para las empresas que requieren acceder a dólares para importar insumos o productos relacionados a la actividad comercial que ejerzan. En medio de reclamos de las cámaras empresarias sobre las demoras en las habilitaciones, el Gobierno destacó que desde la instrumentación del SIRA hay un 11% más de solicitudes autorizadas en dólares de un año respecto al anterior.
En una charla con la CAME, el el subsecretario de Política y Gestión Comercial, Germán Cervantes, explicó que de las importaciones habilitadas insumos y materiales para la producción se lleva el 51% de la composición total, combustibles y energías el 20%, bienes de capital el 16% y bienes de consumo final más autos el 13%.
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