Hace poco más de un mes, YPF comunicó que había llegado a un acuerdo con el Fideicomiso de Liquidación Maxus que desestimó ”todas las acciones iniciadas contra YPF y Repsol y otorgará una liberación y absolución total de los reclamos que presentó dicho Fideicomiso por hasta USD 14.000 millones”, según informó la petrolera en un comunicado.
El convenio entre privados hoy fue ratificado por el juez Craig Goldblatt, a cargo del Tribunal de Quiebras del estado americano de Delaware.
La propuesta de YPF y Repsol fue pagarle al Fideicomiso USD 287,5 millones cada una, sin que ninguna de las dos empresas “admita responsabilidad alguna” sobre la disputa que estuvo en curso durante casi 20 años. El monto que deberá afrontar YPF es cercano al 2% de lo originalmente reclamado en los tribunales de Delaware.
“YPF y Repsol han llegado a un acuerdo de conciliación bajo el cual el Fideicomiso de Liquidación de Maxus desistiría de las reclamaciones que ha presentado contra YPF y Repsol en el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware, así como a todas las reclamaciones actuales y futuras que pueda tener contra YPF y Repsol”.
Además, ambas empresas firmaron un acuerdo con Occidental Chemical Corporation y algunas de sus afiliadas, “bajo el que Occidental ha acordado renunciar a todas las reclamaciones que pueda tener contra YPF o Repsol, en relación con las entidades Maxus, el Río Passaic y otras áreas sujetas a remediación ambiental”.
“Soy muy crítico de la decisión que tomó Estenssoro en 1995 (por el fallecido ex presidente de YPF José Estenssoro), cuando compró Maxus. Nos metió en ese proceso muy complicado con potenciales consecuencias muy negativas. Es difícil pensar cómo iba a seguir la empresa con una condena y todos los proyectos que tiene para este año”, dijo Pablo González, el presidente de YPF, en una entrevista de Infobae.
Sobre cómo la empresa pagará la deuda, González detalló que el año pasado YPF tuvo una rentabilidad de USD 2.000 millones y Ebitdas trimestrales de USD 1.500 millones. “No es poco. Facturamos USD 18.000 millones con un Ebitda anual de USD 5.000 millones. Ya habíamos destinado USD 80 millones para el caso Maxus. Los otros USD 200 millones los vamos a tomar del Banco Central, con fondos nuestros. Vamos a calzar un crédito de la Corporación Andina de Fomento que ingresa el mes que viene y el país no va a ver disminuidas sus reservas, vamos a reponer lo que usemos. La solidez financiera que alcanzó YPF hace que podamos asumir este gasto sin ningún problema financiero”, dijo.
El caso
En 1995, bajo la gestión José Estenssoro, la YPF entonces privatizada desplegó una estrategia de expansión internacional y adquirió Maxus, una empresa norteamericana de petróleo y gas. Años antes, en 1986, Maxus había vendido su negocio de químicos a Occidental Chemical Corporation y aceptado indemnizar a la misma por los pasivos ambientales derivados de sus operaciones.
Luego, en 2005 el Estado de Nueva Jersey demandó a Occidental y Maxus -añadiendo más tarde a la demanda a YPF y Repsol- por la contaminación con residuos químicos del río Passaic, ubicado a 10 kilómetros de la ciudad de Nueva York.
Occidental hizo valer su indemnidad y Maxus, la empresa que había adquirido YPF en 1995, honró sus obligaciones hasta que el 17 de junio de 2016 tomó la decisión de presentarse en concurso y posteriormente se decretó su quiebra. En junio de 2018 el Fideicomiso de Liquidación de Maxus había demandado a YPF y Repsol y ciertas subsidiarias, por un monto de hasta 14.000 millones de dólares en los tribunales de Delaware, alegando que “Maxus tuvo la intención de obstaculizar, retrasar o defraudar a sus acreedores”.
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