La rueda de negocios en la plaza mayorista exhibió un sostenido volumen de negocios por USD 571,5 en el segmento de contado (spot), con liquidaciones por el dólar soja totalizaron USD 99,04 millones, el monto más alto desde el 24 de abril.
Dicho stock fue adquirido en su totalidad por el BCRA (a $300 por dólar), pero la entidad debió revender unos USD 224 millones en la plaza mayorista (a $225,20) para abastecer la demanda de importadores, por cuanto cerró su intervención con fuertes ventas netas de 125 millones de dólares. “En la fecha se registraron pagos de importación de energía por unos USD 60 millones”, precisó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.
De esta forma, por operaciones con dólar agro, se registran en esta tercera etapa ingresos por USD 1.773,8 millones desde abril. Asimismo, desde que empezó el 2023 el balance del BCRA por la intervención cambiaria es negativo en USD 3.223 millones, un récord para el período.
Fuentes del mercado señalaron que “En estas dos primeras jornadas de mayo se concentró la demanda de dólar ahorro, que estacionalmente es alta en los primeros días de cada mes y luego de la primera semana tiende a ser nula. En el primer día hábil fue de USD 43 millones y hoy se estima un monto similar. También se observa una concentración de pagos de importaciones en estos primeros días con tendencia decreciente”.
“El mercado también refleja la caída de exportaciones. En el primer cuatrimestre se exportaron USD 8.000 millones menos por concepto de oleaginosas y cereales -en términos netos, descontando lo que se importó para procesar y se reexporta-”, explicaron.
Mientras las importaciones de bienes acumuladas en el primer cuatrimestre del año 2023 exhibieron una disminución de 7% con respecto a igual período del año previo.
En abril, las importaciones de bienes rondaron los USD 6.000 millones, presentando una caída de 11% con respecto al total registrado en el mes previo (marzo 2023: US$ 6.782 millones) y de 12% al hacer la comparación con el mismo mes del año 2022.
“Las preocupaciones acerca del nivel de reservas internacionales, más allá de una versión del dólar soja, sumado a esto la elevada inflación y alto déficit fiscal, continúan presentes”, consignaron los analistas de Research for Traders.
Las reservas internacionales brutas cayeron el martes USD 218 millones y finalizaron en 35.078 millones de dólares.
A comienzos de mayo Argentina abonó al Fondo Monetario Internacional (FMI) un vencimiento de USD 731 millones. Este es el único pago del mes, pero en junio habrá que abonar unos USD 2.709 millones y en julio, otros USD 2.657 millones. Probablemente se esperen los desembolsos del propio Fondo para pagar dichos vencimientos, aunque antes habrá que cumplir con las metas del acuerdo con el organismo, las cuales son parte de la negociación actual.
“En el esquema cambiario actual, el mercado oficial de divisas opera con un régimen intermedio entre dos extremos, la flotación y la fijación, llamado “crawling-peg”. A su vez, existen mercados alternativos para hacerse de moneda extranjera. En este contexto, con un shock de oferta como la sequía sería lógico que el tipo de cambio real se ajuste al alza para limitar los efectos de la misma sobre la economía real”, evaluaron los expertos de TSA Bursátil.
Mientras tanto, en un encuentro en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, el presidente Alberto Fernández y su par Luiz Inácio Lula da Silva analizaron las alternativas para brindarle una ayuda financiera a Argentina, en un contexto de escasez de reservas. Los créditos buscarán financiar a las empresas exportadoras de Brasil a un mayor plazo, para intentar aliviar más de USD 1.000 millones mensuales en importaciones desde ese país.
Este miércoles, los ministros de Economía Sergio Massa y Fernando Haddad de Brasil se reunieron para definir un acuerdo comercial, con el objetivo de reducir el uso de dólares en el intercambio entre ambos países. El eje de la negociación para la posición argentina fue la obtención de un esquema con Brasil en la línea del sellado la semana pasada con China, mediante el cual las importaciones de ese país se pagarán en yuanes sin necesidad que los importadores deban acceder a dólares para saldar sus operaciones.
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