La odisea de alquilar: los nuevos e insólitos requisitos que les exigen a quienes buscan una vivienda para mudarse

La escasez de oferta impacta con más fuerza en el interior del país. Hay propietarios que piden más requerimientos de los que pide la ley. Hay casos en que sólo aceptan parejas sin hijos, sin mascotas y que los ingresos superen $350.000 mensuales

Acceder a una vivienda en locación en la Argentina es todo un drama que debe atravesarse. Hay poca oferta en todo el territorio y comienzan a exigirse aspectos insólitos para poder hacer un contrato (Foto: Getty Images)

La crítica situación que viven miles de argentinos que no tienen un techo propio se profundiza a medida que pasan las semanas. A los constantes incrementos aplicados –el último registro del Índice de Contratos de Locación que regula el Banco Central marcó una suba del 95,93% interanual– en todo el territorio y la escasez de oferta, se suman “nuevos” e insólitos requisitos que plantean algunos propietarios a la hora de alquilar.

El derrumbe en la oferta es una tendencia que se mantiene a nivel nacional y en algunas provincias como San Juan, Mendoza, Jujuy, se calcula que el impacto provocado desde que rige la Ley de Alquileres sancionada en 2020, hizo aumentar un 50% la cantidad de viviendas que pasaron a la venta. A eso hay que sumar que muchos propietarios decidieron destinar sus inmuebles en locaciones temporarias enfocadas en los turistas porque logran una mejor rentabilidad (el formato tradicional otorga un 3,5% promedio anual y el otro se duplica y en algunos casos hasta se triplica) profundizando aún más la problemática para aquellos que buscan un hogar para vivir o deben renovar su contrato.

Hay ciudades con menos de 20 inmuebles en alquiler tradicional al día de hoy, como San Carlos de Bariloche y Paraná

Por ejemplo en San Juan capital, una ciudad de 650.000 habitantes hay sólo cerca de 200 propiedades en alquiler tradicional. “Jamás se vio algo semejante y crecieron los alquileres para turistas. Nuestra provincia tiene muchos visitantes por fin de semana y el dueño de una vivienda prefiere alquilarla por $20.000 diarios en vez de un acuerdo a tres años como lo establece la Ley de Alquileres”, dijo a Mauricio Turell, presidente de la Cámara de Inmobiliarios de San Juan.

En esta ciudad habían crecido los alquileres temporarios para gente que fue a trabajar en la explotación minera (actividad que estuvo muy ágil hasta pre pandemia). Pero luego muchos desocuparon esos inmuebles que estaban amoblados y en buenas condiciones y gran parte de ellos ahora se destinan en locación turística.

En San Juan capital, ciudad de 650.000 habitantes hoy sólo hay 200 viviendas en alquiler tradicional. La escasez está presente en todo el país

Turell dijo que “los otros problemas son la inflación y los sueldos. En San Juan la gente asalariada gana $140.000 promedio y un alquiler de una casa de tres o cuatro ambientes hoy en zonas céntricas o periféricas supera los $100.000 después del último aumento del ICL. Esto provoca que muchos inquilinos se alejen de los puntos más dinámicos de la ciudad y resignen confort, situación que trae complicaciones para llevar a los hijos a la escuela, por ejemplo”.

Otra situación que empezó a verse con frecuencia en varias ciudades del interior, incluido Mendoza capital, Santa Rosa (La Pampa) o Viedma (Río Negro), es que mucha gente que hace malabares para llegar a fin de mes firma un acuerdo para un alquiler a tres años (como indica la ley) y como sabe que al año del contrato de los $80.000 iniciales deberá pagar $155.000, unos 3 meses antes de que cumpla ese año avisa que dejará la casa y se muda a otra más económica o se instala con sus padres o familiares.

Requisitos a full

Cómo la oferta es tan escasa, hay ciudades con menos de 20 inmuebles en alquiler tradicional al día de hoy, como en San Carlos de Bariloche y Paraná, capital de Entre Ríos.

Por la necesidad de alquilar que existe en todo el país crecieron contratos ilegales a dos años y ajustes semestrales. Pero la gente termina aceptando esas condiciones porque no consiguen donde vivir

Esto hace que los propietarios exijan más requisitos de los que corresponden por ley y no se conforman con dos garantes, o garantía inmobiliaria o seguro de caución, más los meses de depósito y del primer mes de contrato. Incluso, piden como algo excluyente que presenten recibos de sueldos que superen los $350.000 y eso en el interior no es tan fácil de lograr.

“Hace 4 meses que no consigo alquilar en Mar del Plata. Y eso que hasta he llegado a proponer pagar 4 meses juntos de alquiler y ni así me aceptan. Actualmente vivo con una amiga pero quiero mi espacio propio y cuesta mucho conseguir, relató a Natalia.

Obtener la llave para alquilar una vivienda se transformó en una misión compleja en la Argentina (Foto: Getty Images)

El problema también “explotó” en las redes sociales. De hecho Enzo Sivila, hizo un video humorístico en Tik Tok sobre la dramática situación de conseguir una vivienda y los requisitos que piden las inmobiliarias. Su envío cosechó más de 4 millones de likes en dos semanas. “Queremos alquilar, no entrar a la NASA”, finaliza el video que se burla de los requisitos que piden las inmobiliarias.

Sivila comentó a Infobae que hizo este video por su hermana. “Porque hace dos meses y medio que busca y no encuentra una casa o departamento de tres ambientes en San Salvador de Jujuy. Lo que le proponen es muy caro: por una casa de dos dormitorios piden más de $150.000 mensuales, y es muy alto para los ingresos promedios que tenemos en la provincia. Y si es con expensas, no bajan de otros $15.000 por mes”.

En el escaso universo de alquileres disponibles, los propietarios tienen la posibilidad de poner requisitos que, en ocasiones, son exagerados. “Las restricciones respecto a las mascotas son frecuentes tanto en departamentos como en casas. En el caso de parejas con hijos, también se complica ya que muchos propietarios nos piden que demos prioridad a personas que no tengan”, contó a Mariano Celis, experto inmobiliario que opera en la zona de Bahía Blanca.

Es común ahora que muchos inquilinos compartan sus experiencias y dificultades que encuentran al momento de alquilar. Desde restricciones relacionadas con mascotas, hijos, novios y horarios de entrada a los edificios.

Paula Z., una inquilina de San Luis capital, dijo a Infobae que su contrato actual enumera a su pareja, hijo y a ella. “Pero aclara que se permite residir sólo a 3 personas. Supongo que si queremos tener otro bebé le tendré que pedir permiso al dueño”.

Y amplió algo más raro aún: “Algunos propietarios exigen que en el caso de ser gay o lesbiana, directamente no alquilan”, amplió.

Dificultad que debe tratarse

La mayoría de los que buscan para alquilar hoy lo hacen de forma mayoritaria a través de los portales especializados vía digital de cada región o ciudad. Y en segunda instancia a través de las redes sociales en donde hay dueños directos que ofrecen sus inmuebles, pero tampoco es que abundan, porque así como se publican suelen contratarse rápidamente.

Ricardo Botana, presidente de la Unión Argentina de Inquilinos (UAI), destacó a Infobae que “se está violando lo que dice la ley. Crecieron los contratos ilegales con acuerdos a dos años y ajustes semestrales, algo que no corresponde. Mucha gente nos escribe y lo denuncia, pero cómo a veces no tienen adonde vivir terminan aceptando esas condiciones”.

Para que crezca la oferta hay que trazar una política que abarque a todos los actores por igual. Como también incentivar a los propietarios con beneficios impositivos para que vuelvan a destinar sus inmuebles en locación tradicional y no temporaria ni turística, algo que no para de crecer ni en la ciudad de Buenos Aires ni en el interior del país.

“También para que aumente la oferta podría modificarse el ICL y que predomine más el ajuste por el ingreso de los trabajadores y no por inflación. Pero más allá de todo hay que tentar a los dueños y crear un plan de créditos hipotecarios accesibles, sobre todo para quienes se casen o formen pareja. Eso también necesita un plan sostenible y con una visión política amplia”, concluyó Botana.

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