El calendario electoral se acerca y, como cada vez que la Argentina va a las urnas, los inversores están expectantes respecto al efecto que puede tener la voluntad popular en los activos del mercado. Esta semana se supo que Alberto Fernández no va a competir por la reelección, por lo que el cambio de Gobierno -aunque puede tomar distintos colores- ya es una certeza.
Las definiciones políticas tienen una enorme incidencia en la Bolsa porteña y los precios de los bonos soberanos. Para muestra, sólo basta remontarse a las PASO de 2019 cuándo el mercado porteño perdió casi el 50% de su valor en dólares en un solo día. O las elecciones de 2013, que dieron inicio a un prolongado período de suba de las acciones porteñas de en torno al 200% en los años que siguieron.
Con eso en mente, desde fines del año pasado -cuando llegaba a su fin un 2022 estelar para un índice S&P Merval que fue el indicador líder con el avance más importante del planeta- las estrategias están empezando a tener en cuenta las elecciones presidenciales de este año. En medio de los vaivenes cambiarios y los ruidos políticos, cuando el contexto global lo permite, el trade electoral aparece e impulsa ciertos activos argentinos.
Expectativas
¿Pero cuál es ese trade electoral? ¿En qué invierten los profesionales argentinos cuando apuestan por un cambio político? ¿Cuál es el resultado con el que especula el mercado?
Desde el vamos, la apuesta del mercado es por un cambio político. Un triunfo de la oposición que, según los datos disponibles, aparece como el resultado más probable.
El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella suele ser el dato que siguen los inversores. El indicador, basado en una encuesta periódica, califica entre 0 y 5 el nivel de confianza de la población en el Gobierno actual.
“Es hora de comenzar a construir posiciones en Argentina, apuntando a un cambio de régimen en octubre” (Casabal)
En abril, el ICG marcó 1,07%, un nivel 45,6% inferior al de la última medición del gobierno de Mauricio Macri. Un Macri que, recordemos, perdió en su intento de reelección. Como segundo antecedente, ningún Gobierno logró ser reelecto con niveles menores al 2,1 en el ICG.
Se podrían sumar más consideraciones como las internas, las dificultades para encontrar un candidato para competir luego del fin de la presidencia de Fernandez y condiciones económicas que permiten estimar como muy difícil que el oficialismo gane la elección. El ICG, si se quiere, sistematiza esas consideraciones.
Cabe aclarar que, en principio, las previsiones que tienen grandes probabilidades de cumplirse no suelen dar grandes bandazos al mercado. Si no hay sorpresas, es difícil ver grandes saltos o grandes caídas en los precios de los activos. Por lo que por el momento no se esperan enormes ganancias para quienes acierten sus apuestas.
Pero con las distintas vertientes de la oposición definiendo sus candidatos va a ser relevante seguir quien se destaca como candidato más probable y la cantidad de votos con los que llega. Esos son los puntos que agregan imprevisibilidad hoy por hoy al panorama futuro que tienen en mente los inversores.
“Creemos que un escenario de polarización de cara a las próximas elecciones se va desarmando. En su lugar, comienza a tomar fuerza un escenario de candidatos moderados a la presidencia, por lo que estimamos que los precios de los activos financieros locales probablemente ganarán impulso a medida que se vaya consolidando este escenario. Es hora de comenzar a construir posiciones en Argentina, apuntando a un cambio de régimen en octubre”, aseguró Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero.
Menú de activos
Una vez definido el escenario por el que apuesta el mercado, lo que sigue es definir cómo es que apuesta. Cuáles son los activos que tienen más chances de dar ganancias si el escenario previsto se concreta.
En general, las recomendaciones de especialistas se focalizan en empresas energéticas y bancos. Lo que de buenas a primeras no es mucho decir, porque son los sectores con más peso en el mercado local. Pero hay matices.
“Si bien no podemos decir que existe un sector que se encuentra sólidamente por encima de los demás, observamos que la energía no regulada vuelve a aparecer como el destacado”, dijo Maximiliano Donzelli de IOL Invertir Online.
“Si bien no podemos decir que existe un sector que se encuentra sólidamente por encima de los demás, observamos que la energía no regulada vuelve a aparecer como el destacado” (Donzelli)
Central Puerto, Transportadora de Gas del Sur, Pampa Energía e YPF son las que más aparecen. Sus beneficios: buenos balances, potencial suba post electoral y posibilidad de caídas más acotadas en caso de que el escenario electoral en el que piensa el mercado no se concrete.
“En el caso de que se produzca un escenario positivo y el mercado argentino reaccione al alza, consideramos que las empresas del sector energético, que actualmente son las que mejores balances tienen, serán beneficiadas. Por otro lado, en caso de que la reacción del mercado sea negativa, creemos que será el sector menos perjudicado. Por ende, en términos de riesgo y beneficio consideramos que son la mejor opción”, agregó Donzelli.
Fuera del país, o entre los inversores locales que acceden al mercado externo, el trade electoral es algo más cómodo.
“El trade electoral se está canalizando en esta oportunidad a través de las acciones, especialmente de los principales ADRs (acciones de empresas argentinas que se operan en Wall Street) por su mayor liquidez. Principalmente bancos y energéticas”, sostuvo el analista Gustavo Ber.
“Los ADRs son los activos de mayor liquidez y así permiten administrar más eficientemente las apuestas tácticas a través de rebalanceos de cartera”, agregó.
En un informe Adcap agregó un par de elecciones puntuales más, como apuestas de riesgo tratando de captar los mayores upsides (potenciales recorridos alcistas) disponibles.
“El trade electoral se está canalizando en esta oportunidad a través de las acciones, especialmente de los principales ADRs” (Ber)
Por ejemplo, señalan los bonos soberanos en dólares con vencimiento en 2035. El activo es de alta volatilidad y tiene un riesgo de baja potencial pequeño, al tener varios riesgos ya descontados, y un potencial alcista alto.
También el bono Buenos Aires 2037, ya que consideran que una victoria del Frente de Todos ya está descontada en precios en los bonos del distrito y el economista liberal José Luis Espert uniéndose a Juntos por el Cambio podría redefinir ese escenario.
“Creemos que la redefinición del escenario electoral en la provincia de Buenos Aires puede apoyar los precios del bono Buenos Aires”, explicó Casabal.
También eligen bonos corporativos locales, en especial energéticos.
“Creemos que para inversores conservadores que quieran dolarizar sus carteras, los mejores bonos son el bono YPF 2026, ya que tiene un cupón del 9% y está garantizado con regalías del negocio de YPF Agro; y el Pampa 2027, debido a que el rendimiento de los bonos de aproximadamente el 10% da margen para aumentos de capital”, aseguró el informe de Adcap.
“Además, sugerimos el bono Genneia 2027, ya que rinde un 11%, tiene un cupón del 8,5% y un riesgo de crédito muy bajo. Consideramos que el sector de energías renovables tiene muy buenas proyecciones para 2023, ocupando cada vez más lugar en la oferta de energía. Por último, recomendamos también el bono CGC 2025, debido a que rinde un 9%, tiene un cupón del 9,5% y porque se trata de una compañía que recientemente puso en marcha la exploración de dos pozos en Vaca Muerta y aumentó sus gastos de capex para incrementar la producción en ese sitio”, analizó el reporte.
Seguir leyendo: