Se habló de dólar. Patricia Bullrich dijo cuál era la cotización de su eventual gobierno (al menos del arranque), un promedio entre el oficial y el libre. Horacio Rodríguez Larreta prefirió no arriesgar a cuánto podría llegar a fin de año, y hasta hizo un blooper diciendo que “no es economista” cómo para adivinar ese valor, cuando minutos antes había dicho que sería el primer presidente economista del país.
Sergio Massa, quien pidió evitar las internas en el Frente de Todos, algo que muchos interpretaron como un primer paso a una posible candidatura presidencial, habló de que “la economía argentina depende de que el BCRA esté activo cuidando reservas y desde hace algunas semanas cuidando la estabilidad de los dólares financieros”.
El dólar, la brecha cambiaria y cómo el contexto afecta a los negocios fue uno de los temas centrales de los pasillos del Amcham Summit 2023, el evento empresario que organizó ayer la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina y que convocó a más de 1.500 hombres y mujeres de negocios. No sólo eso: la dolarización, el shock y el ajuste que vendrá fueron parte del debate económico de la cumbre, tanto arriba como abajo del escenario del coqueto Alvear Icon, en Puerto Madero.
“Veo incertidumbre, inseguridad y miedo. Este año es malo, el que viene también lo será y luego... luego, veremos. No vi optimismo en esta reunión, para nada”, dijo con tono de resignación el CEO de una multinacional. “¿Cuándo se juntan de verdad los de Cambiemos y se dejan de joder?”, pidió en voz alta otro alto ejecutivo de una compañía energética mientras Larreta terminaba su participación en el evento.
“Acá todos vienen a pasar sus mensajes a un público que quiere escuchar determinadas cosas. Igual, nunca sabremos con certeza qué harán de verdad si llegan al poder”, reflexionó una ejecutiva.
Sobre el final, Miguel Blanco, CEO de Swiss Medical y coordinador de Foro de Convergencia Empresarial, hizo su resumen del summit: “Massa estuvo bastante claro en sus definiciones, pero habrá que ver. Del resto, me gustó Patricia, que fue muy concreta y bajó a nivel de detalle sus respuestas. Me preocupa lo que queda del año, lo veo muy complicado. No está tan claro el tema reservas y cómo se resolverá la falta de dólares, cómo lo dice el ministro. Se está parando la actividad y la inflación esta fuera de control. En general, parece haber acuerdo en lo que hay que hacer, el tema es el cómo y la voluntad política. Cómo dice Fernando Henrique Cardoso, gobernar también es explicar. La gente quiere que le expliquen”.
Dolarización
Hay una línea con la que los empresarios unen la coyuntura más urgente, con todos los problemas que presenta a cuestas, con un pensamiento de mediano plazo, para intentar ver qué hay más allá de las elecciones presidenciales para la economía y los negocios para los próximos meses. El debate es cómo unir un plan que impida una crisis mayor en el corto plazo y tender un puente hasta que algunos “motores” productores de dólares se enciendan con mayor fuerza, y de cierta forma es la certeza que los hombres y mujeres de negocios buscaron de los dirigentes políticos durante la cumbre anual de AmCham.
En esa discusión aparecen algunas de las ideas sobre las que pivotean los principales espacios políticos, y la lectura que sobrevuela el círculo rojo es que si bien algunos principios asoman con un consenso preliminar –que la macroconomía tiene desequilibrios urgentes para resolver como el déficit fiscal, la emisión monetaria y la falta de dólares– no está claro cómo salir, con qué plan ni medidas y qué fuerza política tiene el actual Gobierno y las fuerzas opositoras más competitivas para llevarlas adelante.
Una de las medidas más comentadas en las últimas semanas, impulsada por Javier Milei, la de dolarizar directamente la economía, aparece con poco respaldo en el sector empresario. Dos ejecutivos de importantes bancos de la city lo descartaron por impracticable: “Se necesita una cantidad de dólares que no existe hoy”, dijo uno. Otro se lamentó porque es la única propuesta integral económica que se debate: “Todos los sectores políticos dicen si están a favor o en contra, pero no hay otras propuestas”.
Ese tipo de grandes discusiones cruzó de manera transversal la cumbre de ayer. Milei estuvo invitado, aseguran los organizadores, pero declinó.
Un banquero aseguró que la inflación no tiene explicación multicausal, que las fluctuaciones del dólar no cuentan en esa ecuación y tiene una lectura más lineal: “Es el déficit y la emisión monetaria”. Consultado sin embargo sobre si con bajar el gasto público y cortar la asistencia del BCRA al Tesoro alcanzaría para preparar el terreno a una baja de la inflación, fue menos contundente. Ahí es donde aparecen algunas explicaciones adicionales, esbozadas por otros ejecutivos, como por ejemplo, el componente de por sí inercial que ya arrastra la inflación mes a mes y que actúa como fuerte resistencia a una reducción del ritmo de precios.
“Massa estuvo bastante claro en sus definiciones, pero habrá que ver. Del resto, me gustó Patricia, que fue muy concreta y bajó a nivel de detalle sus respuestas” (Blanco)
Un ejecutivo del sector tecnológico fue, en un aspecto, optimista, y creyó leer que hay algún consenso mínimo sobre hacia dónde avanzar entre los candidatos que se perfilan como postulantes para la carrera hacia la Casa Rosada. “En lo macro más o menos todos piensan lo mismo, no hay algo que los diferencie unos de otros. Lo único disruptivo es la dolarización de Milei, que es más jugado”, dijo fuera de micrófono.
De todas formas, trazó un panorama complejo para el poder de fuego y de decisión económica del Gobierno actual. “Va a ser muy difícil que sin un modelo de gobierno, pueda haber un plan económico sustentable que tome las medidas de fondo. Este gobierno no tiene el resto político para regenerar una nueva propuesta económica. La pelota la tiene el nuevo gobierno puede juntar poder político y tiempo”, concluyó.
Para la CEO de Schneider Electric y presidenta de IDEA Paula Altavilla, lo primordial para éste o el próximo gobierno será “trabajar en equipo con todos los sectores para poder encontrar caminos para generar estabilidad y hacia adelante poder hacer inversiones a largo plazo”.
Consultada por Infobae sobre qué medida debería ser la que ataque de manera prioritaria la gestión económica, Altavilla consideró que se necesitará en realidad “un plan integral” ya que “no hay una solución mágica”. “Se necesita generar confianza en poder pensar en esas inversiones a largo plazo, las que no hay hace 12 años”, continuó.
Respecto de un plan de ajuste que elimine de manera rápida el déficit, algo que suele aparecer como propuesta repetida como mantra entre los empresarios, la presidenta de IDEA fue menos tajante: “Argentina necesita no tener un déficit mayor del que podemos financiar, para poder generar inversiones”.
“Como sector exportador deseamos que la brecha cambiaria se resuelva lo antes posible” (Galeazzi)
Por su parte, Luis Galeazzi, presidente de ArgenCon, la cámara que nuclea a empresas de economía del conocimiento, aseguró ante Infobae, al igual que Altavilla, que la economía requerirá necesariamente “una solución integral” y que para eso identifica un grupo de rubros productos que pueden actuar como “motores” para un “shock exportador”, entre ellos el que representa y otro como la minería.
Para Galeazzi, hoy la brecha cambiaria es uno de los problemas centrales de la economía y aseguró que la próxima administración deberá activar una corrección cambiaria. “Como sector exportador deseamos que la brecha cambiaria se resuelva lo antes posible. Bloquea el crecimiento. La mayor preocupación nuestra es que cada uno de los grupos atienda este tema prioritario. Es muy difícil que se pueda hacer si no hay una corrección cambiaria”, dijo.
“Se necesitará en realidad un plan integral, no hay una solución mágica” (Altavilla)
La recepción de los hombres y mujeres de negocios al listado nutrido de dirigentes políticos que se hicieron presentes en Amcham varió entre la aceptación y la celebración (el aplausómetro fue ganado con distancia por Bullrich) y una atención con algo más de indiferencia, como Daniel Scioli u Horacio Rodríguez Larreta. El ministro de Economía, Sergio Massa, fue posiblemente el invitado sobre el que más se posaron las expectativas, al esperar el círculo rojo definiciones sobre medidas económicas y sobre su posible candidatura presidencial, algo sobre lo que Massa incluso habló.
Un ejecutivo con conocimiento del ecosistema de empresas que animó la velada arriesgó, consultado bien lejos de cualquier micrófono o cámara, que si al conjunto de asistentes al Summit de Amcham se les preguntara quién debería ganar las elecciones para tomar las “decisiones correctas” con la suficiente espalda política, no dudó que Bullrich y Massa serían los dos que llegarían a ese último duelo por la Casa Rosada.
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