Esta mañana el microcentro porteño vio alterada su ajetreada rutina por una serie de operativos comandados por el director de la Aduana, Guillermo Michel, quien por orden de la Justicia en lo penal económico, busca determinar irregularidades en la compraventa de divisas en el mercado formal.
Michel declaró en la puerta de una de las entidades: “Estamos allanando a 20 entidades financieras por maniobras en las que falsas empresas se aprovechan del rulo financiero para acceder al dólar oficial, transferirlo a sociedades vinculadas en el estado de la Florida con documentación apócrifa y volver a legalizarlo”.
¿En qué consiste el “rulo” del dólar?
La investigación hace foco en agentes de dichas entidades que estarían realizando maniobras fraudulentas en el exterior para conseguir dólares a valor oficial y luego venderlos a una cotización superior en las “cuevas” porteñas, los locales informales donde se vende el dólar “blue”.
La maniobras fraudulentas se concretan a través de compras millonarias falsas por comercio exterior. En este sentido, el “rulo” consiste en girar el dinero -los dólares obtenidos a precio oficial- a los Estados Unidos, en este caso sociedades radicadas en el estado de Florida, por la venta de productos que nunca recibían en verdad. Obtenían la autorización previa de organismos oficiales y de esa forma se hacían con los dólares al tipo de cambio mayorista -hoy a $228,10- para después girarlos a una cuenta bancaria de la empresa apócrifa en el extranjero y así concretar la falsa compra.
Ya con el dinero en su poder, nuevamente ingresaban las divisas a una cuenta de Argentina, lo retiraban y lo cambiaban en las “cuevas” financieras donde obtienen un mayor valor de la divisa en el mercado paralelo, generándose el denominado “rulo financiero”. Es decir, se ganan la diferencia de más del 100 por ciento por la “brecha” existente entre el mercado formal y el paralelo, donde hoy se negocia al billete norteamericano a $466 para la compra y $471 para la venta.
Las investigaciones apuntan a dilucidar la asociación ilícita para realizar esta maniobra fraudulenta mediante la emisión de facturas apócrifas.
Guillermo Michel precisó que “utilizando la brecha cambiaria las empresas transfieren a sociedades en el exterior, mayormente LLC de la Florida (similar a una Sociedad de Responsabilidad Limitada -SRL- argentina), y luego traen (las divisas) al país al dólar blue para obtener una ganancia”.
“La Aduana es querellante en una investigación que se focaliza en maniobras del 2020 al 2022 y vamos a cruzar información con el organismo de lucha contra el lavado de dinero de Estados Unidos, Fincen, para acceder a los titulares de las cuentas a las que se giran los dólares”, explicó el funcionario.
Una investigación que empezó en septiembre
Los 20 allanamientos que se concretaron este martes se enmarcan en una investigación que lleva adelante el juez en lo penal económico Pablo Yadarola, y en la que actúa el fiscal en lo Penal y Económico Nº2, Emilio Gerberoff.
Dentro de esta causa, el pasado 23 de abril se desbarató una banda que realizaba estas maniobras fraudulentas en el exterior para conseguir dólares a valor oficial y luego revenderlas al precio del dólar libre, en un operativo realizado por efectivos de la Policía de la Ciudad bajo las órdenes de bajo las ordenes del juez Yadarola y el fiscal Gerberoff. En tres tres allanamientos se incautaron casi 180 mil dólares y una gran cantidad de monedas extranjeras.
La investigación permitió comprobar que al menos dos hombres mantenían una sociedad comercial a través de una firma de hardware y software con sede en el barrio porteño de Palermo y una oficina en Puerto Madero, la cual se encargaba de realizar maniobras fraudulentas a través de compras millonarias falsas por comercio exterior.
Dicha asociación ilícita realizaba esta maniobra fraudulenta desde hace años mediante la emisión de facturas apócrifas y también a través del lavado de activos, ya que con el dinero obtenido realizaban la compra y venta de propiedades que escrituraban a nombre de familiares, amigos y testaferros. Para esas maniobras, se corroboró que contaban con la complicidad de notarios públicos que oficiaban de fedatarios ante las transacciones de cesiones de derechos, compra de inmuebles y fideicomisos.
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