Juan Schiaretti, precandidato presidencial: “La dolarización es una medida milagrera, pulverizaría los salarios, entraríamos en un caos”

El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que al principio de la semana confirmó que será candidato a presidente en las elecciones de este año y se presentó como una opción para terminar con la “maldita grieta”, calificó hoy a la dolarización, la propuesta que encabeza Javier Milei, el candidato de La Libertad Avanza, como “una medida milagrera y simplista que no resuelve los temas de la economía”.

Schiaretti mencionó que según cálculos de economistas del Iaraf y del Ieral dolarizar en la Argentina llevaría, al tener que canjear los pesos en circulación y las deudas del Banco Central por las escasas reservas en dólares de la autoridad monetaria, a un dólar de 9.500 pesos. “Sería una devaluación enorme, pulverizaría salarios e ingresos, entraríamos en un caos”, advirtió en una entrevista en el programa Sábado Tempranísimo, por radio Mitre.

Lo que hay que hacer para “lograr una estabilidad en serio”, dijo el gobernador de la provincia mediterránea, es eliminar el déficit fiscal.

El flamante candidato, que dijo que pretende formar un gobierno de coalición a nivel nacional incluyendo tanto a sectores del radicalismo y del PRO, del peronismo y de la democracia cristiana y “a todos los que están fuera de la grieta”, dijo que la clave de los problemas económicos de la Argentina son la falta de dólares y el déficit fiscal, que señaló como causa inicial.

El eje de un plan económico, dijo, debe ser la eliminación del déficit fiscal. “Cuando uno gasta de más, pide crédito, se endeuda; después, si no puede pagar, entra en default, entonces le da a la maquinita, que exacerba la inflación. Por eso hoy estamos viendo las dos cosas: falta de dólares y déficit fiscal”.

Consultado sobre la reciente expresión del gobernador formoseño, Gildo Insfrán, que calificó a los porteños de “hijos de su madre”, Schiaretti dijo que el país está centralizado, pero que eso no es culpa de los porteños, sino de cómo se organizó el país y de cómo lo miran los que gobiernan. “Y no es solo desde CABA, sino también desde el AMBA (por el área metropolitana, que abarca el conurbano bonaerense)”, señaló.

Para hacer su punto, dio como ejemplo que porteños y bonaerenses del conurbano tienen los más altos subsidios al transporte y pagan las tarifas más bajas del país, cuestión que extendió a la energía e incluso al agua corriente. “El agua y las cloacas del AMBA las pagamos nosotros”, dijo, en referencia al interior del país. Y apuntó que el área metropolitana tiene también la nafta más barata. Sin embargo, aclaró, “eso no es culpa de los habitantes, sino de los que gobiernan, hace falta que dejen de mirar el país desde el AMBA, mirar también el interior productivo y hacer avanzar al país en su conjunto”.

Consultado sobre si bajaría las retenciones a cero, Schiaretti no se amilanó. “Sí, lo haría gradualmente y las pondría a cuenta de ganancias. Es uno de los impuestos que solo se cobran en la Argentina. No existe en ningún país de América Latina, en ningún país de Europa, en ningún país de Asia. Hay que incentivar la mayor producción posible”, respondió. E indicó una paradoja de la actual situación: “Hacen falta dólares y le ponemos retenciones y cupos al sector con mayor capacidad de traer dólares”.

Schiaretti también hizo comparaciones sobre los efectos del desaliento a la producción agroindustrial. “Uruguay es más chico que Córdoba y exporta más carne que la Argentina; el PBI agrícola de Brasil es igual al PBI total de la Argentina”, señaló. “El tema de los dólares, si hay reglas claras y estables, los vientos del mundo soplan a favor”, se entusiasmó, y citó el potencial de producción y exportaciones del sector agroalimentario el energético, el del litio.

El gobernador cordobés, enmarcado en lo que se conoce como “Peronismo federal” y aliado de políticos como Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, Graciela Camaño y Diego Bossio, excluyó por completo la posibilidad de competir internamente con el kirchnerismo, al que calificó de “autocrático y autoritario” y de haber empobrecido al país pese a enarbolar consignas supuestamente progresistas.

En cuanto a su propuesta política, dijo que a nivel nacional, igual que a nivel provincial, su propósito es construir un gobierno de coalición, abriéndola a sectores “fuera de la grieta” de modo de conseguir el volumen para sacar a la Argentina de la decadencia”.

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