Poco después de asumir al frente del Ministerio de Economía, Sergio Massa, anunció que no iba a hacer más uso de la asistencia monetaria del Banco Central para financiar el déficit fiscal. Y si bien la emisión volvió en 2023, la realidad es que se trata de montos que no son lo suficientemente relevantes para expandir en demasía la Base Monetaria, que es la cantidad de dinero con la que funciona la economía.
Según los últimos datos del Banco Central, la entidad le giró al Tesoro el pasado 4 de mayo $140.000 millones por Adelantos Transitorios, aunque el mismo día reabsorbió unos $100.000 millones por la venta de divisas al propio Tesoro, para pagos de deuda.
En lo que va de 2023 el giro de Adelantos Transitorios fue de unos $370.000 millones, un 7,1% de la Base Monetaria, que alcanzaba los $5,2 billones ($5.203.752 millones) el comenzar el año. Si se tiene en cuenta que la inflación en este inicio del año ronda el 31%, el factor monetario tuvo baja incidencia para este resultado y debería buscarse la causa de la espiralización de la inflación en la inercia generada por la emisión anterior -de 2020 a 2022-, una suba de los dólares alternativas por encima de la inflación en los últimos doce meses, y el drástico ajuste de tarifas y otros precios regulados en el año en curso.
La Base Monetaria creció en lo que va de 2023 en unos $274.472 millones o un 5,3%, hasta los $5,5 billones ($5.478.224 millones), una tasa muy por debajo de la inflación. Y en una comparación interanual, la Base creció 48,6% una tasa que fue menos que la mitad de la inflación. Para mantener esta disciplina de suba moderada en la Base Monetaria, el Banco Central apeló a una fórmula conocida, la de la fuerte absorción de pesos a través de sus títulos de deuda, las Letras de Liquidez (Leliq) y los Pase pasivos.
En el último año la Base Monetaria creció 48,6%, la mitad que la inflación, pero el stock de deuda del BCRA se disparó un 148,3%
“Entre las urgencias de más corto plazo se encuentran administrar el exceso de pesos, por sus implicancias en la acelerada inflación que sigue desafiando nuevos máximos, y la escasez de dólares, donde las reservas netas ya se encuentran en niveles críticos ante la errática y floja dinámica del ‘dólar agro’, una histórica e inoportuna sequía y la llegada de dólares frescos -a través de desembolsos netos- del FMI que hasta ahora no aparecen”, explicó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
Eso es porque hoy el principal factor de expansión monetaria no es la inyección directa de pesos al Tesoro, sino el pago de intereses de los propios títulos de deuda que emite el Central para retener los pesos dentro del sistema financiero y que no se vuelquen masivamente a la demanda de dólares o la demanda de bienes y servicios; en ambos casos con impacto inflacionario.
Así como la inflación reprimida en el pasado por el atraso cambiario y las tarifas se hace presente en este 2023 -por la actualización de esos precios que tienen tanta gravitación en la economía-, mantener los pesos encajados en títulos de deuda del BCRA representa el mayor desafío para evitar una hiperinflación en 2024.
Esa “bomba” de pesos en deuda del BCRA se acerca a los 14 billones de pesos, casi dos Bases Monetarias extra, que, además, pagan una tasa de interés del 91% nominal anual, que es la tasa de Política Monetaria, que se replica en los rendimientos de los plazos fijos, justamente porque los bancos toman los pesos de los depositantes y con ello adquieren los bonos del BCRA.
Al 8 de mayo último, la deuda del BCRA totalizaba $13,5 billones ($13.498.967 millones), equivalentes a USD 59.297 millones al tipo de cambio oficial, casi el doble que las reservas internacionales brutas y cerca del 10% del PBI. Estos pasivos (principalmente $10,2 billones de Leliq y $3,2 billones de Pases) devengarán cerca de un billón de pesos al mes, debido a que la tasa nominal de 91% anual se amplía a 140,5% de tasa efectiva por la reinversión de capital e intereses a lo largo de doce meses.
El economista Roberto Cachanosky subrayó que “en los cuatro meses y monedas que van del año el BCRA pagó intereses por el stock de Leliq y Pases por $3 billones. En todo 2022 pagó intereses por $3,4 billones. En otras palabras, el alud sigue creciendo. Cuando llegue, va a arrasar con todo. Una locura lo que están haciendo con la deuda del BCRA”. Y advirtió que “el stock de pasivos remunerados por encima de la tasa de inflación -cuando se hace la comparación interanual respecto a la tasa de inflación- abril contra abril creció el 149%”.
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