El dólar libre tuvo en el inicio de la semana una de las ruedas más movidas desde el regreso del “cepo” cambiario. La divisa llegó a operarse a un récord de $465 para la venta, para terminar ofrecida a $462, en zona de máximos nominales. El salto diario de 20 pesos, un 4,5%, fue el más grande desde que empezó la “corrida” en abril. La brecha cambiaria con el dólar mayorista, que terminó a $220,21, alcanzó el 109,8 por ciento.
Luego de haber alcanzado un máximo nominal de $465 para la venta, el precio del billete norteamericano negociado en el mercado paralelo recorta dos pesos, a $463, por cuanto ajusta a 21 pesos o un 4,8% la ganancia en el día. Con un dólar mayorista que cerró ofertado a $220,21 la brecha cambiaria alcanza el 110,3 por ciento.
En un nuevo máximo nominal, el dólar libre cotiza a $465 para la venta este lunes. En el día asciende 23 pesos o un 5,2%, con lo que amplía la brecha cambiaria al 111,2%, ante un tipo de cambio oficial que en la plaza mayorista es pactado a 220,20 pesos.
El billete norteamericano continúa muy demandado en el reducido pero influyente mercado paralelo, ahora con una punta vendedora de $460, en un renovado récord nominal. El dólar “blue” le saca clara ventaja a la rampante inflación de 2023, pues en el transcurso de abril anota un alza de 65 pesos o un 16,5%, mientras que en el cotejo desde el arranque del año alcanza una suba de 114 pesos o un 32,9%, unos diez puntos porcentuales por encima de la suba general de los precios minoristas.
Poco antes de las 14 horas el dólar libre estira el alza diaria a 16 pesos o un 3,6%, para ser cotizado a $458 para la venta, en un nuevo máximo nominal. De esta forma, la brecha cambiaria alcanza el 108 por ciento. El dólar “blue” anota una suba de 15,9% en abril, un beneficio que supera con creces a los rendimientos de los plazos fijos.
Con una importante intervención oficial, a través de la venta de bonos en cartera de entes públicos, que deprime la cotización de los títulos públicos, los precios del dólar implícitos en activos bursátiles caen unos ocho pesos. El dólar “contado con liquidación” a través del bono Global 2030 (GD30C) baja a $445, mientras que el dólar MEP con el Bonar 2030 (AL30D) cae a 434 pesos.
La cotización “blue” del dólar vuelve a subir pasado el mediodía, para ofrecerse a $456 para la venta, con una ganancia de 14 pesos o un 3,2% en el día. La brecha cambiaria con el dólar mayorista, que es pactado a $220,23, alcanza el 107,1 por ciento.
La divisa norteamericana ofrecida en el mercado paralelo extiende a diez pesos o 2,2% la ganancia de este lunes, a $452 para la venta, un nuevo récord nominal. En lo que va de abril el billete norteamericano le saca una amplia ventaja a la inflación y al plazo fijo, con una suba de 57 pesos o un 14,4 por ciento.
La divisa negociada en el mercado paralelo gana ocho pesos este lunes, a $450 para la venta, para acumular una ganancia de 55 pesos o un 13,9% en el transcurso de abril. Asimismo, desde el comienzo del año gana un 30%, una tasa superior a la de la inflación del período.
Con un dólar mayorista que sube 1,76 peso, a $220,20, la brecha cambiaria se asienta en el 104,3 por ciento.
Lejos de apaciguarse y tomarse un respiro, las cotizaciones del dólar en sus distintas variantes registraron hoy otro día de furia, con el billete libre alcanzando los $445, en sintonía con el dólar Bolsa que se operó hasta en $440 y el contado con liquidación superando los 450 pesos.
“La tercera edición del USD “soja” está generando menor oferta inicial de divisas a la anticipada por el Gobierno y no está contribuyendo al objetivo de acumular reservas” señaló en su informe semanal la consultora Quantum, fundada por el exsecretario de Finanzas Daniel Marx, asesor ad-honorem del actual equipo económico en materias de deuda y financiamiento.
El sueño de la dolarización apareció en la cabeza de Pablo Guidotti durante el “Efecto Tequila” de México en 1995. Cuando él se desempeñaba como director y Roque Fernández como presidente del Banco Central, ambos analizaron la posibilidad de despojarse completamente de la moneda nacional, para evitar el impacto negativo provocado por las corridas cambiarías sobre los flujos de capitales.
Tras la medida que implementó ayer el Banco Central, para postergar pagos en dólares por un monto de USD 2.000 millones hasta fin de año que trabó la normal operatoria del mercado, la autoridad monetaria emitió hoy otra norma que anticipa nuevas complicaciones para inicios de la próxima semana.
“Es la inflación, estúpido”. Ese podría ser el punto de partida para detectar el origen de la condición bimonetaria de la economía argentina. No hay que pensar en factores culturales ni en simpatías por las potencias económicas que vuelvan seductor al dólar. Más bien, las causas obedecen a la inflación alta y recurrente que el país, bajo diferentes gobiernos y esquemas monetarios, ha gestado en las últimas décadas. Un informe de Fundar, un centro de estudios y diseño de políticas públicas, sobre la “Argentina bimonetaria” aborda la cuestión con el debate sobre la dolarización sobre la mesa en la campaña electoral.
Cuando tras el 7,7% de inflación de marzo y ya sin el impacto de la suba de precios estacionales se preveía que finalmente abril podría mostrar un retroceso, aunque fuera módico, la fuerte suba del dólar en todas sus variantes durante la semana echa por la borda la expectativa de mejoras. No sólo la suba del billete en sí misma pone renovada presión sobre los precios sino que también las medidas oficiales para reaccionar al nuevo escenario contienen un impacto inflacionario. No sólo para abril sino, especialmente, para los meses siguientes.
El Gobierno nacional publicó durante la semana los primeros dos listados de economías regionales que podrán participar de la nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE III), que establece un tipo de cambio diferencial de $300 por dólar hasta el 31 de agosto para este sector. Siendo casi 30 las producciones beneficiadas, siempre y en cuanto puedan cumplir con los criterios de elegibilidad determinados por el Ministerio de Economía, desde la cartera nacional esperan que se pueda concretar un ingreso de divisas de entre USD 3.500 y USD 4.000 millones.
En el ministerio de Economía creen que la supuesta devaluación que Max Valores le adelantó a sus clientes no fue solo un exabrupto de un empleado, como dejaron trascender en una solicitada. “Registramos de parte de ellos fuertes ventas de posiciones en pesos contra bonos Globales el viernes”, aseguran.
Tras la fuerte escalada del dólar la semana pasada, que llevó a los tipos de cambio paralelos a la zona de los $450 en medio de un tembladeral político que atravesó al Gobierno nacional, el mercado abrirá operaciones este lunes con un dólar blue a $442 y un “contado con liqui” a $452. Será una semana en que el Ministerio de Economía afrontará un test decisivo ante los inversores cuando busque, en el contexto de incertidumbre cambiaria, cubrir más de $900.000 millones de vencimientos de deuda en pesos.
El viernes los dólares paralelos volvieron a subir fuerte. El dólar libre trepó 10 pesos a $442, el dólar contado con liquidación ascendió 19 pesos a $455 y el dólar MEP subió 16 pesos a $438 unidades.
Fue el cierre de una semana particularmente complicada en el mercado cambiario. La suba de la cotización libre sumó en total $42 en los cinco días de operaciones, un salto del 10,2% en apenas una semana.
El Banco Central compró USD 289 millones el viernes y el resultado parcial de abril pasó a ser positivo por USD 81 millones. En el cierre de la semana se registraron ingresos por USD 185 millones por el dólar soja.
El Banco Central compró USD 289 millones en el mercado de cambios, revirtiendo de esta forma el saldo de su intervención neta en abril, que pasó a ser positivo por primera vez en el mes en USD 81 millones. En el mercado mayorista hubo un volumen importante superior a los USD 530 millones, empujado por las liquidación del dólar soja 3, el mecanismo que paga a los exportadores de granos un tipo de cambio diferencial de 300 pesos. Por esa vía, ingresaron hoy USD 185 millones.