La reciente suba de la tasa de interés definida por el Banco Central impactará en las cuotas de los planes de pago de las empresas que adhirieron a los planes de moratoria de la AFIP. Las cámaras que agrupan a las pequeñas empresas advirtieron que la medida provoca incrementos de entre una y hasta cuatro veces en la cuotas, que están atadas a la tasa Badlar que se empezó a aplicar desde abril, cuando finalizó el período de tasa subsidiada establecido en la Ley de Alivio Fiscal.
Se calcula que 155.888 microempresas y 21.501 pequeñas empresas adhirieron al plan de facilidades de pago definido por la ley, que fue aprobada durante la pandemia.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) manifestó su preocupación por el incremento de las cuotas que deben abonar las micro, pequeñas y medianas empresas. “Las micro, pequeñas y medianas empresas se ven obligadas a afrontar un pago de las cuotas de la moratoria atadas a la nueva tasa Badlar definida por el BCRA. El panorama para una pyme ya era muy complejo previo al incremento de la tasa de interés del BCRA”, expresaron en un comunicado. “En este nuevo contexto los pagos que deberán afrontar las pequeñas y medianas empresas saltarán de una a tres veces y media entre una cuota y otra”, advirtieron.
Hasta abril, las micro y pequeñas empresas, pequeños contribuyentes y entidades sin fines de lucro contaban con una financiación del 1,5% mensual, tasa que se ve ahora incrementada a alrededor de 7% a partir de la nueva referencia que se toma para el ajuste, que es la tasa Badlar del 87,25% vigente.
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) envió una nota al ministro de Economía Sergio Massa, donde advirtió sobre los graves riesgos que corren las pymes tras el aumento de las cuotas. La cámara explicó que el cálculo al que se someten las deudas desde abril vuelve a las cuotas “excesivas” para el sostenimiento de las pymes. “El hecho de multiplicar la tasa por 4,5 al ser aplicado al saldo de capital adeudado, determinó que las cuotas se triplicaran o cuadruplicaran de un período al siguiente, haciéndose en muchos casos impagables para las micro y pequeñas empresas, más en el marco de una situación económica inflacionaria, sumamente grave para un sector cuyo acceso al sistema financiero es especialmente difícil y con un proceso iniciado de caída de actividad”, indicaron.
“El incumplimiento sobreviniente ocasionará a breve plazo la caducidad de los planes de pago y sujetará a estas empresas a la aplicación de medidas cautelares por la AFIP en cumplimiento de sus obligaciones legales, pero con grave riesgo para la continuidad empresaria y el empleo de gran cantidad de trabajadores formales, agravando el traslado al sector informal de la economía”, advirtió la CAC.
Desde la cámara, estimaron que una buena parte de las aproximadamente 520.000 pymes argentinas —que representan al 98% del total de las empresas del país— debieron recurrir durante la pandemia a la Ley de Alivio Fiscal para continuar en pie. Este segmento de empresas emplea a cerca de 3,3 millones de trabajadores.
Con todo, la CAME elaboró un proyecto de ley para modificar parte de los artículos 6, 8 y 10 de la normativa vigente. La propuesta de la confederación empresaria es que desde la cuota 13 y hasta la cuota 36 inclusive se aplique el 30% de la tasa Badlar. Desde la cuota 37 y hasta la cuota 60 inclusive, el 40% de la tasa Badlar . Por último, desde la cuota 61 y hasta la finalización del plan, el 50% de la tasa Badlar en moneda nacional de bancos privados.
“La moratoria en plena pandemia fue necesaria para salvar a las pequeñas y medianas empresas que debieron afrontar una situación excepcional. Sin embargo, producto de los vaivenes macroeconómicos que afectan a nuestro país y que impactan de lleno en la microeconomía, las pymes hoy no tienen la capacidad de afrontar semejante aumento en las cuotas de sus planes de financiación. No van a poder pagar. La tasa Badlar genera una enorme incertidumbre en relación a la posibilidad de afrontar esas deudas, lo que la convierte en una nueva 1050″, resaltó el presidente de CAME, Alfredo González.
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