Dólar soja 3: los exportadores están liquidando la mitad de lo necesario para alcanzar el objetivo del Gobierno

La tercera etapa del plan esperaba una liquidación de USD 5.000 hasta fin de mayo. Para eso hace falta un promedio de USD 150 millones diarios; ayer, no superó los 80 millones de dólares

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Los dólares que están ingresando
Los dólares que están ingresando por la venta de soja al exterior no provienen de los productores sino de la caja de los exportadores que los venden sin tener el producto. REUTERS/Diego Vara

La volatilidad de los mercados, la falta de reservas disponibles hicieron circular la versión de que se podría elevar a $350 el dólar soja e incluir al trigo debido a la falta de liquidaciones del sector porque a los exportadores les conviene comprar en Brasil donde los precios en dólares son menores.

Los dólares que están ingresando por la venta de soja al exterior no provienen de los productores sino de la caja de los exportadores que los venden sin tener el producto. La situación no es sostenible y el Gobierno lo sabe. De hecho, ayer fue uno de los días de mayor liquidación de soja y la cifra fue inferior a los USD 80 millones. Para alcanzar la cifra deseada por Economía a fin de mayo próximo de USD 5.000 millones, necesita un promedio diario de liquidaciones de más de USD 150 millones. Nunca alcanzaron una liquidación semejante en esta tercera etapa del dólar para el agro.

Ni hablar de las economías regionales a las que se les adjudicaba un poder de liquidación de USD 3.500 millones y llevan vendidos USD 50 millones. Solo una veintena de firmas se acogió al nuevo régimen. Detrás de la excusa de “trámites complicados”, la realidad indica que no quieren entrar al plan de Precios Justos para el mercado interno a cambio de un dólar de $300 que quedó bastante disminuido por la inflación y que no sirve para exportaciones como las del maní que comienzan su cosecha en junio.

El analista financiero y experto en agronegocios Salvador Vitelli señaló: “Si se hace un análisis de lo que está sucediendo las reservas netas calculadas por el método del FMI, son de USD 1.100 millones aproximadamente. La economía se sigue complicando y siguen los pedidos de dólares de los bancos a través de camiones de caudales. Hoy (por ayer) pidieron USD 11,8 millones. No es una situación preocupante todavía, pero puede serlo si se transforma en tendencia. Si bien Estados Unidos va a apoyar para que el organismo gire dólares extra, son dólares para devolverle al FMI y no generan disponibilidades inmediatas”.

La caída de depósitos en dólares durante abril fue de USD 753 millones. El mercado de cambios estuvo enrarecido. Los inversores, con la reaparición del SENEBI y la eliminación del apalancamiento para comprar dólares MEP y contado con liquidación, deben mirar hacia varios lados y la sensación de desorden es imposible de evitar. Según Vitelli “esta desorganización es avalada por el Banco Central y termina subsidiando a los dólares financieros por pantalla, los que se compran con parking de bonos de 24 horas, que terminan cotizando con el contado con liquidación por debajo del MEP. En estos desarbitrajes los inversores aprovechan y toman ventajas.”

Esta situación donde el dólar cable es más barato que un dólar que queda en el país, es un subsidio a la fuga de capitales. En tanto, en el mercado de contado, el que muestran las pantallas de los operadores, el MEP aumentó 62 centavos (+0,1%) a $429,46 y el contado con liquidación se derrumbó $11,35 (-2,5%) a $448,51. En el SENEBI, donde las operaciones son bilaterales y no aparecen en pantalla, el MEP estuvo en $434 y el contado con liquidación promedió $452.

El dólar libre con mayor oferta por las operaciones “puré” por la venta de dólares MEP que cotizan con una diferencia de casi $30, bajó $5 a $469.

En la plaza mayorista, el BCRA desaceleró el ritmo de devaluación. El dólar oficial aumentó 55 centavos a $225,20. El agro liquidó USD 99 millones a $300 y vendió USD 224 millones a los importadores. Su saldo fue negativo porque perdió en el intercambio USD 125 millones a los que hubo que agregar USD 60 millones que pagó por energía y la venta de dólares para recomprar bonos y contener al dólar. Esta salida de divisas hizo que las reservas caigan USD 188 millones a 34.890 millones.

El analista Andrés Reschini señaló que “el tipo de cambio avanzó a un ritmo de 6,42% mensual y en las últimas 5 ruedas bajó el ritmo de devaluación de 8% a 7,5%. De esta manera se ubica por debajo de la tasa de Política Monetaria que está en 7,6% mensual”.

Sobre el dólar libre señaló que las bajas están perdiendo fuerza. Desde el pico de $495 perdió 5% contra 8% del contado con liquidación en el mismo período y, como ya estaban disociados con un valor mayor del “blue”, esta brecha se profundiza; una señal de que aún no está ganada la batalla del Ministerio de Economía contra la presión dolarizadora”.

Respecto al dólar agro observó que “el promedio del precio de compra del Central se elevó a $937 por cada uno de los USD 198 millones netos que lleva comprados desde que el programa está vigente. Además, tengamos en cuenta que vende por contado con liquidación y por MEP a valores de entre $420 y $430 que le ocasionan una pérdida patrimonial”.

Lo positivo de la rueda para Reschini fue que “los dólares futuro se tomaron un respiro después de 7 ruedas consecutivas con el promedio de tasas implícitas al alza. Las posiciones más cortas bajaron, pero agosto y setiembre mantienen niveles de 300% anual. El dólar a fin de año sigue marcando una devaluación de 200% anual”.

En la Bolsa, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, tuvo una caída de 2,60% en pesos y 0,1% en dólares. En tanto, los ADRs -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- cerraron con mayoría de bajas.

Este mes no habrá pagos al FMI, pero el mes que viene se deben cancelar USD 2.700 millones y el escenario no es el más favorable porque en junio comienza a mermar la liquidación del agro.

Todas estas señales hacen prever que la batalla entre Economía e inversores privados será más intensa, porque hay un ostensible ataque a las reservas que se hace más visible en las tasas del dólar futuro donde crecen las apuesta a una devaluación.

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